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Secret Files 3

Secret Files 3

Secret Files 3

Campanas de boda suenan al fin para Nina y Max, aunque, como en todo buen thriller, la ceremonia no llega a buen puerto. Secret Files regresa por segunda vez para llevarnos junto a la bellísima señorita Kalenkov no solo por todo el mundo, sino por el tiempo y sus sueños de conspiraciones y artefactos malditos en Secret Files 3

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Lux in Tenebris
"El pasado siempre vuelve para atormentarnos". Esta frase bien podría haberla susurrado Nina Kalenkov en cualquier momento de la historia de Secret Files 3, pues esta aprendiz del Robert Langdon de Dan Brown y la Ottavia Salina del soberbio El Último Catón de Matilde Asensi no hace más que tener pesadillas sobre el fin del mundo y lo ocurrido años atrás con los eventos de Tunguska, base del primer y hasta la fecha mejor juego de esta particular trilogía, amén de una de las aventuras gráficas que más adeptos ha ido ganando con el tiempo. Los alemanes Animation Arts , ahora sin la colaboración de Fusionsphere System -junto a los que desarrollaron los dos primeros Secret-, regresan con una nueva entrega de una serie cuyos argumentos sobre teorías de la conspiración, sociedades secretas, objetos malditos y enigmas milenarios ocultos en libros, iglesias o lugares que nadie ha pisado en siglos, junto al uso de puzles que más de una vez no nos lo han puesto nada fácil, se han labrado un hueco en las librerías de muchos aventureros que un día como hoy hace cinco años conocimos a Nina y ya no quisimos separarnos de ella.

Pero el regreso, aunque contiene todos los elementos que los fans quieren ver, ha traído consigo una serie de decisiones de programación hasta cierto punto comprensibles en este presente 2012, pero que dividirán a la comunidad aventurera sin duda en dos bandos: aquellos que prefieren el ritmo tranquilo y pausado aunque la historia tenga un componente fílmico de mover la acción con rapidez, y aquellos que abrazan el nuevo estilo que Telltale esgrime con The Walking Dead o Jurassic Park, en los que la jugabilidad debe adaptarse al ritmo de una narrativa que busca la celeridad de otros géneros y títulos como Tomb Raider o Uncharted, y no viceversa. A esto debemos sumarle una distribución en el mercado español que obvia elementos que en los otros juegos constituyeron detalles clave para su éxito, como lo es un buen doblaje al castellano, cosa que incomprensiblemente no vemos en Secret Files 3, que ni tan siquiera cuenta con subtítulos en español. Pero no adelantemos acontecimientos aún de la conocida anteriormente como The Archímedes Code, y vamos a comenzar con una de sus mejores partes: su cinematográfico prólogo.

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Cognitio Vis Est
Alejandría. Año 48 antes de Cristo. Julio César está en el Palacio Real, y Achillas marcha con sus tropas, ocupando la ciudad y reclamando al emperador romano. Al estilo de blockbusters fílmicos como La Momia (Stephen Sommers, 1999), Secret Files 3 se abre con un espectacular travelling sobre la devastada ciudad en llamas: una escena de video que se funde a continuación con el motor del juego y nos sumerge directamente en la parte ingame, la cual muestra a dos figuras encapuchadas hablando con una tercera que pasaremos a controlar en breve en forma de ladrón. Estas nos contratan para, aprovechando el caos reinante, introducirnos en la mítica Biblioteca de Alejandría con el fin de quemar una serie de pergaminos en concreto, cosa que haremos en el prólogo que servirá como introducción jugable. Tras este breve inicio, la acción salta al presente, con una estupenda introducción de nuestra protagonista que encaja a la perfección con su personalidad y esa imagen de mujer independiente: vestida de novia y corriendo en su moto porque llega tarde a su propia boda. Dentro de la recóndita iglesia nos esperan el ya conocido de anteriores entregas Max Gruber y el cura, aunque algo extraño sucede, ya que no hay rastro de los testigos. Y los votos que el sacerdote está pronunciando no parecen los más adecuados. De repente el lugar se viene abajo. Y despertamos solos con Nina Kalenkov en medio de una iglesia en llamas, momento en que de nuevo se nos brinda el control.

