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Panzer General III Scorched Earth

Panzer General III Scorched Earth

La Guerra conocida

De todos los juegos estratégicos que toman como telón de fondo el escenario de la Segunda Guerra Mundial la serie Panzer es la que mejor ha sabido combinar el realismo, el rigor, la lección lúdica y el entretenimiento

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De todos los juegos estratégicos que toman como telón de fondo el escenario de la Segunda Guerra Mundial la serie Panzer es la que mejor ha sabido combinar el realismo, el rigor, la lección lúdica y el entretenimiento. Generaciones de estrategas crecieron con los primeros títulos de esta saga ante sus ojos. Pero, hoy por hoy, los juegos de la serie Panzer han perdido ese talismán que los caracterizaba.
Los lanzamientos de cualquier secuela no despiertan ya el interés del público tal y como lo hacían antes. El cambio de gustos quizá tenga gran parte de culpa. Hoy en día los juegos de estrategia por turnos han visto como su terreno es comido por la acción frenética del tiempo real, aun cuando títulos de tal calibre como Fallout Tactics vienen a confirmar el buen estado del género.

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Pero alegar el cambio de gustos como razón principal del escaso interés generado por este Panzer III Scorched Earth sería poco menos que negar la evidencia. Cierto, poco o nada tienen que hacer los programas que se decantan por un mayor purismo estratégico (y que heredan de los wargames clásicos, los de mesa, su tempo narrativo) ante otros juegos de mayor, digamos, accesibilidad (Starcraft, serie Command and Conquer, etc). Pero también es cierto que los diseñadores de SSI no han sabido darle a su producto las dosis de innovación y frescura necesaria como para que su juego no se quede en mera repetición de los conceptos desarrollados en propuestas anteriores.

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El paso a las 3D, aparte de no sorprender a casi nadie, ya lo habían dado con el anterior título de la saga, Panzer General 3D Assault. Por si fuera poco la evolución bidimensional/tridimensional perjudica más que ayuda, cosa que ya sucediera con su predecesor. He visto pocos juegos en los que el avance tecnológico haya supuesto tal retroceso tanto desde el punto de vista de la pura jugabilidad como en el resultado de éxito ante el público.


Descripción general:
La desastrosa transformación de la serie Panzer, comenzada, como dijimos, con Panzer 3D, y perpetuada con Panzer General III Scorched Earth, borra de golpe y plumazo tanto a jugadores clásicos como a los modernos. Los primeros se quedarán con el Panzer General, desde mi humilde punto de vista el mejor de la saga, y los segundos, visto el resultado en pantalla, huirán del juego. Es probable que sólo los muy fanáticos de la serie decidan darle una oportunidad. Pocas novedades van a encontrar. Scorched Earth es exactamente igual a Panzer 3D. De hecho, a no ser por la duración del juego, y el tiempo que separa ambas fechas de lanzamiento, podría ser comercializado como una expansión. Mala señal esta. Símbolo inequívoco de que las ideas comienzan a esfumarse.
A través de un sistema de juego basado en los turnos (como en una partida de ajedrez, movemos nuestras fichas y esperamos la reacción que esto causa en el ejército enemigo) nos adentramos en un programa que sabe a repetido.

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Dos campañas completas y realmente extensas junto con otras dos de tamaño mas modesto así como una serie de batallas únicas conforman la columna vertebral del juego. En ellas, tanto si pertenecemos al bando alemán como al soviético, podremos regresar al frente del Oriental donde se libraron batallas tan cruentas como definitivas para el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial.

Como en la anterior entrega, esta vez las unidades no cogen experiencia a medida que ganen combates, haciéndose así más poderosas. Son los generales los que ganan puntos de prestigio. Lo bueno de esta característica en el sistema de juego es que los mandos son intercambiables, es decir, que podemos mover un líder a una unidad más débil para compensar así el combate.

