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Convierte tu PS2 en una máquina retro

En enero de 2013, PlayStation 2 se convirtió oficialmente en una máquina retro. Desde su retiro, la máquina de Sony contempla su enorme legado y los grandes logros alcanzados, entre los que se encuentra su papel como plataforma para cargar juegos antiguos gracias a los numerosos recopilatorios lanzados por compañías como Capcom, Sega, SNK o Taito.

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Poco más de un año ha transcurrido desde que una de las máquinas más relevantes que han pasado por nuestras manos dejara de ser fabricada. En enero de 2013, Sony anunciaba que dejaba de producir nuestra queridísima PlayStation 2, tras la friolera de trece productivos años de vida y unos impresionantes 150 millones de unidades distribuidas por el mundo, que la convierten en la videoconsola de sobremesa más vendida de la historia hasta el momento. Un sistema que supuso la consolidación de Sony como uno de los principales actores de la industria, a la cual su presencia hizo alcanzar nuevos horizontes.

Por supuesto, una trayectoria tan longeva como la de la primera consola negra de Sony siempre produce una cantidad ingente de títulos de lo más variopinto. Como siempre, es el tiempo  el que  ya está  situando a algunos en el panteón de los clásicos, mientras que otros, pese a haber sido grandes éxitos en su momento, perderán vigencia poco a poco o, simplemente, soportarán muy mal el paso del tiempo a nivel técnico y serán relegados al ostracismo. Aunque siempre recordaremos Metal Gear Solid 2 y 3, Ico, las sagas de lucha de Namco, las entregas de Grand Thef Auto, la saga God of War y una buena cantidad de joyas escondidas y brillantes a los ojos del jugador más clásico, como Odin Sphere. En su momento, ya se realizó  desde Meristation una selección de los mejores títulos que PS2 nos legaba tras su despedida, en un reportaje sobre el tema, como guía para seleccionar entre un catálogo tan apabullante y variado.

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Pero nuestro objetivo,  en esta mirada a PlayStation 2 como un sistema orientado a jugadores retro, no es el de glosar las bondades de los títulos más conocidos de PS2, suficientemente asimilados por la comunidad, relativamente recientes y que ya están siendo, incluso, objeto de reediciones. Lo que hoy pretendemos desde este Regreso al Pasado es ofrecer una guía acerca de una parcela muy específica del catálogo de esta gran máquina. Una que la perspectiva que  ahora tenemos nos permite tildar de pionera, puesto que después se ha ido incrementando en sus sucesoras con un considerable número de lanzamientos que continúan la senda abierta por los que hoy rememoraremos. También, como no, por los servicios digitales de descarga en los que este tipo de material está a la orden del día, con resultados igual de dispares que los que ahora analizaremos.

Nostalgia por fascículos

Hablamos, como ya habrá imaginado el avispado lector, del fenómeno de los lanzamientos recopilatorios de grandes clásicos de generaciones anteriores. Es evidente que no estamos ante nada que se inventase en los años de gloria de PS2. En tiempos tan remotos como los de las dos grandes venerables Mega Drive y SNES, nos encontramos ya con Williams Arcade´s Greatest Hits, un recopilatorio aún bastante rudimentario de recreativas muy antiguas, interesante hoy solamente para coleccionistas empedernidos. En la época revolucionaria de los 32 bits, PlayStation ya acogería algunas recopilaciones de muchísima calidad,  de entre las que destacaremos dos joyas como R-Types, con los dos primeros episodios de la saga en su versión recreativa, o Super Pang Collection, una estupenda unión, auténticamente pixel perfect, de estos magníficos títulos, dotada de una banda sonora remezclada con muchísimo cariño y que es, aún hoy, la mejor opción existente en consolas para disfrutar de estos clásicos tan populares en nuestro país.

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No hace falta recordar que el salto tecnológico que se produce entre la generación 32 bits y sus sucesoras es muy grande, a todos los niveles. Superior según todos los indicios al que se ha producido entre la pasada generación y las nuevas consolas que empiezan a instalarse en nuestros salones. Las posibilidades de las nuevas PlayStation 2 y la primera Xbox (la cual, recordemos, era un ordenador con carcasa de consola) abrían la posibilidad de realizar ports de juegos añejos sin ningún tipo de problema, con muchas menos limitaciones de RAM que en la generación anterior, donde es sobradamente conocida la limitación de PlayStation en este sentido. De repente, las posibilidades se multiplican. Durante la generación de PS2, los títulos de sistemas anteriores ya no solo podrán ser portados a otras consolas sino que, finalmente, llega al mundillo la posibilidad de que sean incluso emulados por estas nuevas máquinas. Esto abrirá una nueva vía a la que prácticamente la totalidad de las compañías en activo que gozaban de pasado glorioso se entregarán en mayor o menor medida, a la caza de un nuevo nicho del mercado cada vez más creciente: el jugador retro, aquel que ha seguido la evolución del mundillo desde su origen, o el que se aproxima a este tipo de lanzamiento para conocer los juegos del ayer.

Sea mediante ports o utilizando las herramientas recién adquiridas de la emulación, lo cierto es que, una vez cerrado su ciclo vital, el catálogo de PlayStation 2 nos brinda la posibilidad de jugar con una cantidad francamente impresionante de juegos clásicos, provenientes de las generaciones anteriores y de recreativas relativamente recientes en el tiempo. El goteo de este tipo de lanzamientos nos brinda ahora una oportunidad única de disfrutar desde una consola, y por tanto en una pantalla de televisión y también de manera completamente oficial, de una tremenda colección de clásicos que abarca casi todos los géneros y a las compañías más destacables de los 80 y 90.  Sin los inconvenientes, complicaciones de configuración o incompatibilidades que nos encontramos en otros campos y métodos como, sobre todo, la emulación desde el ordenador, fenómeno que hay que situar de manera inequívoca en la raíz del florecimiento de estos recopilatorios al que las compañías se subieron cual tren en marcha para aprovecharlo en su legítimo beneficio.

