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Regreso al Pasado: Batman

Es el caballero nocturno, el cruzado de la capa oscura, uno de los tres mayores iconos que ha dado el cómic en su ya longeva historia. Regreso al Pasado revisa la historia de Batman en el mundo de los videojuegos con motivo del estreno de su más reciente película. Preparad el equipaje, el batmóvil nos espera.

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Bienvenidos, queridos lectores constantes, a este RaP dedicado íntegramente al gran Batman. En él repasamos toda la trayectoria vital de tan icónico personaje en el mundo de los videojuegos. Puede que a muchos de vosotros el texto os resulte familiar, y es que no es la primera vez que el Caballero Oscuro se deja caer por esta sección. El artículo que ahora teneis ante vosotros ya se publicó en una primera versión allá por 2009, con motivo del por entonces inminente lanzamiento de Batman: Arkham Asylum, la magna obra de Rocksteady que dejó bien a las claras y de forma más que categórica que un videojuego basado en un cómic no solo podía ser bueno, sino incluso quedar encumbrado como título del año a nivel general, por encima de cualquier triple A que se le pusiera por delante. Con aquel título, Batman al fin tenía su producto de referencia en el mundo del videojuego, y desde luego qué mejor manera de celebrarlo que publicando un artículo repasando toda la trayectoria vital del personaje en lo que a ocio interactivo se refiere.

Pues bien, los años pasan, las sagas crecen, las franquicias se expanden y la popularidad de tal o cual personaje regresa a primera plana de la actualidad por los más diversos motivos, en el caso que nos ocupa debido al estreno de The Dark Knight Rises (me niego a poner la nefasta ¿traducción? que ha tenido el título de la película en nuestro país), la última pieza de la trilogía fílmica de Christopher Nolan sobre el hombre murciélago. Debido a ello hemos decidido rescatar el artículo que publicamos en su momento sobre el personaje, aunque llevándolo mucho más allá de un simple reflote oportunista. El presente reportaje ha sido revisado, corregido y ampliado, para que así podáis disfrutar de un producto con la máxima calidad posible. Si la iniciativa cuenta con una buena acogida por vuestra parte, este no será el primer “clásico del RaP” que reciba un relanzamiento cuando llegue el momento oportuno. Dicho esto, entremos de nuevo en faena. A los lectores que lleguen a este artículo de nuevas, espero que os resulte lo más ameno y entretenido posible. Y aquellos que ya lo leyeron en su día, espero y deseo que las novedades implementadas sean las suficientes como para merecer por vuestra parte una nueva lectura. 

El regreso del Caballero Oscuro


Aunque desde nuestra estimada industria se tienda más a las comparaciones con el cine (por aquello de compartir la filosofía audiovisual, además de no pocos clichés), la verdad es que, al menos en lo referente a la trayectoria y percepción por parte de la opinión pública, el mundo de los videojuegos tiene muchos más puntos en común con el cómic. Una inmensa parte de la sociedad relaciona el cómic como coto exclusivo de niños y adolescentes, a pesar de que existen títulos para lectores adultos que pueden ser considerados verdaderas obras maestras a todos los niveles. Además, el mundo del cómic fue objeto de una feroz caza de brujas durante décadas por parte de gobiernos y diversas asociaciones que se jactan de poseer la Verdad Absoluta sobre todas las cosas, siendo tachado de ser el principal culpable de pervertir a tiernos infantes y convertir a jóvenes y adolescentes en sangrientos asesinos de masas.

 
Así, hasta fechas más o menos recientes, los cómics eran carne de crítica, censura y veto en el mismo instante en que dichos “guardianes de nuestros intereses”, en este caso encarnados en el ya felizmente extinto Comics Code Authority, acababan viendo algo que no les gustaba. Situaciones más que tristemente familiares para nuestra industria (todavía se siguen produciendo lamentables actos de censura desmedida e ilógica, como puede ser el reciente caso de la versión europea de Twisted Metal PS3); una lacra de la que, afortunadamente, el mundillo del cómic se libró al fin unos tres lustros atrás (ojalá tarde o temprano nosotros también lleguemos a tan ansiada situación). Uno de los cómics que contribuyó a dicho cambio fue The Dark Knight Returns (1986), aún considerado a día de hoy como la obra cumbre sobre uno de los tres mayores iconos que ha dado el también llamado por muchos noveno arte: Batman.


Bob Kane (guión) y Bill Finger (lápices) se encargaron de crear en el ya más que lejano 1939 a dicho personaje, el cual ha trascendido las fronteras de la industria que lo vio nacer para convertirse en un icono a nivel mundial reconocible por todos. Los últimos 25 años del personaje han dado pie a algunas de sus mejores historias (la citada The Dark Night Returns, La Broma Asesina, Año Uno, Arkham Asylum, la reciente etapa de Grant Morrison a cargo de sus series principales…), así como a un total de siete películas, tres de notable factura (Batman, Batman Returns y Batman Begins), dos absolutamente vomitivas (Batman Forever y Batman & Robin), y dos soberbias aproximaciones que incluso lo llevan todo más allá de lo que uno puede esperar del género superheroico (El Caballero Oscuro y The Dark Knight Rises).


Por supuesto, un personaje de tal trascendencia no ha podido permanecer ajeno al mundo de los videojuegos. Eso sí, el debut del Caballero Oscuro en formato interactivo se produjo en 1986, mucho más tarde de lo esperado para un personaje de su nivel. Desde entonces hasta ahora, se han desarrollado más de 20 títulos sobre el personaje (el número varía según las fuentes consultadas, dado que un mismo videojuego podía ser radicalmente distinto según la plataforma en la que fuera lanzado), siendo la mayoría de ellos, a decir verdad, bastante olvidables. Pero existen no pocas joyas a recordar, como el primer videojuego de Batman (una aventura isométrica capaz de codearse con los mejores títulos de la gran Ultimate Play the Game) o las versiones de Batman Returns destinadas a Super Nintendo (un notable beat ’em up de excelente calidad audiovisual) y Mega-CD (con una banda sonora y unas fases de conducción sobresalientes).

Así, desde aquel primer juego lanzado en 1986 para ordenadores de 8 bits hasta la reciente conversión a formato interactivo de The Dark Knight Rises, todo lo que Batman ha dado de sí en forma de videojuego será convenientemente reseñado en las siguientes páginas. La luminosa e inconfundible señal del murciélago ya destaca sobre la ciudad de Gotham, reflejada en su encapotado cielo para hacernos ver que es hora de entrar en acción. Por esta vez, dejaremos nuestro viejo y fiel DeLorean en la batcueva y tomaremos prestado el flamante batmóvil que el bueno de Bruce Wayne ha tenido a bien cedernos para tan especial ocasión. El camino será largo, pero el siempre atento Alfred nos ha preparado unos canapés por si el hambre aprieta. Sin más dilación, es hora de proveernos de batarangs para disponernos a limpiar Gotham City de ladrones, criminales, políticos, banqueros y demás gente de mal vivir.

Batman
Año de lanzamiento: 1986
Plataformas: Spectrum, Amstrad, MSX
Desarrollador: Ocean Software

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Mientras el otro gran personaje de DC Comics, Superman, debutaba en los videojuegos relativamente temprano (en 1978, con un título para Atari 2600 que quien esto suscribe tuvo el “privilegio” de sufrir), la primera aventura de Batman en nuestro querido mundillo aún tardaría en llegar. Sería en 1986, con un juego destinado a ordenadores de 8 bits bastante curioso. Ocean Software, histórica compañía británica que brindó no pocas alegrías en forma de excelentes títulos durante la era en la que los ordenadores acaparaban todo el protagonismo en el viejo continente, fue la encargada de programar un videojuego en el que se seguía claramente la estela de esos otros genios de los ordenadores de antaño llamados Ultimate Play the Game. Y es que Ultimate (la actual Rare, aunque bien es verdad que en la Rare de hoy día no queda nada de la Ultimate de entonces) se había labrado toda una reputación gracias a una serie de excelentes aventuras isométricas (Knight Lore -1984-, Alien 8 -1985-, Nightshade -1985-…), las cuales usaban un motor gráfico de creación propia llamado Filmation.


Pues bien, este primer Batman, aunque no tenía nada que ver con Ultimate o su Filmation, bien podría haber sido creado por ellos, ya que seguía punto por punto las directrices de las aventuras isométricas que tan buen sabor de boca dejaban en los usuarios de la época. Así, el objetivo del juego era rescatar a Robin, el cual había sido secuestrado mientras reparaba el batmóvil. Bajo la piel del Caballero Oscuro recorreríamos un inmenso mapeado compuesto por un total de 150 pantallas, todas ellas repletas de trampas, enemigos, obstáculos y puzles tan enrevesados como absorbentes, desde una perspectiva isométrica que daba pie a una mecánica y desarrollo enormemente variados. Gráficamente, el juego contaba con innumerables detalles, cumpliendo de sobra con su cometido al tiempo que se convertía en un título visualmente destacable para lo que era norma en ordenadores de 8 bits. La prensa de la época premió a esta propuesta con unas críticas que no escatimaban en elogios y altas puntuaciones, por lo que se puede decir que Batman aprobó con nota su debut en el mundo de los videojuegos.


Antes de pasar a la siguiente reseña, es obligatorio mencionar que este título, como juego de culto que es, cuenta con algún que otro remake que actualiza su apartado técnico a épocas más actuales. En este sentido debemos sin duda referirnos a Watman. Lanzado a principios de la década pasada en versiones destinadas a PC y Game Boy Advance, se trata de toda una señora revisión con un acabado de lo más profesional, que incluso atesora algún que otro extra no incluido en la versión original. Lo más sorprendente de todo es que en tiempos más recientes los chicos de 1985 Alternativo, ni cortos ni perezosos, cogieron el Watman de GBA y lo convirtieron en todo un señor lanzamiento en formato físico: cartucho, caja, manual de instrucciones… Incluso con cada pedido regalan un Bollycao (aunque quizá habría sido más acertado regalar un bote de Nocilla, ese inseparable compañero de nuestras meriendas ochenteras). Así que si tienes una Game Boy Advance y quieres alimentarla con un producto tan inesperado como sobresaliente, solo tienes que ponerte en contacto con ellos a través de su web, en la que además te espera otra sorpresa en forma de un nuevo lanzamiento físico, llamado Oh Mummy Genesis y destinado en esta ocasión a Mega Drive.

