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Juegos Ocultos y Olvidados, Vol 10

Vuelve nuestra sección para resctar del olvido y descubrir algunos de esos juegos que han quedado enterrados en las arenas del tiempo y que no merecen ser olvidados.

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La semana pasada celebrábamos los 20 años de una de las consolas más incomprendidas (y peor gestionadas por parte de su compañía). Sega Saturn cumplía dos décadas de su nacimiento, un buen motivo para recordar sus grandes triunfos y fracasos, así como la particularidad de un muy rico catálogo repleto de joyas que se quedaron en su país natal. Para celebrar esta fecha, hemos querido ofrecer una edición especial de Juegos Ocultos y Olvidados centrada en una pequeña selección de títulos centrados en esta consola. Saturn es una consola históricamente muy explorada para exportadores y amantes de los juegos más desconocidos, por lo que tiene una serie de nombres que, aunque nunca fueron superventas, sí han sobrevivido gracias a su constante celebración -juegos como Guardian Heroes, Radiant Silvergun, D&D Collection, Dragon Force, Shining Force 3, Princess Crown, Sakura Taisen…-. Para hacer la lista más interesante, hemos intentando evitar estos nombres más populares y centrarnos en otros más desconocidos dentro del catálogo (con algunas excepciones). Como siempre, medir en qué grado un juego es desconocido y olvidado es complicado porque depende del conocimiento y el interés de cada lector, pero esperamos que entre estas sugerencias se puedan encontrar títulos interesantes de los que no se conocía antes.

La saga Cotton es uno de esas series que se puede considerar entera “de culto”. Tradicionalmente afincada en los Shoot’em Up, tiene además la característica habitual de que son juegos de calidad y técnicamente a muy buen nivel. De hecho, su Panorama Cotton en Mega Drive es una de las joyas más preciadas de coleccionistas por su combinación de rareza y calidad. En todo caso, la serie llegó a Saturn en dos juegos, ambos basados en la placa STV, de forma que la conversión doméstica era impecable. Los dos son pequeñas joyas desconocidas excepto para coleccionistas y amantes del Shoot’em Up, pero puestos a elegir nos quedamos con Cotton Boomerang, un encantador juego de disparos con scroll horizontal t un ritmo frenético que vendría ser una versión “remezclada” y con numerosas mejoras respecto a Cotton 2.

La historia de uno de los mejores y más desconocidos juego de lucha 3D de Saturn es curiosa. Una parte del equipo de AM2 responsable de llevar Virtua Fighter 2 a la consola querían hacer inmediatamente otro juego de lucha. Eran grandes fans del género, y llegaban de hacer un impresionante trabajo con esa conversión, pero por alguna razón sus superiores no se lo permitieron. Ni cortos ni perezosos, dejaron sus trabajos y formaron un estudio para crear este Anarchy in the Nippon. En él se combinan elementos de homenaje y parodia a su querido Virtua Fighter, se plantean combates entre luchadores que son en apariencia gente correcta, y se apuesta por un remix entre VF2, VF 3 -en la que se inspiran para introducir un botón de esquiva- y algo de Tekken también. Además de un gran juego de lucga, Anarchy in the Nippon es posiblemente el juego de lucha 3D más impresionante de la plataforma: 60 FPS impecables, gráficos bien definidos, vistosos entornos, gran uso de color… perfectamente capaz de plantar cara a cualquiera en la plataforma. Un desconocido de muchos kilates.

Magical Knight Rayearth

Título representativo por ser el último juego de Saturn que apareció en Estados Unidos -y por supuesto, no apareció en Europa-. De hecho fue un esfuerzo solitario del estudio americano Working Designs, muy conocido por llevar joyas japonesas a occidente que otros no tocarían, siempre con una gran presentación y su sabor propio en cuanto a traducciones. El juego está basado en una de las series más conocidas de CLAMP, una curiosa fusión de Magical Girls y acción Mecha en un mundo mágico. El juego es una pequeña joya del 2D, con bellos trabajos de sprites combinados con elementos 3D para conseguir un mayor efecto. Como ARPG contaba con una progresión prefijada, puzles y la posibilidad de alternar entre cualquiera de las protagonistas para resolver diversas situaciones.

Assault Suit Leynos 2 

En 16 bits disfrutamos de dos estupendas entregas de Assaults Suits: Leynos en Megadrive y Valken en Super Nintendo (más conocido por estos lares como Cybernator), dos sabores distintos pero muy atractivos de cómo plantear un juego de acción 2D con mechas. La serie tendría alcanzaría esta tercera entrega ofreciendo una orgía Shoot’em Up con la que celebrar su legado en un mundo que ya no recibía igual esta clase de ofertas. Planteado con sprites y con una dificultad muy considerable, Suit Leynos nos invitaba a controlar nuestro ágil robot en diversos tipos de misiones, generalmente de eliminación y asalto pero también con cosas como protección de caravanas. La pantalla se desbordaba de acción con enemigos que podían aparecer de cualquier parte y con un movimiento que nos permitía usar propulsores tanto como para mantenernos en el aire como para impulsarnos. Todo coronado por gigantescos jefes finales como mandaban los cánones. Una lástima que no saliera de Japón.

Soukyugurentai 

Si por algo destaca Saturn es por sus Shoot’em Up, siendo una de las consolas que más ha ha brillado en ese departamento. Si a eso le sumamos que coincidió con una época en la que el Shoot’em Up estaba de capa caída fuera de Japón, nos encontramos una consola de fuerte naturaleza arcade que recibió una considerable cantidad de grandes exponentes del género que no salieron fuera de su país natal, contribuyendo a la deseabilidad de su librería de importación. El juego de Raizing ocupa un lugar especial en esta categoría, siendo un juego espectacular en cuanto a gráficos y audio, considerablemente difícil y dotado de toda clase de buenas ideas en cuanto a diseño de escenarios, patrones de disparos enemigos y encuentros. No ocupa el lugar mítico que llegó a ocupar Radiant Silvergun, ni tampoco tiene el nombre de DoDonPachi, pero es igualmente considerado como uno de los imprescindibles dentro de una colección de importación en Saturn.