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Visto así, parece todo un mundo de fantasía y felicidad para el asiduo de los videojuegos clásicos, pero lamentablemente no siempre el disfrute fue completo y, en demasiadas ocasiones, bajo estos lanzamientos nos encontramos productos en los que hay que hablar, sencillamente, de engaño. Al igual que denunciamos en su día al hablar de ese monstruo de Frankenstein de las consolas llamado Neo-Geo X, las compañías no siempre han tratado con el debido respeto a sus propios superéxitos. En ocasiones nos encontramos con recopilatorios en los que, literalmente, se ha expoliado a los grandes clásicos sin ningún tipo de escrúpulo, tratando al jugador más veterano como si de una especie de cliente seguro se tratase, dispuesto siempre a tragar con todo en base al carácter mítico de los títulos escritos en la portada.

La cantidad de juegos que cubren los recopilatorios para PlayStation 2 es simplemente abrumadora, y merecen atención por este hecho, pero también lo es este maltrato al que en ocasiones se han entregado sus desarrolladoras y que desde estas líneas pretendemos desenmascarar, para evitaros malas compras en estos momentos en los que todos estos títulos que mencionaremos se pueden adquirir por precios sencillamente ridículos, por lo bajos, en el mercado del coleccionismo.

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La transición de las pantallas y el final de los televisores CRT


Antes de comentar los mejores y peores recopilatorios, es preciso tener en cuenta algunos aspectos técnicos que pasan a un primer plano a poco que nos aproximemos a estos lanzamientos, literalmente, con los ojos bien abiertos. Existen aspectos técnicos en cuanto a la visualización que cambian radicalmente la experiencia, y por desgracia muchos usuarios no los tienen en cuenta hasta que son conscientes de ellos. Es bien sabido que todo el material que nos ha legado la industria del videojuego, hasta las generaciones de los 16 y parte de los 32 bit, está pensado para ser visualizado en las viejas pantallas CRT, los televisores de tubo de rayos catódicos de toda la vida, con sus propias características diferentes a las de los actuales LCD y LED. Nuestros viejos cacharros trabajaban a unas resoluciones que estos días, en los que el debate se centra en los 1080p en las nuevas PlayStation 4 y Xbox One, nos parecen ridículas. Se trata de los modos de resolución que ahora llamamos 240p. Bajo esta etiqueta actual se agrupan una serie de modos en torno a los 320x240 píxels y 15khz de frecuencia de refresco, con escaneo progresivo, siendo este el aspecto fundamental.

En cambio, desde su propio origen, los televisores de tubo en color estaban optimizados para mostrar una resolución entrelazada, lo que ahora ha dado en llamarse 480i (en territorio PAL, equivalente al modo 576i). Esta es la resolución a la que se muestra la retransmisión televisiva, y el estándar en general de toda la época previa al HDTV. En cambio, como hemos dicho, las consolas y ordenadores de las primeras generaciones operaban a las bajas resoluciones progresivas que hemos descrito anteriormente. Esto supone que, hablando en un lenguaje nada técnico, para llegar a esas 480 líneas se intercalaba una línea en negro alternando con las iluminadas, por explicarlo de una manera simple, ya que es un aspecto que es mejor visualizar en directo.

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El resultado de todo ello es la aparición de una serie de líneas negras, que constituyen un efecto completamente definitorio del aspecto visual de los videojuegos de consola y recreativa de las primeras generaciones: las famosas scanlines, que recordarás en cuanto veas esta imagen ya que, aunque nadie reparase entonces en ellas, estaban ahí cuando jugabas en los años de los juegos que ahora son retro. Te gusten o no, porque hay incluso quien las considera una imperfección, lo cierto es que todos estos juegos que tanto amamos fueron programados teniendo en cuenta su presencia en pantalla y, por tanto, formaban parte consustancial de la propia imagen de los videojuegos de antaño.  Este hecho es independiente de los gustos y preferencias de cada uno a día de hoy y, por supuesto, de la evolución que hayan seguido los videojuegos y las pantallas en las que los jugamos. Su ausencia en juegos que fueron concebidos de esta forma es un paso atrás por más que se pueda corregir con otros elementos, y la imagen queda desnaturalizada sin ellas.

El estándar de video progresivo y a baja resolución comienza a cambiar durante los años de la generación 32 bit. Los nuevos desarrollos irán apostando cada vez más por las resoluciones entrelazadas, por el modo 480i, a medida que nos vamos acercando al ocaso de los televisores de tubo, sustituidos por televisores de Plasma en un primer momento, y luego por pantallas LCD y LED. Es, por tanto, muy lícito hablar  de una época de transición en cuanto a las pantallas se refiere, y el epicentro de esta transición se localiza durante la etapa de la 128 bits de Sony. Ya sabemos que muchos de los juegos de esta generación cuentan con opción de visualización en modos pensados para las nuevas pantallas (480p), pero también que no son precisamente la mayoría, sobre todo en los sistemas PAL. Con PlayStation 2 podemos hablar ya de una época en la que el estándar de la industria cambiará al modo entrelazado 480i. Pero esto no es necesariamente una buena noticia, porque este tipo de imagen lleva aparejadas una serie de imperfecciones para el mundo del videojuego. El principal, el más molesto y evidente a poco que se observa cuidadosamente, es el parpadeo inherente a estos modos y que, aunque en unas ocasiones es más evidente y en otras pasa más desapercibido, puede ser muy molesto, y tiene como efecto directo que el texto en pantalla sea complicado de leer y poco definido. En definitiva, y esto es lo que nos interesa más, es un modo especialmente poco indicado para los juegos de las generaciones anteriores.

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PlayStation 2, sus recopilatorios y los modos de vídeo

Los recopilatorios retro para PlayStation 2, sin excepción, se fueron dando de bruces con toda esta problemática, y optaron por soluciones diferentes, según lo interesado que estuviese el desarrollador de turno en ser respetuoso con los originales, por muy mitológicos que estos pudieran ser, o simplemente en conseguir que la imagen fuese aceptable en las nuevas pantallas. Con este objetivo, muchos de ellos optaron por añadir algún tipo de filtrado bilinear, con el objetivo de paliar estas diferencias y, de alguna manera, actualizar la imagen a pantallas muchísimo mas grandes que las existentes anteriormente. El problema es que si eres un purista sólo puedes rechazar de plano este procedimiento que no arregla ni actualiza, sino que difumina la imagen. Como ya hemos dicho, hablamos de juegos que estaban pensados para las pantallas de tubo, y por tanto este seguirá siendo su hábitat natural, y los comentaremos teniendo este hecho en mente.