  
Batman: The Caped Crusader
Año de lanzamiento: 1988
Plataformas: Spectrum, Amstrad, Commodore 64, Atari ST, Amiga, Apple II, PC
Desarrollador: Special FX

Special FX Software (uno de los innumerables pequeños equipos de desarrollo que pululaban durante la era de los ordenadores, en esta ocasión compuesto por tres miembros) se encargó de programar el videojuego que supuso para el Hombre Murciélago su segunda entrada en nuestro querido mundillo. La propia Ocean distribuyó las versiones destinadas a ordenadores de 8 bits, mientras Data East hizo lo propio con las de 16. En esta ocasión, Batman protagonizaba un arcade de acción al uso, aunque presentado de una forma bastante original. La acción se desarrollaba mediante una serie de ventanas que pretendían emular las viñetas de los comics que habían visto nacer al personaje; así, cada transición entre habitaciones o fases significaba pasar a una viñeta diferente, la cual se sobreponía encima de la anterior o anteriores que hubiéramos superado previamente.

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El resultado, más que un look a cómic, lo que ofrece es un cierto aire a las por entonces aún futuras primeras versiones de Windows, lo que le aleja notablemente del también por entonces futurible Comix Zone (Megadrive, 1995), el cual sí consiguió emular la sensación de estar jugando en el interior de un cómic. The Caped Crusader contaba con dos partes diferenciadas. En la primera, Batman se enfrentaba al Pingüino, uno de los miembros más destacados del panteón de enemigos del Hombre Murciélago, los cuales, como todo aficionado al personaje sabrá, son ciertamente letales a pesar de poseer un aspecto en su mayoría ridículo. La segunda parte de The Caped Crusader nos enfrentaba a la némesis por antonomasia del Caballero Oscuro: el Joker. Quedaba a elección del usuario qué parte afrontar primero. The Caped Crusader recibió buenas críticas, aunque pasó sin pena ni gloria debido sobre todo a la miríada de lanzamientos del mismo género que inundaban el mercado. Sin embargo, el índice de popularidad de Batman estaba a punto de ascender a cotas nunca antes alcanzadas por el personaje, por lo que los siguientes títulos sí obtuvieron toda la atención que el Hombre Murciélago merecía.

Batman: The Movie
Años de lanzamiento: 1989, 1990
Plataformas: Spectrum, Amstrad, MSX, Commodore 64, Atari ST, Amiga, PC, Amstrad GX4000, NES, Game Boy, PC Engine, Megadrive, Arcade
Desarrolladores: Sunsoft (consolas), Ocean Software (ordenadores), Atari (recreativa)

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Puede que nuestra industria sea en la actualidad la que más dinero mueve en todo el orbe terráqueo en lo que a entretenimiento se refiere, pero sin duda el pasatiempo de masas definitivo sigue siendo el cine, a una enorme distancia del resto. No importa el índice de popularidad que pueda llegar a alcanzar un videojuego, libro o cómic, ya que siempre será notablemente inferior al logrado por una película. Batman bien lo pudo comprobar en sus carnes, ya que para dicho personaje hubo claramente un antes y un después tras el estreno de su primer largometraje cinematográfico, la película que el afamado director Tim Burton llevara a las salas de cine de todo el mundo en 1989. Si quedaba alguien en algún rincón del mundo que no supiera aún quién era Batman, desde luego que oiría hablar de él a partir de dicho año. La película era además una auténtica gozada. Aunque un director tan onírico y dado a las rarezas como Tim Burton no pudiera parecer el más indicado para llevar al cine las andanzas del Caballero Oscuro, el caso es que supo captar la esencia del personaje como hasta entonces sólo Frank Miller y muy pocos guionistas más lo habían conseguido en el mundo del cómic.


El resultado: la película más taquillera de 1989 (por encima de blockbusters como la tercera entrega de las aventuras del mismísimo Indiana Jones), un éxito que generó una inabarcable cantidad de merchandising, la cual el personaje no habría llegado a alcanzar de otra manera ni en sus mejores sueños. Por supuesto, la industria del videojuego no permaneció ajena a tamaña popularidad. Todas y cada una de las plataformas más en boga por aquella época (excepto Master System, la 8 bits de Sega) recibieron su dosis del Caballero Oscuro, en una serie de títulos que variaban bastante de un sistema a otro. Sunsoft se encargó de las versiones destinadas a consola, mientras Ocean hacía lo propio con los juegos lanzados en ordenadores personales. La avasalladora política de Nintendo de la época en lo referente a exclusividades (cualquier third party que quisiera lanzar un juego en una consola de Nintendo debía cumplir una serie de leoninas imposiciones referentes a exclusivas totales o temporales antes de pensar en adaptar dicho título a otras consolas) impidió que el juego fuera lanzado en Megadrive y PC Engine el mismo año en que el film llegaba a los cines.

El denominador común para prácticamente todas las versiones es el género: arcade de scroll horizontal con un alto componente plataformero. La mencionada disciplina era la más en boga por aquel entonces, siendo la favorita de los amantes de los juegos de acción al igual que en la actualidad lo son los shooters en primera persona. A partir de ahí, cada juego difiere tanto a nivel técnico (obviamente) como en lo referente a mecánica y desarrollo. La versión NES recuerda bastante al primer Ninja Gaiden (Tecmo, 1988) lanzado en la 8 bits de Nintendo, dado que Batman podía saltar por las paredes al más puro estilo Ryu Hayabusa. En general, el título posee una calidad bastante pobre, dado que no difiere en nada de los cientos de arcades plataformeros de scroll horizontal que pululaban por aquella época. Gráficamente justito, con una dificultad desmedida en muchas ocasiones y sin passwords salvadores que hicieran al juego algo más permisivo de cara al usuario. En definitiva, lo de las mediocres conversiones película-videojuego no es algo ni mucho menos de ahora.


La versión Megadrive, en cambio, poseía una mayor calidad (quién sabe si Sunsoft no aprovechó el año que el juego estuvo en el dique seco debido al bloqueo de Nintendo para pulir el título hasta convertirlo en un producto mucho más competente). De entrada, el juego lanzado en la 16 bits de Sega era mucho más fiel a la película (para que os hagáis una idea de la fidelidad de la versión NES respecto al film, en ella Batman luchaba contra robots, mutantes, ninjas y soldados con mochilas propulsoras), con un jugoso añadido en forma de niveles centrados en el batmóvil y el batwing, siendo dichas fases shooters de scroll horizontal que daban una variedad al desarrollo muy de agradecer. En definitiva, una versión que al menos mantuvo el tipo. Desgraciadamente, el juego pasó sin pena ni gloria por el mercado, dado que se lanzó un año después de que la película llegara a los cines.


La versión PC Engine era sin duda la más extraña de todas, dado que pasaba del arcade plataformero a un juego laberíntico en perspectiva aérea, similar a un Pac-Man o Bomberman al uso. Cada fase estaba plagada de enemigos a los que debíamos eliminar usando nuestros batarangs. Existían ítems que daban a los particulares proyectiles arrojadizos del Hombre Murciélago más velocidad, mayor rango de alcance o poder de disparo extra. Esta versión no deja de ser una simple curiosidad, aunque al menos poseía la suficiente calidad como para ser mínimamente divertida, jugando también a su favor el hecho de que no se encontrara encuadrada dentro del más que sobreexplotado género de la acción plataformera de scroll horizontal. El juego fue lanzado en 1990, al igual que la versión destinada a MD. En el mismo año, Sunsoft programó también una versión para Game Boy, la cual regresaba a la mecánica y desarrollo vistos en NES y MD. Muchos la recuerdan con cariño por ser el primer juego que adquirieron para la histórica portátil de Nintendo, aunque no dejaba de ser un título del montón.


En lo referente a ordenadores, sin duda las versiones de Batman más destacables fueron las destinadas a sistemas de 16 bits. Las fases de conducción en las que el Caballero Oscuro pilotaba sus batmóvil y batwing eran en los ordenadores de 8 bits similares a lo visto en el Batman de Megadrive (shooters de scroll horizontal), mientras en Atari ST, Amiga y PC nos encontrábamos con unas espectaculares fases de conducción frontal al más puro estilo Chase HQ (Taito, 1988) que, sobre todo en Amiga, conseguían dejar con la boca abierta al espectador. Dicho planteamiento (fases 2 y 4 del juego) regresaría tres años después, tras el lanzamiento del que es para muchos el mejor juego sobre Batman lanzado en la era anterior a Rocksteady (Batman Returns para Mega CD). En cuanto al resto del título, los niveles 1 y 5 poseían el clásico desarrollo de acción plataformera, mientras la tercera fase (que transcurría en la batcueva) contaba con un alto componente de puzle en el que Batman debía sacar a relucir todo su ingenio.

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Mencionar por último la existencia de una recreativa lanzada por Atari en 1990, la cual, obviamente, poseía un apartado audiovisual a años luz de lo visto en plataformas domésticas. En lo referente al sonido, contábamos con melodías tomadas directamente de la excelente banda sonora que Danny Elfman compuso para la película, incluido el mítico tema de Batman que desde entonces ha quedado ligado al personaje como su himno oficial. El juego también contaba con numerosas voces digitalizadas, de nuevo tomadas directamente del film, en las que Jack Nicholson tenía un especial protagonismo en su papel de Joker (16 frases frente a las 5 con las que contaba Batman). A destacar una jugabilidad tan sencilla como directa y adictiva (lo normal en recreativas) junto a unos gráficos perfectamente detallados, todo al servicio de una máquina arcade que se convirtió en el principal objeto de deseo de los fans de Batman de la época.