Tras ver el apocalipsis abatirse ante nosotros, Nina despierta: está en la cama, en casa de Max, y ha tenido una pesadilla. La típica conversación de pareja con planes de boda pronto es interrumpida por soldados SWAT que se abalanzan sobre nuestro prometido, el cual de repente suelta una frase "me temo que me perderé nuestra luna de miel" con un tono que claramente viene a decir que nos oculta algo. Mas parece que esos guardias no parecen ser guardias de verdad, y después de una serie de gestiones y puzles, el relato comienza (Spoiler): del despacho de Max -magistral puzle para algunos, realmente desesperante para otros- a una excavación que guarda un secreto milenario -gran encuadre que sugiere en vez de mostrar en su punto culminante-; de la icónica cárcel de Alcatraz (localización desaprovechada) a las ensoñaciones de Nina que nos llevan a la Florencia de la época de Leonardo Da Vinci. (Fin Spoiler). La historia de SF3 busca ese ritmo de montaña rusa de conspiraciones, secretos antiguos, civilizaciones antiguas de impensable tecnología, personajes de dobles intenciones, persecuciones y constantes descubrimientos que vuelve a mezclar notablemente ficción y realidad histórica y posee ese atractivo fascinante de secretismo y misterios de la Historia que tanto atrae y que daría para una buena película, aunque el final se nos antoja demasiado brusco. Se nota mucho el equipo de tres guionistas profesionales de la NEOS Film GmbH (productora de cine alemana) a los que el estudio ha recurrido para escribir el guión, aunque esta narrativa de intenso ritmo termina por auparse sobre la jugabilidad, por lo que un 85-90% de los puzles están destinados a que el personaje salga del paso para mover la acción rápido de un punto a otro, sin darle importancia a la elección de diálogos.

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Acertijos en las Tinieblas
De hecho, la inclusión es palpable para los que probasen el juego en sus primeros estadios de desarrollo y la versión definitiva. Por poneros un ejemplo, al inicio con el ladrón en Alejandría, en uno de los momentos teníamos que subirnos a un entramado para evitar a los guardias. En ese entramado había una rata que teníamos que apartar, para lo que hacía falta un objeto. Ahora ya no, avanzamos por el entramado y ya está. ¿Por qué ocurre esto? La razón de los guionistas es que un ladrón debe moverse rápido, en las sombras, y más aún si la ciudad está siendo invadida y nos movemos por la Biblioteca de Alejandría, cuna del saber que desaparecería con todos sus inmensos conocimientos. Muchos usuarios se quejaban de que SF Tunguska y SF Puritas Cordis tenían puzles que directamente no tenían mucho que ver con la lógica en pantalla, y es justo reconocer que era verdad, como la caza de Puritas Cordis o el del gato y el móvil de Tunguska. Seguro que estos se alegrarán ante la idea de que el porcentaje estimado antes de puzles van directamente en SF3 a lo lógico, incluso a lo superfluo, caso del puzle estilo Heavy Rain/Jurassic Park The Game que tiene lugar en un coche estrellado, que hubiese quedado mejor en formato de prueba de acción como las que incluye el juego. Pero seguro que la idea no gustará mucho a los que esperaban una fórmula totalmente continuista con las anteriores.

El motivo de esto podría dar pie a un debate sobre esa especie de transición que algunos desean ver ya instaurada en el género de las Aventuras Gráficas -Telltale con sus últimas obras, Quantic Dream con Heavy Rain-, y sobre la cada vez más rampante intención de que casi todo juego actual tiene que seguir una estructura de ritmo cinematográfico para crear acción, tensión y que no resulte aburrido en una generación que parece empeñada en aumentar el frenetismo de cada género en pos de la demanda actual. Secret Files 3 es como leer el Código Da Vinci o ver Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal. De hecho comparte la inercia de ambos guiones, en los que, apenas se plantean los enigmas, estos son resueltos al instante por los personajes protagonistas de Tom Hanks o Harrison Ford sin darnos tiempo a los espectadores siquiera a entender de qué va la prueba. El resultado no tiene porqué ser malo, de hecho Secret Files 3 entretiene (y mucho) y gustará a los amantes de este tipo de historias con elementos religiosos, mitológicos, conspiradores, milenaristas y de investigación, pero, para los que busquen esos puzles de sus antecesores que a más de uno nos tuvo tiempo pensando en su solución al no querer recurrir ni a la guía ni al sistema de pistas, aquí no los encontrarán salvo en unos pocos instantes, resultando una aventura realmente ágil y dinámica en cuanto a su avance, pero con rompecabezas -la mayoría de inventario- tan fáciles como los de Dark Eye: Chains of Satinav (de hecho más aún que esta) si los comparamos con otros recientes como A New Beginning o con obras maestras como The Longest Journey.