Pero aún con una pantalla de tubo a mano, no todo es felicidad para el retrogaming en PS2. El mayor maltrato al que muchas compañías sometieron a sus mitos fue el de lanzar estos recopilatorios usando sin escrúpulos la resolución entrelazada, 480i, que tenía dos efectos tremendamente perniciosos para ellos: la desaparición de las scanlines (repetimos que no son un adorno, sino parte consustancial de la imagen, gusten o no) y el parpadeo, insufrible si has visto el material original a su resolución nativa. Y lo malo es que todo esto se hizo por pura desidia, porque la propia consola PlayStation 2 es perfectamente capaz de producir una imagen a la resolución y refresco nativos de los sistemas antiguos. Ofrecer esta posibilidad, aunque fuese como opción, no resultó todo lo frecuente que habríamos deseado.

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Por supuesto, tampoco debe faltar la referencia a otra de las malas costumbres de ciertas compañías, que nos lanzaron en territorio PAL estas colecciones, en pleno siglo XXI, a 50hz sin selector como si nada hubiera pasado desde los 90. Hay que felicitar aquí a Microsoft, que con la Xbox y sus 60hz por hardware marcó la senda que, por fin, terminaría imponiéndose. Comenzamos, pues, nuestro recorrido por los recopilatorios más conocidos para PS2, en los que intentaremos recomendar a los lectores el material que merece ser tenido en cuenta, que no es poco, y denunciar en la medida que corresponda los lanzamientos no ya prescindibles, sino completamente lamentables puesto que mandan a la hoguera a algunos de los mayores mitos de la historia de los videojuegos que nos legaron compañías como Sega, Capcom, Taito, Activision y SNK.

Sega Classics Collection

Juegos incluidos: Monaco GP, Fantasy Zone, Space Harrier, Golden Axe, Bonanza Bros., Columns, Virtua Racing, Out Run, Alien Syndrome.

Leyendo el título, es muy fácil llevarse a engaño sobre lo que incluye este DVD. No se trata, como sería deseable, de una recopilación de los mejores juegos de recreativa de Sega, sino de una selección entre las reediciones “remasterizadas en 3d” de algunos de ellos. No cabe en ellas criticar su falta de opciones de visualización, ni su fidelidad a los originales, porque directamente no es lo que pretenden, por muy escandaloso que ello pueda parecernos en un lanzamiento con este nombre. Lo que Sega nos propone en este título es una verdadera falta de respeto a algunos de sus mayores éxitos. Era la oportunidad para brindarnos por primera vez emulaciones de juegos magníficos, como Golden Axe o Shinobi, perfectamente fieles a la recreativa y a su resolución original, pero lamentablemente la compañía que los creó optó por lanzar nuevos desarrollos ligeramente basados en los títulos a los que supuestamente homenajeaban, que ya habían salido por fascículos en Japón bajo una colección mucho más amplia titulada Sega Ages.

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Particularmente sangrante es lo que sucedió con un Golden Axe totalmente impresentable, aunque podríamos ser menos duros con las versiones de Out Run y Space Harrier a los que al menos se les concedió el “privilegio” de mantener una jugabilidad similar a la de sus originales. Una oportunidad perdida, sobre todo porque además de los que hemos mencionado y bastantes otros enormemente populares, Sega tiene un título en su baúl  arcade  que jamás ha visitado consola alguna a pesar de su imponente aspecto gráfico y su jugabilidad, puramente hack and slash de los 90. Se trata del estupendo Golden Axe: The Revenge of Death Adder, una auténtica bestia que aún no ha sido reeditada para sistema alguno. Todo esto nos lleva a calificar a esta supuesta recopilación como un título totalmente a evitar, planteándonos incluso si se puede utilizar el término “recopilatorio”.

Sonic Mega Collection Plus

Juegos incluidos: Sonic, Sonic 2, Sonic 3, Sonic & Knuckles, Sonic 3D, Sonic Spinball, Doctor Robotnik's Mean Bean Machine, Flicky, Ristar, Te Ooze, Comix Zone, Sonic Game Gear, Sonic Chaos, Sonic Drift, Sonic Labyrinth, Sonic Blast, DRMBM Game Gear.

Título dedicado a una de las sagas con más solera de la época de los 16 Bit, Sega se centra en esta ocasión en rememorar los títulos de Sonic para Mega Drive. Encontramos en este DVD los tres primeros episodios, el curioso Sonic Spinball y el tardío Sonic 3d, así como esa especie de expansión acoplable que fue Sonic & Knuckles. A estos títulos, que forman la saga principal de la mascota de Sega, se les unen otras incorporaciones para hacer más atractivo el disco, como las versiones para la portátil Game Gear, y la interpretación del clásico Puyo Puyo protagonizada por los personajes de la serie del erizo azul. Como colofón, un invitado sorpresa, el extraordinario Comix Zone de Mega Drive, sin duda uno de los títulos que mejor ha pasado la barrera de las décadas de entre el catálogo de la máquina.

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En cuanto a la calidad de los títulos incluidos, pocos recopilatorios pueden encontrarse que condensen material más reverenciable y que hayan soportado de manera más digna el paso del tiempo. Su jugabilidad, aunque Sonic siga yendo por libre en muchas ocasiones entre tubos y rebotes por máquinas de pinball, sigue siendo totalmente definitoria de un estilo de juego de plataformas, y testimonio de una época en las que los saltos entre las mismas eran el género rey. Es por esto que se convierte en un título muy recomendable para quienes ahora estén disfrutando de este decidido renacer del género en las manos de Ubisoft y Nintendo-Retro Studios, con los impresionantes desarrollos del último año que ponen a las plataformas bidimensionales de nuevo en un primer plano.