Batman: Return of the Joker
Años de lanzamiento: 1991, 1992
Plataformas: Game Boy, NES, Megadrive
Desarrolladores: Sunsoft, Ringler Studios (Megadrive)

Sunsoft quería seguir exprimiendo la gallina de los huevos de oro al máximo, seguramente debido a que la licencia para desarrollar juegos de Batman les expiraría a no mucho tardar, así que se lanzaron a programar su propia secuela del primer Batman sin aguardar a que Batman Returns llegara a los cines. Eso sí, dicha secuela no está basada en ninguna de las películas del Caballero Oscuro dirigidas por Tim Burton, mostrándose mucho más cercana a lo visto en los cómics de la época. El argumento de Return of the Joker nos cuenta como el Payaso del Crimen escapa del Asilo Arkham por trillonésima vez para volver a sembrar el caos en Gotham, por lo que desde un principio estaba claro que el juego no destacaría precisamente en lo referente a la originalidad de su narrativa.


La versión NES (primera en lanzarse) era una auténtica gozada a nivel técnico. Sunsoft aprovechó a conciencia las capacidades visuales de la 8 bits de Nintendo, dotando al juego de un colorido excepcional y unos gráficos increíbles. Sprites de tamaño mucho mayor a lo habitual en NES, perfectamente definidos; escenarios de gran calidad, repletos de detalles por los cuatro costados… Todo al servicio de una jugabilidad más cercana a un shooter de lo que hasta entonces había sido habitual en un juego de Batman (el Caballero Oscuro poseía aquí una especie de brazalete de alta tecnología que le permitía disparar todo tipo de proyectiles). El juego incluso poseía sus propias fases de matamarcianos, en las que el Hombre Murciélago se enfundaba una batmochila propulsora para surcar los cielos. Batman: Return of the Joker ponía a NES contra las cuerdas a nivel técnico en no pocas ocasiones, prueba de ello es el abundante parpadeo de sprites que el juego sufría cuando se acumulaban demasiados elementos en pantalla. En definitiva, se trataba de un buen título que lograba eliminar de un plumazo el mal sabor de boca que dejó a los nintenderos el Batman: The Movie lanzado un par de años atrás.


La versión Game Boy logró alcanzar las mismas cotas de calidad que la de NES, con gráficos, mecánica y jugabilidad infinitamente más cuidados que los del anterior Batman lanzado en la portátil de Nintendo. En cuanto a Megadrive, el juego fue lanzado como una suerte de remake de la versión NES, cambiando su subtítulo de Return of the Joker a Revenge of the Joker. De su programación se encargó Ringler Studios, y llegó a las estanterías en 1992, aunque sólo fue lanzado en Estados Unidos. Como os podéis figurar, gráficamente hablando mejoraba aún más el ya de por sí excepcional trabajo realizado en NES, aunque ni mucho menos se contaba entre los títulos más potentes de Megadrive a nivel técnico ya que al fin y al cabo no dejaba de ser un port basado en lo visto en la 8 bits de Nintendo. Como curiosidad, mencionar que estaba planeado el lanzamiento de una conversión destinada a Super Nintendo, la cual no llegó a hacerse realidad debido quizá a que Sunsoft perdió la licencia para programar juegos de Batman antes de que el proyecto llegara a buen término.

Batman Returns
Años de lanzamiento: 1992, 1993
Plataformas: Lynx, Game Gear, Master System, Megadrive, Mega CD, NES, Super Nintendo, Amiga, PC
Desarrolladores: Dentons (Amiga), Spirit of Discovery (PC), Aspect Co. (GG, MS), Malibu Interactive (MD, MCD), Atari (Lynx), Konami (NES, SNES)

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El descomunal éxito del primer film basado en las andanzas del Caballero Oscuro convirtió a la película, obviamente, en carne de secuela, por lo que en 1992 se estrenó Batman Returns, repitiendo Tim Burton tras las cámaras, Danny Elfman a cargo de la batuta y Michael Keaton en el papel de Bruce Wayne. En esta ocasión, el Hombre Murciélago debía enfrentarse a Catwoman y el Pingüino, en una película que superaba prácticamente en todo a la primera entrega. Visualmente hablando, el peculiar estilo onírico que con tanta maestría enarbola Tim Burton en todas sus obras volvía a ponerse al servicio de la franquicia Batman para brindarnos una Gotham City más gótica que nunca, gracias a la elaboradísima fotografía de la película y unos decorados tanto interiores como exteriores que sobrecogen por su retorcida belleza y marcado barroquismo (algo de lo que las nuevas y tan aclamadas películas de Christopher Nolan sin duda carecen). Musicalmente hablando, Batman Returns cuenta también con la mejor BSO de toda la saga, ya que Danny Elfman consigue rubricar el que aún a día de hoy sigue siendo el mejor trabajo de su longeva carrera.


En lo referente a videojuegos, Batman Returns cuenta con adaptaciones que difieren bastante entre una u otra plataforma, debido a que hasta seis desarrolladoras estuvieron implicadas en la creación de títulos basados en la película. Entre dichas adaptaciones se encuentran los por muchos considerados como mejores videojuegos clásicos de Batman jamás lanzados (en concreto las versiones Mega CD y Super Nintendo). Pero comencemos por las reseñas de los Batman Returns destinados a ordenadores personales. La versión Amiga fue sin duda de las más decepcionantes, por no decir la que más: sprites minúsculos, controles pésimos, bugs por todos y cada uno de sus rincones… En definitiva, una versión absolutamente olvidable, que escoció aún más teniendo en cuenta que los aficionados esperaban una conversión directa del Batman Returns de PC que nunca llegó.

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Y es que la versión destinada a compatibles era infinitamente más interesante a todos los niveles. Tomaba la forma de una aventura gráfica (género rey en el sistema por aquella época) de excelente factura técnica con alguna que otra pincelada de acción en su desarrollo. Eso sí, el Batman Returns de PC palidecía al compararlo con los reyes del género (las míticas aventuras gráficas creadas por LucasArts y Sierra), por lo que acabó pasando sin pena ni gloria por el mercado de compatibles. La versión destinada a la fallida Lynx, desarrollada por la propia Atari, era un arcade de acción de scroll lateral con algunos elementos de plataformas en su desarrollo. El juego destacaba sobre todo por sus fenomenales gráficos, de lo mejor que pudo verse en la portátil aunque, obviamente, el título pasó completamente desapercibido dado que en su año de lanzamiento, 1992, ya quedaba más que claro que Lynx significaría un nuevo fracaso para Atari.


Y entramos de lleno en la versión Megadrive, la cual, como no, ofrecía la mezcla de acción y plataformas que ya se había convertido en santo y seña para la mayoría de videojuegos protagonizados por el Caballero Oscuro. Nos encontrábamos ante un juego de gráficos resultones y cuidada jugabilidad que, como de costumbre, no logró destacar debido a la feroz competencia en el género. Poco tiempo después, Malibu Interactive (encargada del desarrollo del Batman Returns de MD) decidió llevar dicho juego hasta Mega CD, el nuevo y flamante periférico-consola de Sega. Los juegos de Mega CD anteriormente lanzados en Megadrive solían ser idénticos a lo ya visto en la 16 bits de Sega, excepto quizá por el añadido de una nueva banda sonora o algún que otro vídeo incluido aprovechando la infinitamente superior capacidad de almacenamiento del CD en comparación con lo que podía albergar un cartucho. En el caso de este Batman Returns CD el resultado fue más que peculiar, ya que a las cinco fases de acción y plataformas ya incluidas en el original de MD se sumó nuevo contenido inédito que dejó con la boca abierta al más pintado.


Cinco fases de conducción en perspectiva frontal, en las cuales Batman pilotaba el batmóvil o la batlancha durante una serie de peligrosos trayectos infestados de enemigos, los cuales debíamos eliminar mientras nos habríamos paso en una intensa lucha contra el crono hasta llegar a la siguiente sección del nivel. Para defendernos contábamos con una ametralladora y un número limitado de misiles rastreadores de calor. Al término de cada fase nos esperaba un final boss de vistosa factura gráfica y peligrosos ataques especiales. Gráficamente hablando, la nueva sección de conducción incluida en Batman Returns CD era un auténtico regalo para la vista, además de todo un prodigio técnico que dejaba bien a las claras que la potencia del Mega CD a la hora de escalar y rotar sprites debía ser tenida en cuenta. Batman Returns CD quedó registrado como uno de los pocos títulos que lograron aprovechar como era debido las capacidades técnicas del malogrado periférico-consola de Sega, incluyéndose en una corta lista junto a las producciones que Core Desing desarrolló en dicha plataforma.


Mención especial para la banda sonora. Como era norma habitual gracias a la capacidad de almacenamiento del CD, este Batman Returns CD incluía una banda sonora digital que sustituía por completo a la mediocre BSO original de MD creada con el vetusto chip de sonido de la consola. Esto ya de por sí es motivo de celebración, aunque Sega, en lugar de incluir tal cual la banda sonora de la película original (algo que sucedió en otros títulos de MCD, como Hook, o en la propia versión Super NES de Batman Returns), se arriesgó a grabar música completamente nueva. Y decimos “se arriesgó” porque el trabajo de Danny Elfman para el film parecía ser insuperable. Pero Sega, como un Andrew Ryan cualquiera, eligió lo imposible… y acertó de lleno. Así, el gran Spencer Nilsen (quien por desgracia se retiró del mundo de la composición tras crear unas cuantas obras maestras de la BSO destinadas a Mega CD) tomó la batuta del Sega Multimedia Studio y creó una auténtica maravilla de 45 minutos de duración que a día de hoy sigue siendo considerada como la mejor banda sonora que jamás haya podido gozar producto de Batman alguno, ya sea en forma de videojuego, película o serie de animación.

 
Y eso teniendo en cuenta que Nilsen tenía que codearse con pesos pesados de la talla de Danny Elfman (encargado de la música de las dos primeras películas del Caballero Oscuro) o Shirley Walker (compositora de las series de televisión Batman: The Animated Series -1992 a 1995-, The New Batman Adventures -1997 a 1999- y Batman Beyond -1999 y 2000-). Pero es que sólo hay que escuchar melodías como la que suena en el menú de opciones de Batman CD (el cual simula el cuadro de mandos del batmóvil) para darse cuenta de que el Caballero Oscuro jamás ha contado o contará con mejor acompañamiento musical. Y siguiendo con las pequeñas joyas surgidas a raíz de las adaptaciones de Batman Returns destinadas a formato videojuego, pasamos a la más que notable versión que Konami desarrolló en Super Nintendo, la cual tomó forma de un beat ’em up al más puro estilo Final Fight, género por entonces muy popular en salones recreativos. Era precisamente en aquellos añorados templos del ocio interactivo donde la compañía nipona no dejaba de demostrar su maestría a la hora de programar títulos de dicho género, con juegos de calidad más que contrastada como Los Simpson (1991), las dos entregas de las Tortugas Ninja (1989 y 1991), Asterix (1992) o Bucky O’Hare (1992). Pues bien, Konami trasladó todo su buen hacer y experiencia en el beat ’em up para desarrollar el juego que nos ocupa, demostrando que el “yo contra el barrio” sentaba a Batman como un guante, siendo además un soplo de aire fresco teniendo en cuenta los numerosos juegos de scroll lateral con toques de plataformas que había protagonizado el personaje hasta aquel momento.