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Porque los combates son duros. Pero no por que la inteligencia artificial del juego sea de lo mejorcito. Veamos... Todas las batallas en Panzer se deben ganar por turnos. Es decir, si no completas los objetivos (qué se yo, tomar tal y cual ciudad) en una cantidad de turnos determinada perderás la batalla. Perfecto. No habría problema si los mapas fuesen de dimensiones razonables, pero al ser estos tan extensos y al estar plagados de enemigos (puede que el ordenador no sea muy buen estratega, pero tiene un graaaaan ejército en lo que a número se refiere) la victoria, por lo menos en las primeras batallas, se hace poco menos que imposible.
 
Audio/Vídeo:
Lo mejor del paso a las tres dimensiones es que las características orográficas del mapeado influyen en la forma de moverse de las unidades. Es decir, nuestros tanques dan la sensación de estar subiendo y bajando montes, por ejemplo. Por lo demás el entorno 3D es pura imaginería visual. Las fichas, además, ganan en detalle, claro. Los efectos de luces y humo, aún cuando están generados por partículas, no destacan por su excesiva calidad. Dejémoslo en correcto.
Ahora bien, el uso de una cámara que muestre el escenario en tres dimensiones trae consigo una serie de problemas que se pueden resumir en una palabra: confusión. Los mismos defectos que empañaban Panzer 3D se repiten en esta entrega. La cámara, con la que se puede rotar por el mapeado, como en la mayoría de los juegos estratégicos en 3D, no encuentra ese punto de vista perfecto que nos permita visualizar la acción de una manera cómoda. Es más, se recomienda encarecidamente no tocar la cámara del juego: la que trae por defecto es, con mucho, la mejor para visualizar los combates.

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Las ciudades (un conjunto de bloques con forma de edificio) están representadas en 3D de tal manera que es materialmente imposible (a no ser que peguemos el morro al monitor) distinguir si hay o no tropas guareciéndola. Tanto yo como un compañero pasamos por la misma situación: creyendo que el pueblo estaba libre de enemigos nos dispusimos a tomarlo como si tal cosa. Pero hete aquí que en el dichoso pueblo nos esperaba un regimiento de infantería fuertemente atrincherado. Las consecuencias no fueron catastróficas en cuanto a bajas, pero sí en cuanto a tiempo.

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Los efectos de sonido pueden dividirse en dos: ruidos de batalla y música. Los primeros destacan por su calidad y variedad. Siempre me ha dado la sensación al jugar cualquiera de los Panzers que el ruido que hacen los tanques al moverse es un ruido veraz, conseguido, atroz. Lo mismo se podría decir del resto de las unidades. En cuanto a la música, Panzer Scorched Earth tiene el dudoso honor de pertenecer a la categoría de juegos musicalmente pertinaces. Traducción: una musiquilla que en un principio te sitúa en la contienda (mucho tambor retumbando, sensación de caminos pisoteados por botas, fuego y destrucción) acaba por meterse de tal manera en tus tímpanos que decides o quitar la música o ponerla bien alta para que la vecina de al lado (esa que siempre escucha Camela) ingrese en un psiquiátrico. ¿Tan difícil es cambiar, aunque sea una vez, de tema de fondo?
 
Guión:
La Historia es el guión de Panzer General Scorched Earth. 1940-1945. Hitler, desoyendo los consejos de sus asesores (en realidad grandes responsables del éxito del ejército alemán. Hitler era un político mediocre y un nefasto estratega) decide romper el pacto de no agresión con Rusia y atraviesa Polonia rumbo a la capital de la URRS. 
Fue uno de sus grandes errores. Las durísimas condiciones climatológicas, la extensión inabarcable del país, la superioridad numérica del ejército comunista y una estrategia caótica contribuyeron a acabar con las ansias imperialistas de los germanos. El sueño ario terminó en abril de 1945. Las tropas rusas se agolpaban ante las puertas del Reichstag. Hitler se pega un tiro. Su mujer, Eva Braunn, muere con él. Ahora nosotros podemos cambiarlo


Jugabilidad:
Aparte del mencionado problema de cámaras o de camuflaje de las unidades en el entorno 3D la jugabilidad del Panzer General Scorched Earth sigue siendo buena. No tiene más complicaciones que manejarlo todo a golpe de ratón. Las unidades tienen una capacidad de movimiento determinada que se representa por medio de una especie círculos verdes (ay, ¿dónde están mis hexágonos?). 
Con el botón izquierdo del ratón desplazas la ficha. Click derecho sobre ella y accedes a las características de la misma. Cuando te topas con una unidad enemiga al reposar el cursor sobre ella aparece un punto de mira con una proporción aproximada (siempre y cuando sea posible atacar) de bajas propias y enemigas. Claro que hay más opciones y atajos de teclado, pero todo lo esencial se maneja con el ratón. Como cualquier buen título de estrategia.

