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Skulls of the Shogun

Skulls of the Shogun

  • PlataformaPS4IPDIPH3607.5PC7.5
  • GéneroEstrategia
  • Desarrollador17-BIT
  • Lanzamiento30/01/2013 (360, PC)27/11/2013 (IPD, IPH)
  • TextoEspañol

Calaveras del Shogun (Skulls of the Shogun)

17-BIT debuta con un título exclusivo de plataformas Microsoft que nos pone a los mandos del genera Akamoto, un samurái caido en batalla que pretende llevar a cabo un plan de venganza contra aquel que le asesinó. Estrategia por turnos y un aspecto visual trabajado en uno de esos títulos indie de ambición justa y calidad contrastada.

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Calaveras del Shogun (Skulls of the Shogun) recuerda, por momentos, a uno de los juegos clave para entender los SRPG de los últimos años: Disgaea Hour of Darkness. Lo hace en lo que respecta a su presentación, a un apartado técnico bidimensional deudor de los dibujos animados y, sobre todo, por su mordaz guión repleto no ya de mala leche, sino de autoconsciencia: sabe perfectamente lo que es y lo maneja en consecuencia, funcionando también un poco como un pequeño juguete narrativo que casi se atreve a romper la cuarta pared. Sentido del humor para contar la historia de un noble samurái que cae en batalla y aparece en el lugar evidente, el Otro mundo. Su nombre es Akamoto y es un (ex)General que perdió a su ejército en la guerra. Sin ganas de hacer cola para ascender al paraíso, decide iniciar una contienda para volver a su mundo. Todos los textos del juego están, por cierto, traducidos al castellano de forma muy notable.

El punto de partida no podría ser más divertido y todo lo verdaderamente llamativo del juego se encuentra en este aspecto. Visualmente muy simpático, sin ser tampoco un trabajo de pixel-art rotundo (olvidad el estilo de VanillaWare, esto es más indie), son sus frases mordaces, la relación entre Akamoto y los generales que conoció en vida, la subtrama romántica con una Diosa, Sakura, que hará que las chispas salten en pantalla... es como una sitcom televisiva adaptada al contexto de un juego de estrategia por turnos en el que asumimos el control de un grupo de unidades para enfrentarnos a unos rivales de idénticas fuerzas, aspecto y ambiciones. Sencillo pero accesible desde la primera partida, Calaveras del Shogun abraza sin embargo las mecánicas de otro juego del género como es Advance Wars, uno de los grandes exclusivos de Nintendo, convirtiendo dicha saga en algo más amable y para todo tipo de jugadores.



Sistema de juego
La mecánica es pues, como ya se ha dicho, controlar a un grupo de unidades con la intención de vencer a un equipo rival. Aquí lo importante es asumir que Akamoto, como General, es el verdadero eje de la campaña hasta el punto de que si muere él, independientemente de si quedan o no otros en el escenario, veremos la pantalla de final de partida. Para defenderle tenemos a nuestra disposición de tres tipos de unidades básicas que tienen sus propias particularidades en aspectos como su capacidad de ataque, defensa o movilidad. Así, las unidades de Infantería son capaces de desplazarse a gran distancia y no se les da nada mal el ataque, ¿su punto débil? la defensa. Los soldados shogun son potentísimos en ataque, tampoco están mal a nivel defensivo pero avanzan de forma muy lenta. Por último, los arqueros: pueden atacar a distancia, tienen un desplazamiento normal, fuerza ofensiva pero muy poca defensa.

En cada escenario dispondremos de ciertas unidades (no siempre la misma cantidad) pero podremos hacernos con más a medida que progresamos. Es importante destacar la figura del monje, que puede encontrarse en tres variedades: una curativa, otra lanzadora de conjuros y finalmente una que domina el viento. Cada una de estas criaturas no aparece de la nada, sino que hay que gastar un turno con otra de nuestras unidades para embrujar un templo y traer a la vida a los citados. Ya en batalla, son bastante útiles y pueden ir aprendiendo nuevas habilidades a medida que se realiza una acción bastante particular: comer calaveras. Así es: tanto los monjes como las tres unidades ya mencionadas, o el General, pueden (más bien, deben) comerse las cabezas de sus enemigos para obtener puntos de vida extra, reforzar sus atributos o en el caso de los monjes, aprender nuevas habilidades. Si alguna unidad come tres calaveras pasará a su Modo Demonio, que le da dos movimientos por turno en lugar de uno.