Gráficamente, el juego era una auténtica gozada, trasladando a la perfección la excepcional ambientación y barroca fotografía con la que Tim Burton había dotado al film en el que el cartucho se inspiraba. En lo referente a melodías, nos encontramos con el que quizá sea el título que mejor rendimiento sacó al chip de sonido de Super Nintendo en toda la trayectoria de la consola. Y es que la música había sido digitalizada directamente desde la banda sonora del film, por lo que era el mismísimo Danny Elfman el que amenizaba nuestras partidas con su trabajo. Obviamente, la calidad de la grabación se encontraba a años luz de la que podía escucharse en la película o en el CD de la banda sonora, pero asombraba comprobar cómo el chip de sonido de una consola de 16 bits con el cartucho como formato de almacenamiento podía llegar a albergar una BSO tomada directamente de la película. Era obvio que el trabajo de Sony (encargada de la creación de dicho chip de sonido durante la época en la que tanto la futura creadora de PlayStation como la gran N iban de la mano) fue simplemente inmejorable. El juego incluía también una fase de conducción frontal a bordo del batmóvil, aunque infinitamente inferior en cuanto a calidad y puesta en escena respecto a lo visto en Batman Returns CD, ya que el afamado Modo 7 de Super Nintendo no tenía nada que hacer frente a las capacidades de escalado y rotación que Mega CD atesoraba en su interior.

La versión NES de Batman Returns (programada también por Konami) mantenía la filosofía beat 'em up de su hermana mayor. Por último, las versiones Master System y Game Gear consistían en juegos de acción y plataformas de scroll lateral al estilo de lo visto en Megadrive. Eso sí, dichos juegos diferían a casi todos los niveles respecto al Batman Returns de 16 bits, dado que habían sido desarrollados por una compañía diferente. Los niveles estaban estructurados de forma que podíamos elegir rutas fáciles o difíciles a lo largo de nuestro periplo, lo cual sin duda era de agradecer.

Batman: The Animated Series

Año de lanzamiento: 1993

Plataforma: Game Boy

Desarrollador: Konami

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El éxito de las dos películas del Caballero Oscuro (aunque Batman Returns, al parecer, acabara recaudando menos de lo esperado por la productora, lo que acabó desencadenando algún tiempo después el desastre para la franquicia en su ámbito cinematográfico) propició que Warner Bros. se lanzara a crear una serie de animación basada en el personaje, la cual alcanzó unas cotas de calidad impresionantes (buena prueba de ello son los tres premios Emmy que logró cosechar). La puesta en escena, la fenomenal banda sonora de Shirley Walker y el peculiar estilo de dibujo (basado en el trabajo de Bruce Timm, uno de los productores de la serie) fueron varias de sus principales señas de identidad. El hecho de mantener la ambientación y forma de tratar al personaje vistas en sus mejores cómics y en las dos películas de Burton también ayudó a elevar la calidad del producto final. Game Boy fue la primera en recibir un videojuego basado en la serie de animación, que llegó un año después de que diera comienzo su emisión.


El título tomaba forma, como no, de un juego de acción y plataformas. Eso sí, Konami había puesto especial atención en el aspecto y diseño de los niveles, haciéndolos muy distintos entre sí, lo que ayudó a evitar la monotonía que suele darse en esta clase de juegos. Muchos de los principales enemigos de Batman vistos en la serie de animación hacían aquí las veces de jefes finales, por lo que la variedad en dicho aspecto también estaba asegurada. Además, por primera vez en un juego de Batman, en un par de ocasiones tomábamos el control de Robin, su pupilo y fiel compañero, lo que otorgaba algo más de diversidad a este The Animated Series.

The Adventures of Batman & Robin
Año de lanzamiento: 1994
Plataformas: Mega CD, Megadrive, Game Gear, Super Nintendo
Desarrolladores: Clockwork Tortoise (MD y MCD), Novotrade (GG), Konami (SNES)

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Dado que Robin acabó afianzándose como el principal secundario de la serie de animación, la segunda temporada de la misma cambió su denominación a The Adventures of Batman & Robin. Es precisamente esta etapa la elegida tanto por Sega como por Konami para desarrollar un nuevo videojuego del Caballero Oscuro, el cual, como era norma habitual en la franquicia, difería bastante de una plataforma a otra, hasta el punto de tener que hablar de juegos completamente distintos.


La versión Megadrive tomaba forma de un juego de acción frenética, con más toques de shooter que de plataformas, en el que se ponían al límite las capacidades técnicas de la consola con florituras gráficas que hasta aquel entonces solo habíamos visto en los juegos programados por Treasure para la 16 bits de Sega. Por primera vez en la franquicia, dos jugadores simultáneos podían participar en la aventura, obviamente en los roles de Batman y Robin. Eso sí, no existía diferencia alguna entre los dos héroes, dado que ambos poseían idénticos ataques tanto a distancia como cuerpo a cuerpo. El principal enemigo del juego era Mr. Freeze (sin duda el villano al que mejor sentó el salto a la animación, dado que en el mundo de los cómics solía ser un personaje bastante patético), aunque por supuesto aparecían muchos otros adversarios del Caballero Oscuro, tales como Harley Quinn (otro gran acierto de la serie de animación), Joker o Dos Caras. El juego destacaba por su extrema dificultad, convirtiéndose en todo un desafío al que solo los jugadores más expertos podían hacer frente con garantías.


El The Adventures of Batman & Robin destinado a Mega CD, en cambio, se inspiraba por completo en las fases de conducción vistas en el sobresaliente Batman Returns lanzado en la misma plataforma. Aquí no existen niveles de acción de scroll horizontal, aunque a cambio podemos disfrutar de intensas y espectaculares persecuciones a bordo del batmóvil o el batwing, en las que el Mega CD vuelve a demostrar que no existía en su generación plataforma capaz de toserle en lo que a escalado y rotación de sprites se refería. Como curiosidad, el juego incluye unos dieciséis minutos de escenas animadas inéditas creadas específicamente para la ocasión, las cuales servían para desarrollar y hacer avanzar la historia entre fase y fase. Los aficionados a la serie de televisión suelen referirse a dichas escenas como “el episodio perdido”, dado que en ellas trabajó el mismo equipo de doblaje. En lo referente a la banda sonora, Spencer Nielsen volvía a dar muestras de su talento, aunque su trabajo no alcanzó la calidad de lo escuchado en Batman Returns CD.

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La versión Super Nintendo destacaba por su buen hacer en todos y cada uno de sus apartados. Gráficamente hablando era la más semejante a la serie de animación. Aunque la mayor parte de su mecánica se basaba en la clásica acción bidimensional, Konami otorgó una gran variedad al desarrollo, con secciones de conducción (de perspectiva aérea en lugar de frontal) y originales batallas contra jefes finales dotadas de mecánicas y planteamientos que cambiaban notablemente de un enfrentamiento a otro. El juego no permitía la participación de dos jugadores simultáneos, dado que Robin tenía un papel muy corto en él.


Batman Forever
Año de lanzamiento: 1995
Plataformas: Super Nintendo, Megadrive, Master System, Game Gear, Game Boy, PC
Desarrolladores: Acclaim Studios London (SNES, MD, MS, GB), Probe Entertainment (GG, PC)


“Creo que les interesa tener otro punto de vista del asunto. Sigo relacionado con el proyecto porque ese universo me importa mucho. Es como haber criado a un niño y verlo volar con sus propias alas. Me siento muy cerca de Batman y estoy dispuesto a dar todo tipo de consejos al estudio si lo desean, pero tengo que distanciarme un poco, porque, al fin y al cabo, Batman les pertenece”. Con estas palabras, Tim Burton cerró su participación en la franquicia cinematográfica de Batman. Los lumbreras de Warner, habiendo quedado insatisfechos con la recaudación de Batman Returns, acabaron llegando a la conclusión de que la franquicia necesitaba un giro más comercial y menos oscuro. Así, contrataron a Joel Schumacher como director de la tercera entrega de Batman, y el resultado fue una de las mayores humillaciones que el Caballero Oscuro ha sufrido a lo largo de su dilatada carrera. La película era un absoluto despropósito sin pies ni cabeza en la que el sinsentido, la irracionalidad y el absurdo campaban a sus anchas. Una auténtica pesadilla que los aficionados a los videojuegos, desgraciadamente, también tuvimos que sufrir en nuestras carnes.


Dicho sufrimiento llegó, como no, en forma de videojuego encargado de trasladar a formato interactivo ese horror con forma de película llamado Batman Forever, el cual también podía haberse llamado “Batman Kombat”. Y es que Acclaim decidió inspirarse en la por aquella época más que famosa saga de lucha Mortal Kombat, elaborando el apartado visual mediante gráficos digitalizados a partir de actores reales (no eran los mismos de la película, y menos mal, dado que Val Kilmer, Jim Carrey y compañía firmaron en Batman Forever los peores papeles con diferencia de sus respectivas filmografías), dando como resultado una extraña amalgama entre acción, plataformas y juego de lucha estilo Street Fighter cuyo resultado fue, como mínimo, desequilibrado. En definitiva, un título tan olvidable como la película en la que se basó.