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La diversión del apartado multijuagdor depende del tiempo, paciencia y afición que tengan los jugadores. Porque en épocas tan frenéticas como en las que vivimos habituarse a un juego que requiere reflexión y sobre todo mucho tiempo entre movimiento y movimiento puede resultar desolador para muchos. Recordemos que esto es como el ajedrez. Solo puedes mover cuando ya lo halla hecho tu contrincante.

Aún así, la diversión en este tipo de partidas es realmente elevada. Personalmente prefiero un multijugador muy sui generis y que es el que vengo practicando desde hace años cuando juego al Panzer: juntarte con un amigo y pasarse juntos (los dos en el mismo bando) la campaña de arriba abajo.
  
Estrategia y trucos:
Lleva siempre las unidades más devastadoras (o sea, los tanques) en primera línea. Resiste mejor a un ataque sorpresa cualquier unidad blindada que un grupo de soldados. La artillería en la retaguardia.
Para evitar encuentros excesivamente desagradables no avances muchos hexágonos de una vez, sobre todo en las cercanías de las ciudades.

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Al comenzar tu ataque contra un enemigo dispara siempre las unidades de artillería. Si además el objetivo está atrincherado se irá debilitando, lo que favorece la tarea a los tanques y al resto de tu ejército. También puedes debilitar el atrincheramiento (en las ciudades que hay que tomar es especialmente fuerte) bombardeando con tus aviones.

Nunca dejes sólo un bombardero. Acompáñalo siempre de algún caza. Los bombarderos en lucha aire-aire son muy vulnerables. Créeme si te digo que lamentarás su pérdida.

Siempre que puedas conduce tus unidades transportadas por las carreteras: avanzarán más rápido.

Esto más que un truco es un trampa: puedes usar tus aviones para reconocer el terreno. Los haces avanzar por el mapa y si no descubres nada cancelas la acción. Repite este proceso hasta encontrar la posición del enemigo.

Al tomar una ciudad deja en ella una unidad de infantería atrincherada. Tu rival puede reconquistarla si la dejas desprotegida.

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Estos trucos o consejos son los que había disponibles el 07/06/01 Si no encuentras lo que buscas, pasa por la sección de TRUCOS.
  
Comparándolo con...:
Scorched Earth no supera, ni de lejos a Panzer General. Este último, aun teniendo gráficos en dos dimensiones y unos añitos a sus espaldas, sigue siendo infinitamente superior tanto en gráficos como en jugabilidad. A SSI le iría mejor dejando las cosas como estaban. 
 

Si eres un fanático cualquier nueva entrega de Panzer te hará sentirte en el séptimo cielo.
Jugar estos títulos puede ser una buena manera de introducirse en el terreno de la Historia. Más papel, que no indigesta.
  

Enlaces o Links:
Página del juego:
www.panzergeneral3.com
Página de los desarrolladores:
www.ssionline.com
 
Manual:
Como es costumbre en los juegos de estrategia nos encontramos ante un manual extenso y que profundiza en los pormenores del juego. 67 páginas en blanco y negro escritas en un maravilloso inglés. ¿Para cuándo los juegos traducidos?  
 
Equipo necesario:
El juego fue analizado en un Petium a 400 mghz, 128 de RAM, Voodoo 3, 20Gb de disco duro. Se ejecutó con total y absoluta suavidad. No obstante los requerimientos oficiales son los siguientes: Windows, Petium 266, 32 Mb de RAM, 40 MB de HD, tarjeta gráfica de 8Mb compatible con Direct3D
 

5.5

Mejorable

Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejará huella. Sólo recomendable en caso de sequía de este género de juegos.