Calaveras del Shogun se desarrolla, efectivamente, por turnos. Tenemos cinco acciones a realizar en cada uno de ellos (mover a un personaje, atacar, etc.) y una vez hechas todas tocará pasarle la pelota al enemigo. Al contrario de lo que ocurre en muchos juegos del género aquí la cosa funciona muy rápido, no hay un proceso pausado entre turno y turno, incluso tenemos un botón para acelerar las cosas; en ese sentido 17-BIT, su desarrolladora, ha conseguido un equilibrio en el que es difícil aburrirse ni siquiera mirando cómo se mueven las tropas enemigas. Es importante detallar que para poder obtener nuevas unidades es necesario, no obstante, utilizar recursos. En este caso es el arroz: deberemos cultivar campos para usar luego éste como regente que nos permitirá invocar a más tropas.Sin arroz... no hay más unidades. Y sin ellas, perderemos la partida con total seguridad.

No es la única particularidad de la mecánica de juego. Además, en momentos puntuales encontraremos pociones que pueden aumentar nuestro ataque o la vitalidad, además de poder usar el escenario estratégicamente para sacar provecho de él y despistar a los rivales. Es éste el punto en el que más se ha fijado el equipo de desarrollo con respecto a Advance Wars, por lo que como en aquel, si ocultamos a una unidad entre arbustos podremos reducir nuestra visibilidad y tener un porcentaje extra de acierto/error, es decir, que los enemigos -o nosotros, en el caso contrario- tendrán más difícil ser golpeados. Esto también es aplicable por ejemplo a las zonas con caídas: si atacamos a una unidad que está cerca de un abismo, le mataremos automáticamente porque le haremos caer abajo.



Para evitar estas cosas podemos hacer uso de aspectos como el Muro de Espíritus, que permite a las unidades de Infantería crear una barrera para que quienes estén tras ellas no sufran daños (por ejemplo, los arqueros). Calaveras del Shogun no es en realidad mucho más complejo que lo ya explicado, tampoco muy difícil en su nivel por defecto, ni especialmente largo (no pasa de la seis horas de juego). Lo que hace y muy bien es presentar su mecánica gradualmente, ir añadiendo enemigos y retos de forma racional en la campaña y así ir educando al jugador. ¿Eres un novato en el género? No tendrás problema en hacerte con el sistema porque todo está explicado con gracia y de forma muy gráfica. ¿Veterano? Tranquilo, también hay retos para ti, especialmente en modos multijugador; no tanto la IA, que en ocasiones desperdicia turnos y da muchos respiros cuando podría hacer ofensivas y poner al jugador en apuros reales.

El título tiene sin embargo algún problema destacable. Por ejemplo, el diseño de las fases es algo confuso, y hay muchas ocasiones las formaciones sólidas (árboles, muros, incluso nuestros propios personajes) nos impedirán desplazarnos como deberíamos. Hay que decir que aquí no tenemos un sistema de movimiento por casillas, como es habitual, sino un círculo como radio de desplazamiento -y ataque- dentro del cual podemos movernos. A veces, si los personajes están muy juntos (y esto incluye a los enemigos) es bastante difícil seleccionar a uno concreto y llegado el punto puede ser un poco frustrante. Son errores menores, que no entorpecen el juego al 100%, pero existen y es de recibo señalarlos.



Lo importante de todas formas es mantener el ojo en la figura central, que como hemos dicho es el General. Al principio de cada escenario estarán en Meditación, lo que les dará un punto de vida extra hasta que sean activados. Una vez despiertos y no hay vuelta atrás... y si los matan, Fin de partida. Esto ocurre no sólo en la campaña, que es el modo principal de Calaveras del Shogun, sino también en lo referente a las partidas multijugador. Con respecto a esto último, existen tres modalidades: "Calaveras en el sofá" permite disfrutar en local a hasta cuatro amigos, "Calaveras en línea", para partidas online tanto de jugador como igualadas -clasificatorias- y "Calaveras por doquier". Este último da opción a juego cruzado entre las cuatro versiones del título que están disponibles en la actualidad: Xbox 360 -la aquí analizada-, Windows Surface, Windows 8 y Windows Phone.

7.5

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.