Batman Forever: The Arcade Game
Año de lanzamiento: 1996
Plataformas: Arcade, PlayStation, Saturn, PC
Desarrollador: Iguana Entertainment


Acclaim, sin tener en cuenta el dolor que producía a los aficionados del Caballero Oscuro encontrarse ante un juego basado en la vomitiva película Batman Forever, decidió repetir un año después, encargando a Iguana Entertainment la programación de un beat ’em up que vio la luz en recreativas antes de ser trasladado a las plataformas  más potentes de la época. Todo hay que decirlo, como beat ’em up, Batman Forever: The Arcade Game es un título bastante completo, dado que tanto Batman como Robin (los dos personajes a elegir) poseen un catálogo de golpes lo suficientemente variado como para otorgar a los combates la diversidad necesaria que un “yo contra el barrio” demanda para evitar caer en la monotonía. Eso sí, los gráficos, poseedores nuevamente de ese extraño look que otorgan las digitalizaciones a baja resolución, no ayudaban precisamente a que el juego obtuviera el beneplácito del público, dado que los tonos pastel y las luces de neón que invadieron la película para destrozarla sin remedio (Gotham City pasó a ser Rainbow City) se encontraban aquí más que presentes.


Batman & Robin
Año de lanzamiento: 1998
Plataforma: PlayStation
Desarrollador: Probe Entertainment


Por desgracia para la humanidad en general y los aficionados a Batman en particular, la película Batman Forever obtuvo una buena recaudación en cines (y es que los simpatizantes del Hombre Murciélago fueron a verla religiosamente, sin imaginarse el espanto que deberían afrontar, y el boca a boca tardó en hacer efecto), por lo que los gerifaltes de Warner decidieron perpetrar un nuevo atropello al personaje, dando luz verde a Joel Schumacher para que volviera a poner en marcha su teatro de la infamia. Y esta vez, desde luego, rompió todos los registros. Batman & Robin era aún más espantosa, absurda e irracional de lo que había sido Batman Forever, y eso es mucho decir. Ni siquiera la casposa serie de televisión de los 60 o los tebeos posteriores al Cómics Code llevaron al Caballero Oscuro a tal nivel de sinsentido. Por fortuna, esta vez pasó lo que tenía que pasar: la película se estrelló en taquilla (sólo logró recuperar la mitad de su presupuesto global), por lo que cualquier idea de un Batman 5 con Schumacher al frente se borró de las mentes de los indoctos de Warner. En lugar de eso, decidieron meter al personaje en la nevera en lo que a cine se refería a espera de tiempos mejores.


Y no, en esta ocasión tampoco pudimos librarnos del correspondiente videojuego encargado de trasladar semejante “obra” a formato interactivo. Acclaim encargó a Probe Entertainment la creación de un juego que, al menos en apariencia, mostraba bastante ambición. Aunque el género sandbox que por aquel entonces acababa de inaugurar el primer Grand Theft Auto (DMA Desing, 1997) aún no estaba definido del todo, Probe decidió echar mano de él para programar un título en el que como Batman, Robin o Batgirl debíamos recorrer de un extremo a otro esa pesadillesca Gotham de neón y colores pastel engendrada por Schumacher en la pantalla grande. Vamos, toda una tortura china que cualquier aficionado a Batman era incapaz de soportar más de cinco minutos seguidos. La ciudad estaba salpicada por varias misiones de libre recorrido, las cuales eran de todo menos jugables. En definitiva, uno de los peores juegos del Caballero Oscuro, basado en la más horrorosa de sus películas.


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Batman Beyond: Return of the Joker
Año de lanzamiento: 2000
Plataformas: Game Boy Color, PlayStation, Nintendo 64
Desarrollador: Kemco


Aunque tanto Schumacher como los responsables de ponerlo en la silla de director habían enterrado a Batman en lo que a la pantalla grande se refería hasta nuevo aviso, las aventuras del Caballero Oscuro continuaban a buen ritmo en la pequeña pantalla, llegando a su conclusión con Batman Beyond (o Batman del Futuro, como la conocimos por aquí), un excepcional broche de oro a la trayectoria de Batman en el mundo de la animación. Batman Beyond fue emitida de 1999 a 2002, contando con un total de 52 episodios divididos en tres temporadas y una película como final de la serie, la denominada Return of the Joker, que además sirvió de inspiración para el juego que nos ocupa.


Batman Beyond está ambientada unos 40 años después de lo narrado en la última serie de animación del Hombre Murciélago (The New Batman Adventures), mostrándonos a un anciano Bruce Wayne en su retiro forzoso, el cual tuvo lugar largo tiempo atrás, cuando en su última salida como Batman sufrió un ataque al corazón que le empujó a abatir a uno de sus enemigos con una pistola como último acto desesperado para salvar su propia vida. Aislado en su batcueva, con Ace, su fiel perro, como única compañía, Bruce Wayne es consciente de que una nueva escalada criminal en Gotham hace necesaria la reaparición de Batman, por lo que decide pasar el testigo a un joven de 16 años llamado Terry McGinnis. Bruce se dedicará desde entonces a instruir a su nuevo y alocado pupilo adolescente, quien con el tiempo demostrará ser un digno heredero del legado del Hombre Murciélago. Return of the Joker, capítulo final de la serie en forma de película de animación, narra el sorprendente regreso del Payaso del Crimen, más letal y peligroso que nunca, que por alguna extraña razón no ha envejecido lo más mínimo. Bruce no cree que sea el verdadero Joker, dado que lo vio morir décadas atrás. Sin embargo, todo parece indicar lo contrario: el Joker está de vuelta, dispuesto a sumir Gotham en el caos para acabar tanto con el Batman original como con el joven que ha recogido su legado.


Y ahora pasemos a centrarnos en el videojuego. Éste tomaba la forma de un beat ’em up poligonal estilo Final Fight, que por desgracia se encontraba muy alejado de la calidad que Konami logró alcanzar con la versión SNES de Batman Returns. El juego además tuvo la desgracia de salir a la venta durante la época en que el género “yo contra el barrio” arrastraba una profunda crisis. El salto a la era poligonal no había sentado nada bien al beat ’em up, por lo que pocos títulos hacían uso de su mecánica, siendo la mayoría de ellos crucificados por la prensa especializada. Este Batman Beyond: Return of the Joker no fue una excepción, aunque desde luego la dureza con la que se le trató estaba más que justificada: catálogo de golpes y movimientos paupérrimo, animaciones bruscas y robóticas hasta decir basta, gráficamente limitado, diseños de una simpleza vergonzante, jugabilidad e IA muy limitadas… En definitiva, un juego para olvidar, que ni mucho menos llegó a estar a la altura de la película en que se basaba.


Batman: Chaos in Gotham
Año de lanzamiento: 2001
Plataforma: Game Boy Color
Desarrollador: Digital Eclipse


The New Batman Adventures (1997 a 1999), la segunda serie de animación televisiva basada en las andanzas del Caballero Oscuro, fue el punto de partida elegido por Digital Eclipse para crear un nuevo videojuego destinado a Game Boy Color con el Hombre Murciélago de protagonista. Chaos in Gotham partía de un hilo narrativo (más bien excusa argumental) ya familiar para los aficionados a la franquicia: una fuga masiva del Asilo Arkham deja Gotham a merced de los criminales y villanos más peligrosos de la ciudad. Por supuesto, Batman será el encargado de pararles los pies, esta vez con la ayuda de Nightwing (quien no es otro que Dick Grayson, el primer pupilo de Batman, ya crecidito), Batgirl y Robin. Eso sí, durante el juego sólo podremos controlar a Batman y Batgirl.


Nos encontramos ante un juego bastante competente, dotado de la suficiente calidad como para convertirse en un apetitoso bocado para los usuarios de GBC. La mecánica y desarrollo del título es tan tradicional como cabría esperar, con una eficaz mezcla de acción y plataformas en la que Batman usa buena parte de sus famosos gadgets, tales como el garfio y el batarang. Las fases de conducción (pilotaremos tanto el clásico batmovil como el batwing y el batcycle) otorgan la necesaria variedad cuando el juego corre el riesgo de caer en la monotonía. Gráficamente, Batman: Chaos in Gotham cumple con nota, destacando la fluidez de las animaciones y el buen uso que se le da a la paleta de color de GBC, con unos decorados bastante llamativos para lo que suele ser habitual en la portátil. En definitiva, tras los últimos fiascos, fue todo un alivio encontrar un juego de Batman con la calidad suficiente como para ser un digno representante de la franquicia.

Batman: Gotham City Racer
Año de lanzamiento: 2001
Plataforma: PlayStation
Desarrollador: Ubisoft


La serie The New Batman Adventures volvió a servir de inspiración para un juego del Caballero Oscuro, tratándose en esta ocasión de un título de conducción arcade en el que debíamos recorrer las calles de Gotham City a bordo de diversos vehículos con el noble objetivo de mantener la ciudad libre de criminales. El juego que nos ocupa es un auténtico despropósito de principio a fin, dotado de uno de los peores apartados gráficos que se recuerdan en PS1 (y eso que la consola ya había alcanzado su ciclo final de vida), un control pésimo y un desarrollo que invitaban a extraer el disco de la consola para usarlo de posavasos y así darle al menos alguna utilidad. El juego no llegó a salir de Estados Unidos, por lo que los usuarios del viejo continente nos libramos de tener que sufrirlo. Lo único que logró este título fue hacernos añorar aún más las excelentes secciones de conducción de las versiones Batman Returns y The Adventures of Batman & Robin destinadas a Mega CD.


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Batman Vengeance
Año de lanzamiento: 2001
Plataformas: Game Boy Advance, PlayStation 2, GameCube, Xbox, PC
Desarrollador: Ubisoft


Aunque no era ni mucho menos una maravilla, Batman Vengeance sin duda se benefició del hecho de ser el mejor juego de la franquicia que los sistemas de sobremesa habían visto en años (desde aquel ya por entonces lejano The Adventures of Batman & Robin de 1994). Basado en la serie de animación, el juego narraba las consecuencias de una escalada criminal como jamás se había visto en Gotham. El enésimo enfrentamiento entre Batman y el Joker se había saldado con la supuesta muerte del segundo, por lo que los más peligrosos criminales de la ciudad gótica se lanzaron a las calles con el objetivo de hacerse con el trono de rey del crimen, que había quedado vacante tras la desaparición del Joker.