Por más que el catálogo incluido nos fascine, no podemos decir lo mismo de la calidad visual del título, en modo entrelazado, con bastante parpadeo (aunque como excepción esto no es nuevo en la saga pues ya en Mega Drive, Sonic 2 usaba el entrelazado en sus partidas para dos jugadores) y a 50hz. También se pueden detectar algunos errores ocasionales en la emulación, y una curiosidad muy llamativa como el hecho de que la versión incluida del mítico Sonic 1 es la japonesa, con lo cual notaremos curiosos efectos en el scroll de la famosa Green Hill Zone que abre el juego. Por otro lado, algunos errores en la emulación hacen que la experiencia no sea todo lo perfecta que habríamos deseado.

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En su favor diremos, sin que sirva de precedente y sabiendo que es un tema polémico y muy subjetivo, que en este caso y en el del próximo recopilatorio que comentaremos, los 50hz podrían ser perdonables. No me he vuelto loco. Debemos recordar que en nuestro país ya jugamos los títulos originales en máquinas con esta limitación, con lo cual el recuerdo que casi todos tenemos de ellos también está condicionado a esta frecuencia de refresco. No sucede así, en cambio, con el reescalado a 480i ni el filtrado bilinear añadido, que tenemos que apuntar como manifiestamente mejorables para un título que incluye juegos de tanto nivel. El añadido de un modo progresivo a 480p lo hace algo más soportable en pantallas modernas, pero la realidad sigue siendo otra.

Sega Mega Drive Collection

Juegos incluidos: Alex Kidd MD, Altered Beast, Bonanza Bros., Columns, Comix Zone, Decap Attack, Ecco the Dolphin, Ecco: The Tides of Time, Ecco Jr., Flicky, Gain Ground, Golden Axe I, II y III, Kid Chameleon, Phantasy Star II, III y IV, Ristar, Shadow Dancer, Shinobi III, Sonic 1 y 2, Super Thunder Blade, Sword of Vermilion, Vectorman 1 y 2, Virtual Fighter 2 MD, Altered Beast Arcade, Future Spy, Tac/Scan, Zaxxon, Zektor.

Unos años después del recopilatorio dedicado a Sonic, y ya con PS2 en su ocaso, Sega volvía a la carga con este lanzamiento dedicado a su grandísima Mega Drive. Claramente emulados, y bastante bien, todo sea dicho (arreglando esos problemas encontrados en el pack dedicado a Sonic, sobre todo en el Comix Zone), este nuevo intento cubre un importante número de clásicos, y cumple una magnífica labor a la hora de traernos de vuelta títulos de mucho nivel que en su día pasaron bastante desapercibidos. Entre ellos cabe destacar al notable Ristar, un juego al que hizo mucho mal coincidir con los últimos días de los 16 bit y los sucesivos bombazos simiescos de Rare en SNES con la saga Donkey Kong Country, pero que tiene muchísimo carisma y una gran jugabilidad, personalidad y frescura.

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Estupenda oportunidad de disfrutar de lo más granado del catálogo de Mega Drive, incluye títulos muy vigentes a nivel jugable, como el magnífico Shinobi III, amén de algunos títulos de Sonic y las versiones domésticas de Golden Axe. También aquí se perdió la oportunidad de lanzar los originales de la placa System16 como añadidos extra, en ports perfectos y a su resolución original, pero esto no puede servir para tachar de lamentable una recopilación extraordinariamente generosa en cuanto a contenido de calidad. Nos toca lamentar de nuevo, como no podía ser menos, el reescalado a 480i y el filtro bilinear que pueden hacerlo menos atractivo a ojos de los más exigentes, y omisiones muy dolorosas como la de Streets of Rage 2.

Capcom Classics Collection, Vol 1 y 2

Juegos incluidos Vol. 1: 1942, 1943, 1943 Kai, Bionic Commando, Commando, Exed Exes, Final Fight, Forgotten Worlds, Ghosts 'n Goblins, Ghouls 'n Ghosts, Gun Smoke, Legendary Wings, Mercs, Pirate Ship Higemaru, Section Z, SonSon, Street Fighter II, SFII Champion Edition, SFII Turbo Hyper Fighting, Super Ghouls 'n Ghosts, Trojan, Vulgus.

Juegos incluidos Vol. 2: 1941, Avengers, Black Tiger, Block Block, Captain Commando, Eco Fighters, The King of Dragons, Knights of the Round, Last Duel, Magic Sword, Mega Twins, Quiz & Dragons, Side Arms, Street Fighter, Strider, Super Street Fighter II Turbo, The Speed Rumbler, Three Wonders, Tiger Road, Varth.

Es manifiestamente imposible superar el calado que tienen, en la mitología del videojuego y en especial en la de la época del arcade, muchos de los integrantes de estas dos colecciones. Muy poco material de relleno encontramos entre sus amplias relaciones de títulos, en las cuales la contundencia de muchos de los nombres propios nos sitúa ante un recopilatorio que debió haber sido definitivo, con títulos que aparecen asiduamente en cualquier ranking histórico que se realice en el mundo. Lamentablemente para nosotros, Capcom debía tener pensado volver a vendernos los mismos títulos con burlesca periodicidad. Es la única explicación posible a lo que sucedió con estos dos lanzamientos, ejemplos perfectos de tomadura de pelo a los seguidores más fieles y especializados.

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Cuando hablamos de títulos del primer nivel en el imaginario colectivo de los juegos clásicos, nos referimos a títulos absolutamente históricos. A saber: Final Fight, Ghouls and Ghosts, Knighs of the Round, King of Dragons, Street Fighter 2 en varias de sus revisiones… una lista francamente impresionante, con algunas de las mejores recreativas de la historia, cuya jugabilidad jamás dejará de estar vigente y que aún hoy son fascinantes para quienes los conocen a fondo. De entrada, el primer despropósito lo encontramos con una versión PAL del primer volumen que no tiene opción de 60hz, lo cual resulta siempre imperdonable, pero muchísimo más teniendo en cuenta que se trata de títulos que en su origen jugamos en las máquinas de los salones y por tanto sin la limitación de los 50hz, resultando así este punto bastante sangrante y censurable en esta ocasión. Afortunadamente, debieron ser conscientes del error cometido, que se corrigió para la segunda entrega, aunque no así las demás deficiencias que plagan estos lanzamientos.