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Y es que es su ritmo de thriller constante lo que imposibilita aprovechar más unas localizaciones que podrían haber sido de las más recordadas del juego con una narrativa que se asentara más en la historia que cuenta y menos en la velocidad con la que lo cuenta, como la de Alcatraz, breve, brevísima estancia en La Roca de San Francisco cuya arquitectura de lóbregas celdas, su atmósfera sobrecogedora y su localización en sí no se aprovechan apenas ni a nivel visual. Aunque en otras como Florencia -fase que sí recuerda al ritmo y estilo de puzles de la saga, al igual que la iglesia del principio- sí que nos detenemos el tiempo suficiente para ser aprovechadas. A diferencia también de SF1 y 2, Nina Kalenkov será el personaje que manejaremos durante la casi totalidad del juego, siendo pocos los instantes con Max y menos aún los momentos en que llevaremos a un tercer personaje. Unas 6-7 horas más o menos será el tiempo que tardemos en completar el juego por primera vez, aumentando o reduciéndose esta duración dependiendo de la experiencia en el género del jugador. A ello hay que sumarle la posibilidad o bien de rejugárselo entero o bien de cargar la partida en un punto determinado de esta para ver los varios finales con los que Secret Files 3 cuenta. El único 'pero' que se le pone a la historia en sí que nos narra el juego -sencilla en su concepción y llena de los tópicos habituales que se manejan en los blockbusters literarios- es precisamente la velocidad a la que nos la cuentan, ya que, de haberse detenido un poco más en detalles como (Spoiler) esa fascinante civilización antigua de 10.000 años de antigüedad que Max estudia (Fin Spoiler), esta habría calado más en el recuerdo general al terminar el juego, como sí lo hacía por ejemplo la parte del Pozo de Almas donde Indiana Jones encontraba el arca de la alianza, y no quedado en un elemento a modo de mecanismo de guión como la ciudad de Akator de El Reino de la Calavera de Cristal.

π ≈ 3,14159...
Como ya hemos mencionado, la gran mayoría de los puzles pasan por estar implementados de manera lógica dentro de la localización en la que estemos. A pesar de tener rompecabezas que recuerdan a la saga como el del despacho de Max (solamente el razonar lo que nos dicen y extrapolar la clave de ahí nos dará la respuesta, y aún así más de uno lo descubrirá por el clásico Ensayo y Error, algo que puede llevar 5 minutos o tenernos 50 dando vueltas), en general están muy orientados a la acción que transcurre en esos momentos, siguiendo su resolución un patrón lógico y (hasta cierto punto) realista -los vistos en la introducción como el de los caballos. A veces, el localizar los objetos necesarios y/o los puntos para interactuar con ellos se antojarán para más de un usuario, usando un término clásico en el género, toda una oda a "la caza del pixel" -sin duda, el que encierra nuestro escape de la Iglesia en llamas, y que requiere escudriñar el escenario realmente a fondo. Otros, como el que realizamos en el apartamento de Max, requieren tan solo pararse un poco para descifrar su clave, buscando, leyendo e interpretando. De nuevo se nos brinda la posibilidad (o mejor dicho la tentación), de activar un sistema de pistas y ayuda para localizar los objetos y los lugares de interactuación, aunque es totalmente opcional, dependiendo del usuario el hacer uso de ella o no. Como ejemplos de los puzles que podían haber sido de los típicos que nos mantendría incluso días meditando su resolución, pero que finalmente resolveremos en apenas 10-15 minutos, tenemos aquel que engloba una excavación de hasta siete localizaciones distintas y un posterior puzle a dos personajes en el que prima más la suerte que intentar establecer un patrón (aunque lo hay). No obstante, se agradece que la complejidad aumente conforme transcurra el juego, siendo un ejemplo el puzle siguiente que atañe una plaza helada (gran tema musical renancentista aquí y magníficas animaciones contextuales de Nina).

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Si la secuela Puritas Cordis ya tenía elementos más típicos de una jugabilidad centrada en la acción junto a la clásica Point & Click, estos adquieren más protagonismo (aunque podían haberse implementado más veces en el esquema jugable) en esta tercera entrega con los que añadir tensión y variedad a las mecánicas tradicionales del género. Y es que ya en los primeros compases del título nos encontramos con varios instantes más propios de un Uncharted o un Assassin's Creed que de una AV normal: nada más comenzar el prólogo en Alejandría, nuestra primera tarea será la de escalar una pared que nos conducirá hasta la entrada a la biblioteca. Para ello, con el puntero indicamos al personaje la grieta del muro a la que debe agarrarse. U otra muestra que requerirá nuestra habilidad para con el ratón y que se producirá una vez hemos conseguido trepar a la cabeza de una estatua con Nina que tendremos que hacer balancear. Estos instantes van más allá incluso, conformando algunos de los momentos más recordados del juego, y que por sí solos ya consiguen ese toque cinematográfico que sus creadores buscan tan arduamente con todos los elementos a su disposición. Además, mostrando su deseo de querer llegar a cuanto más público mejor, el propio juego nos ofrece la oportunidad de resolverlos escogiendo entre dos niveles de dificultad: fácil o difícil.

