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Seduce Me

Seduce Me

  • PlataformaPC3
  • GéneroEstrategia
  • DesarrolladorNo Reply Games
  • Lanzamiento02/01/2013
  • TextoInglés

Seduce Me

Seduce Me saltó a la fama tras ser uno de los primeros juegos expulsados de Greenlight y sentar la base de la prohibición de Valve de publicar juegos eróticos en Steam. Ahora llega el momento de ver si era para tanto.

Actualizado a

Seduce Me saltó a la fama prácticamente el mismo día que nacía Greenlight, la nueva puerta de entrada para que los estudios independientes puedan acceder a Steam. Uno de los primeros fue este título, un proyecto de un estudio novel llamado No Reply, de clara naturaleza erótica. Valve, a través de Doug Lombardi, fue fulminante y eliminó el juego del servicio dejando clara la línea roja: “Steam nunca ha sido un destino para encontrar material erótico, Greenlight no cambiará eso”. Después de cierto revuelo, por un lado el grupo de Gabe Newell se movió rápido para establecer los límites del servicio, mientras que los miembros de No Reply tuvieron sus quince minutos de fama, lamentando la decisión y el poco espacio que hay dentro del videojuego para juegos de temática adulta.

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Polémicas aparte, el juego se terminó y ya ha sido lanzado a través de la propia página de la compañía. Ha sido creado por veteranos artistas ex-Guerrilla -Miriam Bellard y Andrejs Skuja- que se han lanzado al sueño indie con un enfoque algo distinto. El juego puramente erótico en occidente no es algo muy común y está a años luz de su equivalente japonés, donde es un niché muy pequeño pero en el que participan varios estudios profesionales y que tiene una rica historia capaz de ofrecer desde juegos eróticos historias sorprendentemente buenas a auténticas aberraciones sólo para los estómagos más resistentes. No Reply quiere abrir nuevas fronteras en este campo tan poco explotado con Seduce Me, pero lo cierto es que el resultado deja bastante que desear desde todos los ángulos posibles.

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La historia arranca conociendo a Pietra, una adinerada y escultural famosa conocida por sus grandes y desenfrenadas fiestas. Sabiendo que vamos de vacaciones por el Mediterráneo nos invita a su fastuosa mansión en la playa, una oportunidad de conocer a la variopinta fauna que rodea a la diva y de ser parte de una de sus legendarias fiestas de ricos y fabulosos. Una vez allí, el objetivo básicamente es “pasárselo” bien en el sentido más amplio de la palabra, charlando con las impresionantes damas que asisten al evento -incluyendo personal de la casa y el equipo de asistentes de Pietra, todas desmpampantes por supuesto, incluyendo la que realiza el mantenimiento de la casa-, escuchando sus confidencias y fantasías, o siendo parte activa de ellas. Una fantasía erótica para hombres al uso.

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El desarrollo es libre, la casa está dividida en zonas, cada una formada por una imagen estática y panorámica de forma que aunque no puedas “moverte” en tiempo real por la página, puedas ver los detalles de cada zona. El diseño está bien, el uso del cel-shaded resulta adecuado y da las zonas una ambientación acertada, pero la falta de animación le quita gracia a la misma, aunque es algo comprensible dado el limitado presupuesto del proyecto. Podremos visitar a placer cualquiera de las partes del recinto, incluyendo una sauna interior, la playa y la piscina, más varias zonas de terraza y exteriores. Al llegar un punto cabe la posibilidad de encontrarnos a alguien, o incluso de aparecer en medio de alguna escena “caliente”. Con quién puedes hablar o qué puedes decir o hacer dependerá en principio de la popularidad que tengas.