Hablamos directamente de todo el pack de los mayores problemas que se pueden encontrar a la hora de admirar el pixel art de esta época en su mayor gloria. Todo está en modo entrelazado y con algún tipo de filtro bilinear para “arreglar” la falta de las  scanlines. Además, nos encontramos con unos horribles menús particularmente parpadeantes en una pantalla de tubo, y algunos problemas con la emulación, porque en ambos casos estamos hablando de versiones emuladas. Los errores en la emulación podrían ser perdonables, ya que son realmente menores y hace falta hilar muy fino para detectarlos. No se puede decir lo mismo de la nefasta calidad de imagen, parpadeante y desnaturalizada, con la que Capcom tuvo a bien lanzar lo mejor de su catálogo en la consola de referencia del momento.

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El segundo volumen de esta abominación, que para mayor escarnio de Capcom incluye títulos que han gozado de menos conversiones domésticas, como Eco Fighters (una gran gema olvidada de Capcom), Knights of the Round y King of Dragons (portados solamente a Super Nintendo en su día) es un buen ejemplo de la problemática de la época de transición de las pantallas que antes hemos reflejado. Conscientes de que muchos jugadores lo usarían en pantallas modernas, desde Osaka optaron por incluir un modo propio de la HDTV, en concreto 480p, accesible exclusivamente mediante el cable por componentes de PS2.

Puesto que hablamos de un modo para televisiones de alta definición, evidentemente, no se trata de una solución idónea ya que sigue siendo diferente a la resolución original, y por supuesto sin las scanlines, pero al menos nos olvidaremos del salvaje parpadeo con una imagen mucho más estable. Por otro lado, al incluir, como ya hemos mencionado, la selección a 60hz , nos encontramos ante algo mucho más presentable en general, aunque aún no se trata de lo que nos habría gustado obtener con nuestro dinero: unos recopilatorios que permitiesen disfrutar exactamente de lo mismo que veíamos en los monitores RGB de las antiguas recreativas, en nuestras pantallas de televisión caseras. Esta sería una asignatura pendiente que, por increíble que parezca, jamás sería aprobada por Capcom, ya que las siguientes generaciones  pertenecen ya a la época en que las pantallas de tubo estaban obsoletas y arrinconadas en los trasteros. Como siempre, aunque particularmente sangrante por tratar del material del que hablamos, lo peor de todo esto es que era muy fácil haberlo hecho bien ofreciendo varias opciones de visualización que habrían sido facilísimas de implementar, pero en esta ocasión Capcom sacó a pasear su peor cara, esa que en ocasiones trata a sus fans como si fuesen ciegos o estúpidos.

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Megaman X Collection

Juegos incluidos: Megaman X, X 2, X 3 (versión PS1), X 4, X 5, X 6, Megaman Battle & Chase.

Capcom nos obliga a expulsar una buena cantidad de ponzoña a la hora de hablar de sus Capcom Classics Collection. Pero si tal cosa sucede es debido al hecho de que con un poco de aplicación, la misma empresa que había perpetrado semejante atentado era  capaz de ofrecer a sus incondicionales un producto muchísimo mejor con este lanzamiento dedicado a Megaman. Sobre los títulos incluidos, nada nuevo podemos mencionar. Tras su origen en las consolas de 8 Bits, donde protagonizó una saga interminable, Megaman se decidió a dar el salto a Super Nintendo con un título extraordinario, que profundizaba en las mecánicas jugables de sus antecesores pero mejoraba el modelo con un importantísimo salto tecnológico y de diseño, y que generaría una nueva saga que continuaría hasta la época de PlayStation 2, donde tiene sus propios episodios (bastante poco inspirados, todo hay que decirlo) además de este recopilatorio con las versiones para Super Nintendo y la primera PlayStation.

Megaman X Collection es una de las mejores noticias que el aficionado a los clásicos encontrará en PlayStation 2. Ni más ni menos que seis entregas de una de las sagas más carismáticas de Capcom, títulos ya de una gran madurez jugable, rebosantes del estilo gráfico de la mejor Capcom y la jugabilidad tradicional de la saga que ahora quiere resucitar el gran Keiji Inafume. Juegos totalmente representativos del buen hacer de la desarrolladora de Osaka en el mundo bidimensional. Los dos primeros, posiblemente los que mejor representan lo que fue Megaman X, son calcos exactos de sus originales para Super Nintendo, aunque en el caso de la tercera entrega se optó por la versión para Playstation (y Saturn), que incluía una banda sonora remezclada con respecto al original. En cuanto a los siguientes episodios, Megaman X 4, 5 y 6, la cosa era bastante fácil ya que fueron originales de PlayStation 1 y por tanto el salto fue muy sencillo a nivel de software.

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Sí, los menús y extras de esta colección han sido realizados en resolución 480i, pero en el momento de lanzar cualquiera de estas joyas surge el milagro y, oh sorpresa, pasamos a la resolución original a la que fueron programados estos magníficos ejemplos de todo lo que hizo grande a Capcom, demostrando que las cosas podían hacerse bien. Una pena que no siempre las aguas discurriesen por estos cauces, y es que la desidia que en muchas ocasiones los aficionados achacamos a esta marca legendaria no es, exclusivamente, cosa de hoy día. En la misma línea positiva, Capcom tuvo a bien lanzar una igualmente respetuosa colección de los juegos para recreativas CPS 1 y 2 protagonizados por Megaman en el llamado Megaman: The Power Battle Fighters. Se trata de títulos muy poco representativos de Megaman, pero sin duda tienen su gracia.