El apartado audiovisual de Batman Vengeance destacaba por encima del resto de características del juego, consiguiendo captar con acierto la atmósfera tanto de la serie de televisión como de los personajes que pululaban por ella. El juego estaba además doblado por las voces habituales de la pequeña pantalla, entre ellas Mark Hamill (el inolvidable rostro de Luke Skywalker en Star Wars) como Joker, lo que contribuía a aumentar la fidelidad con dicha serie. Por contra, el punto débil de Batman Vengeance se encontraba en su jugabilidad, demasiado simple y repetitiva, y en un grado de dificultad excesivamente magnánimo con el jugador, el cual podía superar el juego en unas cuantas horas sin complicación alguna. El Caballero Oscuro parecía seguir sin levantar cabeza en el mundo de los videojuegos, por lo que los aficionados aún debían aguardar la llegada del juego de Batman definitivo.


Batman: Dark Tomorrow
Año de lanzamiento: 2003
Plataformas: GameCube, Xbox
Desarrollador: HotGen


Dark Tomorrow es una de las mayores decepciones, por no decir la que más, que los seguidores de Batman se han llevado a lo largo de la accidentada trayectoria del Caballero Oscuro en nuestro querido mundillo. Desde 1992 (año de lanzamiento de Batman: Revenge of the Joker en Megadrive), los juegos de Batman siempre habían estado basados en alguna de sus películas o series de animación. Los cómics se dejaron a un lado, algo que no se entendía dada la calidad que atesoraban algunos de ellos. Dark Tomorrow llegó tanto para llenar ese hueco como para convertirse en el mejor juego de Batman jamás creado, al menos en teoría. Los primeros contactos con el título así lo apuntaban: estética oscura, sobrecogedor apartado gráfico, prometedora mecánica, excelente diseño de personajes… El encuentro con el producto final reveló que ni mucho menos era oro todo lo que relucía.


Los temores de que un estudio como HotGen (quienes hasta entonces contaban en su currículum con el desarrollo de unos cuantos proyectos para Game Boy Color bajo el auspicio de LucasArts como únicos títulos destacados) no podía estar a la altura de las circunstancias resultaron ser más que fundados. La puesta en escena era notable, pero Dark Tomorrow se desveló como un auténtico despropósito en todo lo referente a jugabilidad. Con la columna vertebral del juego destrozada, poco importaban las bondades que pudieran enarbolar el resto de apartados. Frustrante hasta decir basta, con uno de los peores controles que se recuerdan y una cámara capaz de enfocarse en todo momento en los ángulos más incómodos para el jugador, Dark Tomorrow es otro nuevo intento fallido para insuflar aunque solo fuera una leve brisa de calidad a los juegos basados en el universo del Caballero Oscuro.


Batman: Rise of Sin Tzu
Año de lanzamiento: 2004
Plataformas: Game Boy Advance, PlayStation 2, GameCube, Xbox
Desarrollador: Ubisoft


Ubisoft, quien aún mantenía la licencia para desarrollar videojuegos basados en la serie de animación The New Batman Adventures, siguió exprimiendo un poco más su particular gallina de los huevos de oro con el lanzamiento de Batman: Rise of Sin Tzu, un beat ’em up que, al menos en teoría, planeaba convertirse en el mejor juego de Batman de lo que por entonces llevábamos de siglo XXI. Pero los aficionados a las andanzas del Hombre Murciélago ya estábamos cansados de escuchar lo mismo una y otra vez, por lo que no llegamos a sorprendernos cuando el resultado final acabó revelándose como bastante pobre. En teoría, los simpatizantes del castigado género beat ’em up (que seguía siendo demonizado por la prensa especializada a pesar de que Dynasty Warriors 2 -Koei, 2000- había conseguido revitalizarlo) deberían haber encontrado un mínimo de diversión en el título, pero una serie de errores garrafales tanto en mecánica como en jugabilidad dieron al traste con cualquier atisbo de esperanza.

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Batman: Rise of Sin Tzu acaparó algo de atención principalmente por presentar un villano inédito en la franquicia del Caballero Oscuro, Sin Tzu, el cual había sido creado para la ocasión por Jim Lee, uno de los mejores dibujantes de cómics de las últimas décadas. Sin embargo, Sin Tzu acabó cayendo en el más profundo de los olvidos tal y como pasó con el juego que lo vio nacer, por lo que jamás volvió a hacer acto de aparición en el universo Batman. El título nos brindaba la posibilidad de seleccionar entre Batman, Nightwing, Robin y Batgirl, cada uno con su propio catálogo de movimientos. También incluía un modo para dos jugadores simultáneos, toda la puesta en escena de la notable serie televisiva en la que se basaba y un argumento algo más elaborado de lo que suele ser habitual en un juego de Batman. Pero Rise of Sin Tzu no funcionaba, principalmente por la absurda imposición de incluir límites de tiempo muy estrictos en cada nivel que convertían cada partida en un absurdo correcalles sin sentido alguno, al tiempo que echaban por tierra cualquier intento de disfrutar el juego con tranquilidad.

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Batman Begins
Año de lanzamiento: 2005
Plataformas: Game Boy Advance, PlayStation 2, GameCube, Xbox
Desarrollador: Eurocom


Transcurrieron siete años desde aquel fatídico día en que Joel Schumacher, con el beneplácito de los gerifaltes de la Warner, acabara de destrozar por completo la franquicia de Batman en el terreno cinematográfico. Pero no hay mal que cien años dure por lo que, tras algo más de un lustro en la nevera, el Caballero Oscuro regresó para volver a probar suerte en el mundo del cine. Con Christopher Nolan, un director que ya había mostrado su valía con la genial Memento (2000) y la efectiva Insomnia (2002), tras las cámaras, Christian Bale en el papel de Batman y un guión en el que se borraron de un plumazo los colores pastel, las luces de neón, los excesos y los batpezones, había esperanza para recuperar al Hombre Murciélago en el mundo del cine. Y así fue como Batman Begins se convirtió en un gran éxito, dejando satisfechos a los aficionados al Caballero Oscuro.


La película era infinitamente superior a los dos engendros ideados por Schumacher años atrás (algo por otro lado nada difícil) y, aunque no igualaba a los dos films de Tim Burton, al menos tampoco quedaba demasiado atrás. Se echaban bastante de menos tanto el barroquismo y la onírica fotografía de los dos primeros films de Batman (la nueva Gotham City que nos muestra Nolan no difiere en nada de lo que podemos encontrar en cualquier urbe norteamericana de la actualidad) como la música de Danny Elfman (la BSO de Batman Begins, creada por Hans Zimmer y James Newton Howard, carecía de cualquier atisbo de personalidad, llegando a cansar con demasiada rapidez), por no decir que el film adolecía de varios errores que empañaban el resultado final, entre los que destacaban unas secuencias de acción en las que no se veía absolutamente nada, ya que la cámara se convulsionaba como si estuviera siendo manejada por un chimpancé borracho en pleno ataque epiléptico. Pero por regla general el resultado fue bueno, y Nolan además tomó buena nota de sus errores para no volver a cometerlos en el futuro.


En cuanto al obligatorio videojuego basado en el film, llegó un día antes del estreno de la película, encargándose la veterana Eurocom de su programación. Dicho estudio suele especializarse en realizar adaptaciones película-videojuego, siendo responsable de títulos como 007: El Mundo Nunca es Suficiente, Atlantis, Harry Potter y la Cámara de los Secretos o Piratas del Caribe: En el Fin del Mundo. Batman Begins tomaba forma de un juego de acción en el que se prestaba especial atención al uso del entorno por parte del Hombre Murciélago a la hora de eliminar a sus enemigos. Tal y como se ve en la película, contaremos con la opción de usar la oscuridad para infiltrarnos, además de poder colgarnos de los más inverosímiles lugares, todo con el objetivo de coger a los enemigos por sorpresa para eliminarlos uno a uno sin que lleguen a saber qué está pasando.


En el juego también se incluyen un par de fases de conducción a bordo del batmóvil (o más bien battanque, y es que el vehículo que el Hombre Murciélago utiliza en las películas de Christopher Nolan guarda no pocos parecidos con el leviatán aparecido en el cómic The Dark Knight Returns), las cuales destacan por su buen hacer, intensidad y diversión. En este sentido se nota que algunos de los programadores de la saga Need for Speed (franquicia perteneciente a EA, quien también auspició el juego que nos ocupa) participaron en su desarrollo. Gráficamente hablando, Batman Begins también cumple con solvencia, haciendo uso de un engine que dota de espectacularidad y buen hacer a todo lo que concierne al apartado técnico. Destacar también el sensacional trabajo de doblaje al castellano, en el que participan los mismos actores de la película.


Como puntos negativos tenemos una excesiva linealidad durante toda la aventura, la cual además acaba haciéndose demasiado corta y fácil; a esto hay que añadir varios bugs en cuanto a detección de colisiones e interactividad con los elementos del escenario, todo ello sin duda fruto del escaso tiempo de desarrollo con el que Eurocom contó a la hora de programar el juego, algo habitual cuando hablamos de adaptaciones cinematográficas a formato interactivo. Pero el resultado general no deja de ser notable, por lo que se puede decir que Batman Begins permitió al Caballero Oscuro enderezar su camino también en lo referente a videojuegos (y ya iba siendo hora). Un nuevo y aceptable comienzo para una leyenda, que prometía ofrecer muchas satisfacciones en un futuro no demasiado lejano.


Lego Batman
Año de lanzamiento: 2008
Plataformas: Nintendo DS, PlayStation Portable, PlayStation 2, Wii, PlayStation 3, Xbox 360, PC
Desarrollador: Traveller’s Tales


Lego Star Wars (Traveller’s Tales, 2005) se convirtió en toda una sorpresa para los aficionados a esa galaxia tan lejana que debutara en las salas cinematográficas en aquel también lejano año 1977. A pesar de que su puesta en escena, completamente basada en la popular franquicia juguetera Lego, daba a entender que se trataba de un título infantil, su adictiva mecánica, humor socarrón y profundidad jugable lo convertían en un juego apto para todos los públicos. El éxito de dicho título dio pie a una secuela (Lego Star Wars II, 2006) y un recopilatorio (Lego Star Wars: The Complete Saga, 2007), tras lo que Traveller’s Tales decidió trasladar la filosofía Lego a otras populares licencias. Lego Indiana Jones (2008) fue el primero, siguiéndole poco después el juego que nos ocupa, Lego Batman, basado en las andanzas comiqueras del Caballero Oscuro.