Lux et Tenebrae
Corriendo bajo el mismo motor gráfico que usó Lost Horizon (divertida y entretenida AV que recordaba a clasicazos como Indiana Jones & The Fate of Atlantis), el aspecto gráfico de Secret Files 3 se puede calificar de bueno en general, muy bueno en determinados instantes, aunque no tanto ahora como en las anteriores entregas, ya que el engine da muestras de agotamiento gráfico. Si lo visto en el prólogo en Alejandría deja quizás con una pequeña duda en cuanto a la capacidad gráfica del juego, una vez que entramos con Nina en la iglesia (el cuadro tras el cura mientras este casa a Max y Nina, que llama la atención por su nivel de detalle y definición, sumado al genial encuadre visual y composición del plano) se nos muestran entornos mucho más trabajados -como el apartamento de Max y su despacho, la nieve de Florencia, Alcatraz-, con escenarios renderizados y scripts de movimiento cíclicos, aunque estos no abundan en ocasiones, por lo que localizaciones como Turquía acusan esta ausencia y se muestran estáticas en demasía. En cuanto a los personajes, decir que Nina nunca ha lucido mejor en pantalla ni ha estado tampoco mejor animada, tanto facial como corporalmente en toda la saga como en esta tercera parte, aunque la animación y los movimientos de los personajes necesitarían de una pequeña labor de optimización, ya que en ocasiones se muestran poco orgánicos, pero en otras son realmente fluidos. Los modelos 3D tanto de ella como de Max y el ladrón del prólogo presentan una buena carga de texturas aunque siempre resultando algo toscos en comparación con el nivel de detalle de los escenarios 2D/2.5D en el que estos se mueven, algunos de ellos de altísima belleza visual y/o de gran impacto. Como uno de los mejores detalles del juego tenemos la opción del Menu inicial nada más ejecutar el juego en el que se nos brinda la posibilidad de, o bien escoger uno por defecto, o bien crear uno en base a las respuestas que escojamos a cuatro preguntas y que delimitan si veremos a Nina o Max en pantalla, en un garaje arreglando una moto con el sol del atardecer entrando, o viendo un partido de futbol en un bar con un árbol de navidad. Una opción curiosa, novedosa y  que es muy de agradecer ya que nos permite huir de la sempiterna pantalla inicial y cambiarla cuantas veces queramos.

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Si a nivel visual encontramos un juego que cumple su cometido, a nivel sonoro hallamos uno de sus fallos más enormes. Y es que no es el hecho de que el doblaje en inglés sea más o menos bueno, suene más o menos convincente. De hecho suena correcto, con una Nina para la que han escogido una dobladora adecuada en cuanto a tono de voz y edad. Es precisamente que este venga en inglés, siendo Secret Files: Tunguska y Secret Files: Puritas Cordis buenos ejemplos de localización al castellano de una aventura gráfica. Un paso atrás en su edición en España si a ello le sumamos el hecho de que ni siquiera los subtítulos están en castellano, sino en inglés y alemán, como las voces, que dicho sea de paso siempre han sonado mucho mejor en alemán que en cualquier otro de los idiomas a los que la saga ha estado doblada. Una decisión que junto al detalle de que en este país solamente puede adquirirse en versión descargable y no física, como se vende también en Alemania, no gustará a muchos de los fans que esperaban añadir ese tercer disco físico a los otros dos en su estantería particular. Centrándonos en los otros apartados, el trabajo de audio es bueno en cuanto a la variedad de efectos sonoros. Y en cuanto a su BSO, esta adapta sus acordes de forma genial a la acción, lugar y época en que estemos, alcanzando instantes muy logrados como los coros de la iglesia o los compases en Alejandría, aunque el tema inicial falla en los créditos iniciales con Nina en la moto, cuando debería sonar con mayor garra orquestal, con mayor intensidad sonora, ya que es el momento ideal en que una partitura siempre se luce. La opción de la mezcla de audio nos permite barajar cuatro opciones: voces, musica, efectos y ambiente, de cara a obtener el equilibrio que busquemos, aunque nos toparemos con el problema de que, en inglés, a veces las sincronizaciones labiales no están acompasadas y también que la voz de Nina susurra en un par o tres de  ocasiones demasiado bajito, solapándose con la música y efectos por más que estos los tengamos al mínimo.

7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.