Las demás recopilaciones de Capcom

Con la perspectiva que nos da el tiempo, podemos decir sin posibilidad de equivocarnos que fue en PlayStation 2 donde Capcom pisó el acelerador en el camino de los recopilatorios, pedal que mantendría a fondo en las generaciones posteriores hasta llegar a la actualidad, tanto en formatos físicos como digitales. Hemos querido reseñar de manera más amplia los dos extremos que se pueden apreciar en cuanto a los lanzamientos para PlayStation 2, la vertiente respetuosa con el material original y la que lo pisotea sin miramientos. Entre ambos oscila el resto del material.

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Los demás lanzamientos en esta temática optaron por ofrecer colecciones más reducidas de sagas más recientes pero igualmente importantes, aunque lamentablemente se encuentran más cerca de la vertiente tenebrosa de todo el asunto, con modos 480i y filtrados bilineares forzados sin darnos la opción en los menús del juego de obtener las resoluciones originales. Hablamos de colecciones de títulos extraordinarios, como Street Fighter Alpha Anthology, al que podríamos considerar una opción intermedia ya que, aunque es un título 480i, incorpora opciones de mejora de imagen que no están del todo mal y de paso permite desactivar el filtrado bilinear que difumina la imagen. También destacaremos en este apartado otros lanzamientos como Vampire: DarkStalkers Collection, con las mismas opciones que el anterior. Igualmente reseñable resulta aquí un caso muy curioso como es el de Hyper Street Fighter 2: Anniversary Collection, el cual incluye una suerte de versión definitiva de Super SF2 con todas las variaciones de los personajes a lo largo de las entregas lanzadas hasta entonces, y el impresionante Street Fighter 3: Third Strike (solo en la versión americana en el caso de PS2), una verdadera bestia jugable y competitiva para los adictos a los combates. Nada que decir sobre la calidad jugable, pero de nuevo las opciones de visualización no están a la altura al no permitirnos disfrutar de las resoluciones originales.

Por último, y también en el extremo más olvidable, se encuentran otros títulos como el horroroso Megaman: Anniversary Collection lanzado en Estados Unidos, que celebra el quince cumpleaños del pobre Megaman vomitando sobre sus primeros lanzamientos al lanzarlos en un pack de pésima, y particularmente parpadeante, calidad de imagen al forzar los consabidos 480i y filtrado. El pobre blue bomber, como le suelen llamar por los USA, aún vería más mancillado si cabe su legado en las décadas posteriores, básicamente porque Capcom se olvidaría de él y lo enviaría a protagonizar prescindibles títulos tridimensionales que no estuvieron jamás a su altura. Este olvido se mantendrá incluso ahora que los lanzamientos bidimensionales vuelven a gozar de un importante éxito. Habrá que esperar para comprobar si los lacrimógenos videos de Keiji Inafume fructifican en algo decente con ese poderoso heredero con el número 9 en el casco al que pretende convertir en sucesor a la altura de este gran héroe del videojuego clásico.

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Taito Legends 1 y 2

Juegos incluidos Vol. 1: Space Invaders I & II, Phoenix, Colony 7, The Electric Yo-Yo, Jungle Hunt, Zoo Keeper, Elevator Action, Great Swordsman, Return of the Invaders, Bubble Bobble, Gladiator, Tokio, Exzisus, Operation Wolf, Plump Pop, Rastan, Rainbow Island, Super Qix, Operation Thunderbolt, The New Zealand Story, Battle Shark, Continental Circus, Plotting, Volfield, The Ninja Kids, Space Gun, Thunder Fox, Pulirula, Tube It.

Juegos incluidos Vol. 2: Alphine Ski, Arabian Magic, Bonze Adventure, Cameltry, Chack 'n Pop, Cleopatra Fortune, Crazy Balloon, Darius Gaiden, Don Doko Don, Dungeon Magic, Elevator Action Returns, The Fairyland Story, Football Champ, Front Line, Gekirindan, Grid Seeker, Growl, Gun Frontier, Insector X, Kiki Kaikai, Kuri Kinton, The Legend of Kage, Liquid Kids, Lunar Rescue, Metal Black, Nastar Warrior, Puchi Carat, Puzzle Bobble 2, Qix, Raimais, Space Invaders '95, Space Invaders DX, Super Space Invaders '91, Violence Fight, Wild Western, Balloon Bomber, G-Darius, RayStorm, Syvalion, Bubble Symphony, Cadash, Pop 'n Pop, RayForce.

Taito es otra de las históricas de la época del arcade que tuvo problemas adaptándose a los nuevos tiempos cuando los recreativos empezaron a perder su pujanza. No se le puede discutir que ha estado siempre ahí desde aquellos Space Invaders pioneros en tantos aspectos y que tan innovadores resultaban en su día, allá por el jurásico del videojuego. Como no podía ser menos, y consciente de que su pasado era mejor que su presente, también se sumó al carrusel de lanzamientos coleccionables de sus clásicos. Sin mitos del calibre de un Street Fighter 2 o similar en los años más recientes, que pudiese justificar por sí mismo la compra de estos recopilatorios, y desde luego con menor fondo de armario que compañías como Capcom, Taito optó por lanzar dos entregas con la particularidad de contar con una enorme cantidad de juegos, desde luego muchos más que lo habitual en el resto de compañías.
 
Entre ellos encontramos títulos de un valor histórico fuera de toda duda, entre los que destaca ni más ni menos que el propio Space Invaders del año 1978. Junto a ellos, esta amplia selección nos ofrece algunos shoot em ups, género en el que Taito fue muy destacada, de muchísimo interés para todos los amantes de los matamarcianos, y también otras joyas clásicas como los juegos protagonizados por los simpáticos Bub y Bob, tanto los originales Bubble Bobble como los frenéticos y adictivos puzzles en los que evolucionaron y que hoy día aún siguen lanzándose para todas las plataformas habidas y por haber.

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En la segunda entrega nos encontramos con algunos títulos exclusivos para cada uno de los diferentes sistemas en los que fueron lanzados estos recopilatorios, y en este caso hay que decir que PlayStation 2 llevó la peor parte, ya que por el camino se quedó un título magnífico muy poco versionado para consolas, como es el maravilloso shoot em up vertical Gunlock, uno de los juegos más espectaculares de Taito. Los usuarios de PS2 obtienen a cambio su secuela, el también importante Raystorm, quizá menos interesante por ser de la primera PlayStation y por tanto retrocompatible. Y es que lo de eliminar la retrocompatibilidad para vendernos de nuevo los juegos de la generación inmediatamente anterior era entonces una sorpresa que aún no nos podíamos imaginar.