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El juego es toda una gozada para los fans del personaje, dado que conserva intactas las virtudes de las entregas anteriores de la franquicia Lego. Así, debemos abrirnos paso a lo largo de 30 niveles (15 para los héroes y 15 para los villanos) a golpe de nudillo, al tiempo que usamos los gadgets y vehículos típicos del universo Batman para acceder a zonas ocultas que nos permitirán obtener los ansiados ítems y objetos necesarios para completar el juego al 100 %. Como es habitual en la saga Lego, el juego no es nada difícil (contamos con vidas infinitas, sufriendo como única penalización al perder alguna la desaparición de unas pocas de las piezas lego necesarias para aumentar nuestro porcentaje de nivel completado), por lo que su desafío y diversión se apoyan en la existencia de innumerables recovecos repletos de todo tipo de secretos, para cuyo acceso necesitaremos disponer de personajes que deberemos desbloquear previamente, dando como resultado un título altamente rejugable.


Gráficamente hablando, el juego destila por todos sus poros el innegable carisma que los juguetes Lego siempre han poseído. Es toda una gozada controlar las versiones miniaturizadas y simplificadas hasta el extremo de buena parte de los personajes que forman el universo Batman, tanto héroes como villanos. Incluso el propio Alfred se lanzará al ruedo, bandeja en mano y con esa impasible expresión de gentleman británico por bandera, para repartir tortas a todo el que se le ponga por delante. En cuanto a ambientación, el juego se encuentra parejo a la oscuridad y barroquismo de las películas de Tim Burton. Incluso la banda sonora que Danny Elfman creara para dichos films hace acto de presencia, siendo otro de sus muchos puntos favorables. El único aspecto negativo que quizá se pueda achacar a Lego Batman es el desgaste de una mecánica que ha permanecido invariable a lo largo de toda la saga Lego. Aún así, nos encontramos ante un título que ningún aficionado al Caballero Oscuro debería dejar escapar.


Batman: Asilo Arkham
Año de lanzamiento: 2009
Plataformas: PlayStation 3, Xbox 360, PC
Desarrollador: Rocksteady Studios

En principio estaba previsto que la apoteósica película El Caballero Oscuro (2008) contara con una adaptación a formato interactivo por parte de Pandemic, en la que se mezclarían elementos sandbox provenientes de Grand Theft Auto y Assassin’s Creed, aunque dicho proyecto fue finalmente cancelado. Una pena dado que Pandemic ya había demostrado con solvencia su experiencia en el género sandbox gracias a las dos entregas de Mercenaries, por lo que seguramente habríamos tenido como resultado un producto interesante. De todas maneras, algo mucho más grande y ambicioso se estaba cociendo a fuego lento en las oficinas de un joven estudio de programación llamado Rocksteady, cuyo primer y único trabajo hasta entonces había sido Urban Chaos (PS2 y Xbox, 2006), un título de buena factura y algún que otro destello de calidad, pero que desde luego no era nada del otro mundo. Así, mientras los ecos y las alabanzas hacia la segunda película del Caballero Oscuro dirigida por Christopher Nolan aún resonaban en los estamentos de la industria cinematográfica, algo muy gordo se gestaba en la del videojuego. Cuando el primer material gráfico de Batman: Arkham Asylum se distribuyó a la prensa, desde luego logró captar la atención de crítica y público, aunque no sin reservas y resquemores. Aquello no podía ser tan bueno como pintaba; después de todo estábamos hablando de un videojuego de superhéroes. Años de malos juegos de Batman (por no hablar de lo que lleva décadas sufriendo el pobre Superman) habían hecho mella en las expectativas de los aficionados, los cuales como mucho esperaban un título pasable que acabaría olvidado a las pocas semanas de salir a la venta.

Sin embargo, lo que teníamos entre manos era una auténtica obra maestra en la que trabajaron algunos de los mejores profesionales del cómic y la animación. Paul Dini, productor y guionista de la sensacional e irrepetible trilogía de series de animación de Batman emitidas a lo largo de la década de los 90 y primeros años del siglo XXI, se encargó del libreto del videojuego, volcando toda su sabiduría y buen hacer a la hora de construir un desarrollo impecable para la aventura, brindando además un tratamiento de personajes como no se había visto en años. Los principales actores de doblaje de la mencionada trilogía de series de animación sobre Batman (Batman The Animated Series, The New Batman Adventures y Batman Beyond) se encargaron de poner voz al videojuego (la localización al castellano también recibiría un idéntico mimo por parte de los responsables del videojuego), mientras el estudio Wildstorm, propiedad de DC Comics y abanderado por Jim Lee, se encargó de diseñar a los personajes.


El emplazamiento en el que transcurre la aventura de este nuevo y definitivo videojuego de Batman no podía haber estado mejor escogido por parte de Rocksteady. El Asilo Arkham, cuando es respetado y tratado con inteligencia por parte de los responsables que deciden usarlo como trasfondo argumental, se revela como el más sobrecogedor y fabuloso escenario posible en el que ambientar una aventura del Caballero Oscuro (lástima que Nolan no supiera explotarlo en su momento, podría haber surgido algo muy grande de ahí). Batman: Arkham Asylum comienza con el final de una nueva partida en el eterno juego en el que Batman y Joker llevan décadas participando. El Payaso del Crimen escapa de Arkham, siembra el caos en Gotham, mata a alguna que otra víctima inocente antes de que el Caballero Oscuro logre atraparlo, y entonces es devuelto a su fría y sucia celda en Arkham, lugar del que no tardará mucho en volver a escapar para que este eterno juego del gato y el ratón comience de nuevo. Sin embargo, esta vez es distinto. Joker se rindió en cuanto vio aparecer a Batman, sin entablar combate alguno; y es que el también llamado Agente del Caos ha decidido que está cansado del papel de ratón, por lo que inicia una revuelta en el sanatorio mental, liberando a los presos al tiempo que aísla en su interior al Caballero Oscuro, el comisario Gordon y los funcionarios que se encargan del mantenimiento y vigilancia de las inquietantes instalaciones. Ahora Joker es el gato, y piensa dar caza a Batman al tiempo que se afana en quebrar la ya de por sí inestable salud mental del Hombre Murciélago.


A partir de ahí nos vemos inmersos en una aventura a la que es imposible poner pega alguna. Las instalaciones del Asilo Arkham acabarán dejando en nuestras lúdicas existencias una huella similar a la que estampó aquella inquietante mansión de Resident Evil (Capcom, 1996). En una isla aislada sobre la que se alzan enormes edificios, oscuros pabellones, sótanos inescrutables, innumerables pasadizos secretos, cámaras ocultas y una red de inmensas cuevas, deberemos ponernos bajo la piel del Caballero Oscuro como nunca nos habíamos puesto hasta entonces para superar todos los desafíos que el Joker, Enigma, El Espantapájaros y tantos otros nos irán planteando. Un apartado gráfico sensacional que hace uno de los mejores usos del Unreal Engine 3 que han visto los tiempos; una mecánica absorbente y adictiva que nos invita a recorrer Arkham una y otra vez para desvelar todos sus secretos; un sistema de combate sencillo y accesible, a la par que espectacular y repleto de posibilidades; las secciones de sigilo en las que deberemos eliminar a nuestros enemigos uno a uno mientras saltamos de gárgola en gárgola, nos fundimos entre las sombras o recorremos estrechos conductos de ventilación; los mil y un detalles que salpican todos los rincones del juego; los bocetos, fichas de personajes y material audiovisual que rinde tributo a los más de 70 años de historia de Batman; el perfecto control del personaje y las decenas de posibilidades que brindan sus clásicos gadgets… Las virtudes de Arkham Asylum parecen no acabar nunca. En definitiva, nos encontramos ante uno de los mejores juegos de la presente generación. Si aún no lo has jugado, deja inmediatamente de leer esto y lánzate a por él de inmediato.

Batman: The Brave and The Bolt
Año de lanzamiento: 2010
Plataformas: Nintendo DS, Wii
Desarrollador: WayForward Technologies


Desde que Bruce Timm y Paul Dini pusieran fin a su excelente trilogía de series de animación sobre el Caballero Oscuro en 2001, han sido muchos los productos lanzados posteriormente que buscaban repetir el éxito cosechado. Sin embargo el listón quedó situado a una altura estratosférica, y nadie se ha acercado siquiera a él. Batman: The Brave and The Bolt (llamado por estos lares Batman el Intrepido, ejem…), basada en una añeja serie de cómics en la que diversos personajes de DC cruzaban destinos para compartir aventuras, es uno de los más recientes ejemplos de que para hacer las cosas bien con el Caballero Oscuro hace falta entender al personaje y tener talento para tratarlo. Algunas veces casposa, otras rematadamente ridícula, e incluso con algún que otro momento divertido, The Brave and The Bolt toma la vertiente humorística y colorida del personaje que ya sufrimos en la risible serie de televisión sesentera y en las dos horripilantes películas de Joel Schumacher. Es otra forma de tratar al personaje, sí, pero desde luego también es una que no suele ser santo de la devoción de los más acérrimos aficionados a Batman.


Dejando gustos a un lado, es hora de centrarnos en el videojuego que trasladaba dicha serie a formato interactivo. Programado por WayForward Technologies, expertos en desarrollos bidimensionales y creadores entre otros grandes títulos de Shantae (2002, Game Boy color), Contra 4 (DS, 2007), Thor (DS, 2011) o Aliens: Infestation (DS, 2011), el juego que nos ocupa resulta ser todo un delicioso retorno a los orígenes, ya que ha sido construido usando mecánicas inspiradas en los juegos clásicos de Batman (en especial aquel gran The Adventures of Batman & Robin). El desarrollo bidimensional y los gráficos construidos a golpe de píxel y sprite, de forma completamente artesanal, trasladan a la perfección el aspecto visual y el apartado artístico de la serie en la que se inspira. El buen hacer de WayForward a la hora de construir juegos con claro sabor a clásico echa el resto para brindarnos un título de lo más divertido, toda una gozada a la hora de jugar dado la escasez de propuestas como la que nos ocupa, donde los polígonos brillan por su ausencia.