Necronomicon 

Los juegos de pinball tradicionalmente siempre habían tenido muy buena aceptación en consolas -algo que se ha recuperado en la actualidad-, pero en la época de los 32 bits no gozaron de demasiada atención. Necronomicon es posiblemente el mejor exponente del género en esta época que se puede encontrar, y por supuesto se quedó en Japón para un público limitado. Con una excelente presentación que navega por los mitos de Cthulhu, Necronomicon es un juego de pinball realista y muy cuidado en todos sus detalles tanto por la simulación como por la originalidad de la tabla virtual. A todo esto hay que sumar que es uno de los pocos juegos de Saturn presentado en “alta resolución”, algo que sólo unos pocos como Virtua Fighter 2 o Anarchy in the Nippon pudieron ofrecer.

Burning Rangers 

Aunque Burning Rangers fue bastante ignorado en su época, el tiempo ha hecho justicia con el juego del Sonic Team, convirtiéndolo en uno de esos imprescindibles que hay que tener en Saturn, a pesar de que su legado sólo se puede contar en forma de homenajes desde Phantasy Star Online. El original planteamiento nos llevaba a un futuro en el que los incendios son uno de los principales problemas, para lo que se cuenta con un equipo de élite equipado con armaduras especiales que puede sobrevivir a las condiciones más duras para atajar fuegos y rescatar víctimas. Burning Rangers sobrepasaba los límites de lo que supuestamente se podía hacer con una Saturn, incluyendo una serie de efectos que se decía que no eran posibles en la consola -sí lo eran, pero eran difíciles de conseguir-. Su lanzamiento se produjo con Saturn ya prácticamente enterrada, así que eso afectó a su alcance e impacto, lo que no le quita un ápice de su gran calidad.

Psychic Killer Taroumarou 

Uno de los santos griales del coleccionismo en Saturn, con precios que superan ampliamente los precios que se han llegado a pagar por títulos como Radiant Silvergun. Sólo se produjeron 7500 copias de este título, lo que contribuyó a esta condición. También está el hecho de que es un juego muy vistoso y de calidad, un juego de acción 2D tradicional con dos personajes capaces usar poderes psíquicos  junto a movimientos marciales para despachar a los enemigos que van apareciendo en pantalla. Su planteamiento y ejecución lo ponen en la misma escuela de muchos títulos de 16 bits, pero aprovechando la potencia de Saturn para incluir toda clase de lujosos efectos como el reflejo del agua o escenarios que caen presa de las llamas a nuestro paso. Quizás la correlación entre el precio que se puede pagar por este juego y su calidad está muy descompensada, pero su rareza y vistosidad lo convierten en una preciada posesión.

Sky Target 

Aunque hemos dicho que no vamos a recurrir a los nombres más recurrentes a la hora de hablar de clásicos ocultos en Saturn -y Astal lo es- no nos podemos resistir a nombrar a uno de esos juegos que emociona a cualquiera que disfrute del 2D. Astal es una ventana a la clase de mundo que nos fue negado, uno en el que los tipos de juegos que se disfrutaban en las 16 bits renacían bajo nuevas apuestas gráficas amparadas en la nueva tecnología. Los juegos 2D pasaron a ser minoría y la posibilidad de ver cosas iguales o mejores a esta fueron disminuyendo. Astal es un regalo para los ojos, un juego de bellísimos entornos y grandes sprites que se alimenta por variados efectos que lo convierten en una experiencia visual cautivadora. Tiene sus defectos, particularmente lo sumamente corto que es, pero su poder de atracción sigue siendo grande entre viejos y nuevos usuarios de Saturn.

Sengoku Ace fue el (estupendo) debut de Psikyo en el género de los Shoot’em Up con una curiosa mezlca de Japón feudal y futurista combinado en un juego de calidad e imaginación. Dados los buenos resultados, el estudio se animó con esta segunda parte, cambiando radicalmente numerosos apartados. Se cambió el scroll vertical por uno horizontal, se convirtió a una de las protagonistas de Ace en una voluptuosa sacerdotisa que serviría como imagen principal de la serie a partir de ese momento y se aumentó el nivel de dificultad, estableciendo además nuevos elementos ofensivos en forma de familiares personalizados para cada uno de los seis protagonistas. El resultado fue un gran shooter que hoy está entre los más codiciados entre coleccionistas, especialmente si incluye el doble disco repleto de arte oficial, de artistas invitados y de aficionados que participaron en un concurso.

Los creadores de Ecco The Dolphin cambian aquí completamente de registro y se atreven con otro de los géneros maltratados en el paso de los 32 bits, el Beat’em Up 2D, esos “yo contra el barrio” que tantas satisfacciones dieron en su día y que en estos años quedaron reducidos a su mínima expresión. Resulta paradójico que la consola menos aceptada de esa época fuera la que acumulara la mayor parte de los exponentes residuales del género -y algunos de sus más brillantes como Guardian Heroes o D&D-. Three Dirty Dwarves se enmarca en esta categoría y aunque no es tan brillante como esos ejemplos, es también destacable, especialmente si puedes jugarlo con tres amigos. Desenfadado, gamberro y con excelentes gráficos y animaciones, nos encontramos ante un juego que nos devuelve a tiempos más simples con una sonrisa en la cara.