Entrando en la cuestión que nos ocupa, es justo admitir que en ambos lanzamientos, y al no ser Taito una compañía que diese sus frutos más competitivos durante los 90, sino más bien antes, hay mucho material que puede considerarse de relleno. Aun así, es una muy buena oportunidad para disfrutar de recreativas muy populares durante los 80, como el reseñado Space Invaders, Phoenix, Bubble Bobble, Operation Wolf o el simpatiquísimo, adictivo y olvidado The New Zealand Story. Juegos, eso sí, ya muy antiguos y que pueden no ser del gusto de todo el mundo. Para los que tengan paladares más inclinados a los años 90, también hay diversión a raudales en los títulos de la potentísima placa Taito F3, como el estupendo Puzzle Bobble 2 y otras recreativas menos conocidas en su día en nuestro país, como Bubble Symphony (la secuela del mismísimo Bubble Bobble), o las versiones modernas de Space Invaders. El motivo por el que no hay ni rastro de otro de los grandes de la marca, ni más ni menos que Arkanoid, escapa a toda comprensión.

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Para terminar, también hay que destacar aquí algunos títulos de mucho mérito que pasaron muy desapercibidos en su día en los propios salones, donde la competencia era tan feroz, y enfrentarse en su mismo campo a las Capcom y SNK que cada pocos meses ponían todo patas arriba era muy complicado. Por nombrar los dos más destacables, citaremos Liquid Kids, simpatiquísimo plataformas con jugabilidad inspirada en Bubble Bobble, o Growl, un más que decente Beat em up con el que Taito planteaba batalla a Capcom en su género estrella por aquel entonces y que, sin llegar a conseguir ese objetivo tan ambicioso, (porque ese objetivo se asemejaría al de intentar competir con Miguel Angel en escultura allá por la Florencia del Renacimiento), es preciso reivindicarlo como un buen ejemplo del género. En cuanto al otro tema que nos interesa, de nuevo las noticias no son buenas, puesto que en ambos volúmenes todo está reescalado a 480i con algún tipo de filtrado bilinear. Malísimas noticias en cuanto a visualización, pero sin lugar a dudas son recomendables por la selección de títulos. Por supuesto, evitar la versión PAL, no digáis que no avisamos.

SNK y Neo-Geo

La otra grande de los 90 en los recreativos es, con Capcom, la compañía que tiene un mayor repertorio de títulos que han mantenido casi intacto su poder de atracción sobre los jugadores. Tanto sobre los que los disfrutamos en su día como sobre quienes se aproximan a ellos deseosos de conocer los orígenes de muchos géneros. La placa recreativa Neo Geo MVS y su versión doméstica protagonizaron los primeros 90 con títulos de jugabilidad sencillamente brutal, y aspecto técnico completamente puntero en su día. Sobra comentarse de nuevo la versión doméstica de precios inalcanzables, con cartuchos que aún hoy protagonizan escandalosas subastas en Ebay con cifras de cinco dígitos en euros.

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Lo cierto es que si hubo una compañía que perdió la partida una vez pasada la época arcade fue SNK, sobre todo una vez convertida en una Snk Playmore que no pudo mantener ni de lejos el interés de sus lanzamientos, con una saga King of Fighters que declinaba año tras año y una manifiesta incapacidad para evolucionar y crear nuevos desarrollos atractivos. Ante esto, gran parte de los esfuerzos de la compañía se centraron en aprovechar el tirón que tenían, y aún tienen, los grandes clásicos de Neo-Geo, y a continuar más allá de lo deseable sus sagas más queridas. Los años de PlayStation 2, y la experiencia adquirida sobre una PlayStation 1 en la que las conversiones de Neo-Geo no llegaron jamás a ser totalmente satisfactorias, brindarían, esta vez sí, la posibilidad de realizar versiones perfectas de estos títulos, si bien seguirán existiendo algunas mínimas diferencias, sobre todo en cuanto a tiempos de carga lógicos por el cambio de medio de los cartuchos gigantescos al disco óptico.

Durante los años de PlayStation 2, el goteo de lanzamientos de Snk fue incesante. No en vano, el ciclo de vida comercial de Neo Geo es enorme, el más largo de máquina alguna. Pero lo que nos interesa hoy es reseñar una serie de recopilatorios que salieron más bien al final de la singladura de PS2, y que en cierta manera suponen un movimiento a la desesperada para aprovechar de nuevo lo mejor del catálogo de Neo Geo, en momentos muy críticos para Snk Playmore. Afortunadamente para nosotros, esto se tradujo en un buen número de recopilatorios muy recomendables de sus sagas de lucha. Hablamos de los dedicados a sagas como Art of Fighting (AoF Anthology), Fatal Fury (en dos lanzamientos titulados Fatal Fury Battle Archives), toda la serie World Heroes en su propia Anthology o títulos menos populares pero también notables, como el mismísmo Kizuna Encounter, uno de los juegos más raros y caros en la versión doméstica del sistema de SNK, y que no se había visto hasta entonces en otro sistema, en un recopilatorio llamado Fu Un Super Combo. Eso sí, este recopilatorio no salió de Japón, pero es muy recomendable porque el juego y su acompañante en el disco, el también destacable Savage Reign, son dos títulos muy jugables, poco conocidos y técnicamente muy típicos del mejor estilo de SNK.

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Todas estas recopilaciones que acabamos de citar están, además, muy cuidadas visualmente, con su resolución original 240p, con sus scanlines si tenemos a mano una pantalla de tubo, y su selección a 60hz en territorio PAL. Una maravilla que puede hacer las delicias de cualquier fan de SNK. Pero tampoco esta vez podemos estar completamente satisfechos, ya que no siempre fueron tan respetuosos con su material de origen y, precisamente, lo peor de Snk en este campo viene de la mano de los recopilatorios de sus dos sagas más populares. Al que debería ser el más apetecible de entre los lanzamientos de Snk en esta temática, ni más ni menos que el que comprende todas las entregas de la saga Metal Slug bajo el original título de Metal Slug Anthology, Snk decidió actuar como la Capcom a la que hemos criticado anteriormente.