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La “popularidad” es el elemento principal del juego, se gana o se pierde en cada interacción y no solo determina el tipo de acciones que puedes realizar, también es tu “barra de vida”, si llegas a cero tendrás una confrontación con la asistente personal de Pietra, en la que te dirá muy a las claras que “no le gustas a nadie” y si la pierdes se te enseñará la puerta a la calle, siendo el fin de la aventura -el hecho de que el juego guarde automáticamente hace que sea difícil volver sobre tus pasos -aunque cerrando el juego y volviéndolo a encender para pulsar “continuar” nos permitirá realizar de nuevo la confrontación final y ver si tenemos mejor suerte, un pequeño truco descubierto casualmente ya que la intención de los creadores era la de que todas las consecuencias fueran finales-. Lo malo de empezar de cero es que, aunque tu popularidad va subiendo y bajando en general, hay dos medidores específicos para cada chica: Intimidad y Atracción, que determinan lo que puedes hacer con ellas, así que empezar de cero completamente nos obliga a volver a pasar por ese proceso -aunque estos medidores también suben y bajan dependiendo de la fortuna con las cartas-.

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Cualquiera que haya jugado a un juego de citas reconocerá patrones, pero Seduce Me tiene una particularidad. Los juegos de citas se basan en opciones de conversación, así como en gestos, decisiones, regalos y detalles que tengas con tu pareja, incluso aspectos como el tipo de actividades que realices o tus gustos determinan los sentimientos de la otra persona hacia ti. La idea básica siempre ha sido la de tratar de entender al personaje con el que estamos intentando establecer una relación. Incluso títulos que juegan con el romance entre compañeros de grupo se basan en estas ideas. Todo esto, que en manos de buenos escritores puede resultar en historias muy interesantes, en Seduce Me quedan sustituidas por juegos de cartas, lo que es una decisión cuanto menos curiosa.

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Hay varios tipos de juegos, con ideas prestadas de títulos clásicos. Dependiendo de si es pequeña charla casual, flirteo, charla íntima, conversación a tres o confrontación, las reglas son distintas. La charla casual (Small Talk) suele ser la que se utiliza cuando conocemos a un nuevo personaje y es de las más sencillas, sólo necesitamos cartas del mismo palo o del mismo número para cambiar el palo para ir siguiendo la charla. En otros tipos de conversaciones cambian las reglas, obligándonos a formar tríos de números o secuencias; o a sumar y restar puntos con diversas cartas... el denominador común de todas estas pruebas es que tanto “perder” como “ganar” queda penalizado. Esto está bien pensado desde el punto de vista del realismo, ya que en una conversación a nadie le gusta quedar abrumado sin nada que decir al interlocutor, pero desde el punto de vista de mecánica de juego, el efecto es discutible. “Ganar” pruebas como la conversación a tres bandas, que exige un número determinado de victorias, se convierten en una cuestión de puro azar, sin ningún elemento estratégico en cómo juegas tus cartas. En cualquier caso, la mecánica de las cartas es un muy pobre sustituto a una conversación habitual con diferentes opciones, especialmente si están bien escritas y hay buenos arcos argumentales por personaje, cosa que aquí brilla por su ausencia..

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La abstracción de estas conversaciones quita todo el alma al juego. Incluso aunque sea un juego erótico, la gracia de un videojuego está en interactuar de alguna forma y aquí la interacción es nula. No hay decisiones, estás siempre muy limitado en cuanto a acciones y apenas llegar a conocer nada de las mujeres que están tratando de conquistar. Los minijuegos de cartas se hacen aburridos rápidamente y pronto empiezas a meterte en una espiral de subir y bajar puntos sin orden ni concierto que resulta en una experiencia sin ninguna gracia. El supuesto punto fuerte del juego, el sexo, se reduce a algunas ilustraciones explícitas -sin ninguna animación, sonido o complemento alguno- que hacen más bien poco por excitar. La única vez en la que aparece un atisbo de que a los personajes les importa tu presencia en el juego es cuando descubren que has estado con otra mujer -cosa que descubren siempre, debe de ser una casa con muchas mirillas en las paredes- y lo cierto es que tampoco puedes evitar interaccionar con las mujeres porque aparecen aleatoriamente. Hay conatos de conflictos, como cuando aparece HAMED -así, con mayúsculas-, una figura escapada de Gandía Shore que habla de sí mismo en tercera persona y que intentará pararnos los pies de vez en cuando para ponernos en "nuestro sitio" -eso sí, con un juego de cartas-. Pero nada muy emocionante.

3

Malo

La idea era buena pero se ha llevado a cabo de forma desastrosa. No te lo compres, está mal terminado.