El desarrollo de los niveles es lo suficientemente imaginativo y variado como para que nuestra trayectoria no se reduzca únicamente a avanzar y eliminar a todo lo que se mueve. Por el juego se dejarán ver una buena cantidad de personajes tomados de la serie de televisión, todos con el aspecto alegre y desenfadado ya visto en el show original. A pesar de que Wii no soporta alta definición, el juego se ve de fábula incluso en televisores de grandes dimensiones, demostrando al igual que con títulos del corte de Muramasa: The Demon Blade (Vanillaware, 2009) o Wario Land: The Shake Dimension (Nintendo, 2008) que la sobremesa de Nintendo no necesita gráficos a 1080p para sorprender visualmente. Eso sí, por desgracia no es oro todo lo que reluce en este Batman: The Brave and The Bold, ya que aunque al principio nos lo pasaremos en grande saltando de plataforma en plataforma y eliminando enemigos al más puro estilo “vieja escuela”, a medida que superemos fases acabaremos cayendo en un inevitable estado de apatía, y es que el juego es demasiado fácil, e incluso diríamos insultantemente facilón en no pocas ocasiones. Es obvio que WayForward ha buscado con esta accesibilidad agradar a los usuarios más jóvenes, pero es una auténtica pena que no haya prestado también atención a la hora de implementar unos niveles de dificultad alternativos más exigentes para que los usuarios veteranos también pudiéramos encontrar desafíos a nuestra altura.

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Batman: Arkham City
Año de lanzamiento: 2011
Plataformas: Xbox 360, PlayStation 3, PC, Wii U
Desarrollador: Rocksteady Studios


¿Segundas partes nunca fueron buenas? Bien, en este caso este dicho tantas veces usado tanto en la industria cinematográfica como en la del videojuego es completamente cierto. Batman: Arkham City no es una buena segunda parte, nunca lo ha sido y nunca lo será. Y la razón no es otra que la siguiente: decir que Arkham City es un juego “bueno” es como afirmar que Scarlett Johanson está simplemente pasable. Citius, altius, fortius; o lo que es lo mismo: más rápido, más alto, más fuerte. El lema olímpico por excelencia fue seguido a rajatabla por los chicos de Rocksteady para no solo mejorar lo que parecía inmejorable, sino también para elevarlo hacia nuevas y aún más altas cotas de excelencia. Arkham City no es solo una secuela de Arkham Asylum. Más que de una segunda parte deberíamos hablar de una evolución, de perfeccionar todo el conjunto visto dos años atrás a base de expandir propuestas en todos los frentes.

El Asilo Arkham quedó inservible al finalizar el primer juego, así que nadie sabe dónde demonios encerrar a los dementes y criminales que en cada vez mayor número siembran el caos en las calles de Gotham. Finalmente, al alcalde Quincy Sharp no se le ocurre otra cosa que, en lugar de encerrarlos, limitarles el espacio, asegurando que así no serán tan conflictivos dado que podrán seguir ejerciendo sus actividades criminales, con la diferencia de que ahora lo harán en un entorno controlado en el que no podrán poner en peligro a ciudadanos inocentes. Dicho y hecho, el alcalde no duda en amurallar todo un sector de Gotham, rebautizarlo como Arkham City y llevar allí a gente tan “saludable” como El Pingüino, Dos Caras, Joker o Bane. Por supuesto, Bruce Wayne sabe que esta inverosímil iniciativa acabará en desastre. Pero esta vez, en lugar de actuar como su alter ego enmascarado, decide enfrentarse cara a cara con el alcalde en una serie de mítines y maniobras políticas que finalmente de poco sirven. La oscura mano que mueve los hilos de Arkham City, como si de un hermano Castro se tratara, no es lo que se dice receptivo a las críticas, así que decide encerrar al multimillonario en dicho gueto para que se esté calladito. Por supuesto, Bruce acaba finalmente dejándose de tonterías y se enfunda su traje de hombre murciélago para arreglar las cosas de la manera más eficaz posible: a golpe de nudillo. Al poco tiempo Batman convierte Arkham City en una auténtica olla a presión que no tardará en saltar por los aires con imprevistas consecuencias.

Rocksteady añadió a las mecánicas jugables ya vistas en Arkham Asylum un marcado componente sandbox que resulta sentar al juego como un guante. Con más secretos y misiones secundarias que nunca, puzles retorcidos (cortesía de nuestro amigo Enigma) que nos harán devanarnos los sesos como no lo habíamos hecho desde los tiempos del primer Silent Hill, nuevos batcacharros a usar, un componente de exploración aún más marcado, un hilo narrativo profundo y sorprendente en el que una vez más Paul Dini muestra su buen hacer e inabarcable conocimiento del batuniverso, y la estelar aparición de la voluptuosa Catwoman, todo en Batman: Arkham City destila aroma a obra maestra y clásico eterno. La guinda del pastel se reparte a tres bandas entre una banda sonora magistral, un doblaje al castellano de quitarse el sombrero y una casi perfecta implementación de las tres dimensiones estereoscópicas (prácticamente éste es el único juego de todo el catálogo de PS3 que merece la pena ser jugado en 3D). En resumen: una compra obligatoria, un juego que nos hará gozar durante decenas y decenas de horas cual marrano revolcándose en un charco, además de tratarse del “simulador de Batman” definitivo. No sabemos cómo demonios se las va a apañar Rocksteady para superar lo conseguido en este Arkham City. Quizás echando mano del potencial de la futura generación de consolas; desde luego, a nosotros no se nos ocurre otro modo.

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Lego Batman 2: DC SuperHeroes

Año de lanzamiento: 2012

Plataformas: Nintendo DS, Nintendo 3DS, PlayStation Vita, Wii, Xbox 360, PlayStation 3, PC

Desarrollador: Traveller’s Tales

La franquicia Lego va camino de convertirse en una de las sagas más longevas y numerosas de la historia del videojuego, y es que raro es el mes en el que no se anuncia un nuevo título. La fórmula funciona, eso es evidente, por lo que las ventas acompañan y la gallina de los bloques de oro no deja de crecer y crecer. En esta ocasión Traveller’s Tales regresa al bat-universo, pero afortunadamente lo hace con nuevas ideas y propuestas inéditas bajo el brazo. Ahora no será solo el Caballero Oscuro y el resto de la bat-familia la que se deje ver por el juego, dado que el espectro de protagonistas, secundarios y enemigos abarca buena parte del Universo DC, desde el gran Superman hasta su némesis Lex Luthor, pasando por personajes no menos icónicos como Flash, Linterna Verde o Wonder Woman. Por si ello no fuera suficiente, Traveller’s Tales ha decidido al fin dotar a estas carismáticas figuras de plástico con el don de la palabra, lo que eleva el cachondeo y despiporre que siempre acompañan a las cinemáticas de un Lego “Loquesea” hasta cotas aún más jocosas. Y ya para rizar el rizo, mecánica sandbox al canto, lo que nos brinda toda una Gotham City para explorar, salpicada de secretos y misiones secundarias con las que tendremos juego para horas y horas.


Si a todo lo dicho anteriormente añadimos que las voces se encuentran impecablemente dobladas al castellano, y que lloraremos a lágrima viva cuando nuestros altavoces comiencen a emitir la inolvidable composición que el único e irreemplazable John Williams ideó para Superman (se nota que los chicos de Traveller’s Tales tienen un insuperable gusto melódico), entonces tenemos como resultado otro juegazo de padre y muy señor mío con Batman como eje central. Sin duda, el Caballero Oscuro está en racha. Eso sí, lo dicho anteriormente solo es aplicable a las versiones de Lego Batman 2 destinadas a consolas de sobremesa. Las adaptaciones a portátil se encuentran mucho más limitadas, siendo este hecho especialmente doloroso (y lamentable) en el caso PlayStation Vita, una máquina que se supone debería poseer el suficiente potencial como para albergar en sus circuitos el juego de PS3 casi tal cual. Pero en lugar de eso nos encontramos ante una experiencia capada e insatisfactoria, en la que se elimina todo el componente sandbox y que ni siquiera cuenta con voces en castellano.

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The Dark Knight Rises
Año de lanzamiento: 2012
Plataformas: iOS, Android
Desarrollador: Gameloft

Que una película de la talla de The Dark Knight Rises no cuente con adaptación a plataformas “clásicas” no es algo que preocupe al usuario medio de consola, portátil u ordenador. No en vano, dichas adaptaciones no son por regla general todo lo buenas que sería deseable debido a limitaciones de tiempo, dejadez por parte de las compañías desarrolladoras, etc. Además, ya está ahí Rocksteady para darnos de cuando en cuando auténticos juegazos basados en las aventuras del Caballero Oscuro. Sin embargo los tiempos han cambiado, y tenemos ahí plataformas cada vez más importantes como son los smartphones y tabletas, las cuales sí que cuentan con una adaptación a formato interactivo de la última producción cinematográfica de Batman. Desarrollado por Gameloft, auténticos expertos en esto del desarrollo de videojuegos para plataformas táctiles, The Dark Knight Rises se revela como un videojuego de lo más notable, dotado además de unos valores de producción significativamente altos. Una mecánica sandbox perfectamente implementada, un sistema de combate que bebe directamente de lo visto en la saga Arkham de Rocksteady, y un apartado visual de impecable factura dan como resultado un videojuego digno que cumple con solvencia todo lo que de él se espera. En lugar de ampliar detalles, os emplazo al análisis que mi compañero Cristian tuvo a bien redactar algunas semanas atrás, dado que en él encontrareis perfectamente reseñado hasta el más nimio detalle del título.

Despedida y cierre

Querido lector constante, finaliza aquí el maratoniano repaso a todo lo que ha dado de sí Batman en el mundo de los videojuegos hasta la fecha. Redactar esta actualización me ha llevado bastante más tiempo del que creía, y es que el Caballero Oscuro vive sin duda una auténtica edad dorada en el mundo del videojuego. Esperemos que la fiesta no decaiga. Es hora de dejar el batmobil, montar en el DeLorean y regresar al presente para recuperar fuerzas de cara a un nuevo RaP. Hasta entonces, no olvides permanecer atento a MeriStation y no cambiar de canal. ¡Nos leemos!

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