De manera incomprensible, esta recopilación de títulos, portados a casi todas las plataformas incluso en la actualidad, y entre los que se encuentra mucho de lo mejor que Snk ha lanzado jamás, tuvo un penoso tratamiento por parte de la factoría de las tres letras azules mágicas. De nuevo el pack completo del horror. Reescalado a 480i, filtro bilinear, cargas donde no las había en los originales (aunque posiblemente esto sea lo más perdonable) y una penosa versión PAL a 50hz en la que la velocidad se resiente con bastante virulencia en algunos casos. Un verdadero engendro que debería avergonzar a las mentes pensantes que lo idearon, inexcusable de nuevo en títulos de este nivel.

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Lo mismo puede decirse de lo sucedido con la saga King of Fighters, la gran gallina de los huevos de oro a la que Playmore se encomendó como única tabla de salvación cuando las cosas se torcieron definitivamente. El recopilatorio definitivo, tras dos intentos anteriores en tierras niponas, sería el llamado King of Fighters Collection: The Orochi Saga, que cubre lo mejor de la saga, los episodios lanzados desde el 94 al 98 aunque de nuevo no podemos estar satisfechos a nivel de visualización, de nuevo con entrelazado y filtro bilinear, aunque en esta ocasión este filtrado es poco molesto. Situaciones muy similares nos encontramos en otros recopilatorios algo más fallidos por parte de SNK, como son las antologías dedicadas a Samurai Shodown (incomprensible si se miran las que hemos mencionado antes) o SNK Arcade Classics vol. 1, que adolece, además de lo que ya nos podemos imaginar, de reescalados incorrectos que hacen que el scroll no sea perfecto, además de existir problemas en la emulación. Como vemos, con SNK estamos hablando de una variedad de resultados que convierte lo que podría haber sido una colección definitiva en una especie de lotería algo perversa.

Conclusión

Como habrá podido comprobar el lector, el mundo de los volúmenes recopilatorios es realmente amplio en PlayStation 2, abarcando una cantidad de sistemas y títulos francamente espectacular. Es por esto que la consideramos uno de los bastiones en los que cualquier aficionado al retrogaming puede encontrar casi todo lo que desea.  En este amplio reportaje hemos dejado fuera títulos que posiblemente sean interesantes para algunos, como Activision Anthology, en el que encontramos títulos para una máquina tan antigua como la Atari 2600, o Namco Museum, en el que encontramos la protohistoria de esta otra gran compañía. Por otro lado, las diferentes versiones regionales, en ocasiones con diferencias en cuanto a los títulos incluidos, hacen que sea casi imposible abarcar todo el material. También es preciso recordar, en este punto, que la mayoría de estos títulos no salieron solamente en PS2, y que también Xbox 1 y Gamecube tienen su abundante ración de nostalgia. Hemos intentado delimitar con atención los pros y contras de todos estos títulos. Como habrá comprobado el paciente lector, la intención ha sido la de ser muy críticos con el reescalado que se aprecia en muchos de ellos, la ausencia de las scanlines por considerarlas elemento consustancial a la imagen típicamente retro y todo lo que ya se ha reflejado. Pero una vez que todo ello ha quedado claro, es preciso tener en cuenta dos puntos.

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En primer lugar, la imagen entrelazada y sin scanlines no es la original ni la deseable. Eso es indudable y un hecho objetivo. Pero también es justo reconocer que no es un aspecto que preocupe a muchos usuarios, sino más bien a los más dedicados. Esto quiere decir que es una deficiencia que no será tan importante para muchos jugadores, y habrá incluso quien no se la haya planteado jamás. También que no todos han sufrido lo mismo por el paso al entrelazado y el filtrado bilinear. En cualquier caso, recomiendo a todo el que opine que son aspectos poco importantes, la conexión de una Mega Drive, SNES o Neo Geo a una pantalla de tubo, y luego una comparación directa con uno de estos recopilatorios sin la resolución original, en el mismo monitor a poder ser. La diferencia es enorme, y totalmente apreciable a simple vista. Es algo que no se aprecia bien en fotos, pero en directo estamos hablando de universos diferentes, especialmente en cuanto a estabilidad de la imagen por el parpadeo (el cual no afecta por igual a todos los títulos, pero está siempre presente, y siempre molesta).

Por otro lado, es una pena que esta problemática no se haya tenido en cuenta por parte de las compañías, porque haciendo una simple búsqueda en Google, tardaremos muy poco en encontrar soluciones que la escena “paralela” de PlayStation 2 ha aportado a muchos de estos problemas, devolviéndoles su resolución original con apabullante sencillez. Es decir, unos hackers armados de unas líneas de código de sencillez descorazonadora solucionan muchos de los problemas que hemos denunciado vehementemente en este reportaje. En algunos casos las diferencias son de verdadero escándalo, como en un Metal Slug Anthology que se vuelve impresionante a su resolución original una vez tratado con el medicamento adecuado. También se pueden paliar muchas de ellas con hardware dedicado, como el X-Rgb Mini Framemeister o ciertos generadores de Scanlines por Hardware que pueden acoplarse a una PlayStation 2, aunque los filtros bilineares hacen que los resultados sigan sin ser óptimos en la mayoría de recopilatorios tratados.

Esperamos que este texto sirva como referencia para quienes deseen aproximarse a este catálogo tan amplio. Sobre todo ahora que, como mencionamos, los precios están tan bajos para estos títulos. Eso sí, antes de comprar nada de todo esto, aseguraos bien de la región para la que lo adquiriréis, si tiene selección a 60hz, y todo lo que hemos analizado en este Regreso al Pasado dedicado a esta particular vertiente del catálogo de una de las consolas más importantes sobre las que hemos puesto nuestras manos.