Vergüenza sobre ruedas

En Monster Truck Rumble nos ponemos al volante de uno de esos "Bigfoot" que tanto gustan al público americano, verdaderas moles de quemar combustible y destrozar coches en el estadio del pueblecito interior de turno, donde los buenos americanos campan a sus anchas. No soy especialista en los juegos del género 4x4, pero tampoco lo necesito para tratar de disuadir a cualquiera que, atraído por la publicidad de algún vendedor, o simplemente por el atractivo precio del juego, pueda llegar a interesarse por este título que, como su propio nombre indica, es un monstruo. Veamos por qué…

No soy especialmente fanático de los juegos de coches, aunque no voy a negar que he hecho mis pinitos con algún NFS y también con algún que otro Colin Mcrae, lo que me confiere un mínimo de autoridad para juzgar y condenar al ostracismo lúdico a este videojuego que es una especie de no-puedo-pero-tampoco-quiero que es el Monster Truck Rumble para PC. Sinceramente, es más interesante gastar el dinero que cuesta (que no el que vale) en comprar un kilo de arena en Túnez y el tiempo que lleva instalar, probar y desinstalar, en salir a ver crecer un árbol.  

Podremos elegir al inicio entre varias opciones, conducir libremente por el monte, una carrera con puntos de control, otra carrera donde el objetivo es aplastar turismos que, para la ocasión, se han dejado en medio del desierto y, por último y no menos aburrido que el resto, una carrera por un circuito, con gradas y todo. Y digo gradas porque son dos, una y dos.

Los escenarios por los que se desarrolla la acción son, entre otros, los dispares desiertos del Cañón del Colorado y las estepas de Wyoming, por poner ejemplos de fealdad, ya que ambos territorios son idénticos en el juego. Un horizonte monocromático nos va a dar la bienvenida a un mundo infernal, el de la conducción libre, con tintes postnucleares espantosos. Vacas, gallinas y búfalos estáticos (tanto que al golpearles, rebotan), granjas aisladas del mundo rollo Mad Max, ferrocarriles que no llegan a ninguna parte, arbustos solitarios….en fin, que por no trabajar un entorno gráfico agradable, han utilizado lo más triste y con menos adornos que uno se pueda echar a la cara.

En la opción de correr pasando por puntos de control, deberemos adelantarnos a nuestro tres competidores (siempre tres), pasar por los puntos indicados con un triste arco metálico y llegar a meta antes que el resto. Hasta aquí todo normal. Como excepcional, que dispondremos de un radar que nos irá indicando hacia dónde hay que ir, ya que en este angustioso paisaje, perderse es fácil. También dispondremos de un marcador de "salud" del coche, que bajará rápidamente y un velocímetro.

La opción del destrozo de coches es simple: pasar por encima de montones de coches idénticos y destrozados para ganar puntos en un tiempo límite, adelantándote nuevamente a tus contrincantes. Debe ser mi minúsculo cerebro que no lo admite, pero es un quebradero de cabeza encontrar montoncitos de coches en el desierto.

Corriendo en el circuito, con coches destrozados como obstáculos, podremos ver a nuestros tres compañeros del principio, y ganar la carrera a golpe de golpes, o lo que es lo mismo, con algún que otro "empujoncito".

El juego no posee niveles de dificultad. No hay modo competición donde ir ganando puntos, etapas, dinero….No hay absolutamente ningún aliciente que nos invite a seguir jugando, aunque sea para ganar este torneo, mejoras para el coche…nada de nada.

Como nota tristemente cómica, un bug curiosísimo: En medio de una carrera, un estrépito nos sacará de nuestro ensoñamiento paisajístico, y podremos contemplar dos cosas: La primera, que nuestro coche pasa de nivel de "salud" del 100% al 0% en unos segundos, acompañado de un golpe tan agradable como el de una lavadora cayendo desde un cuarto piso. Y eso estando parados porque, si estamos en movimiento durante este "fallo en matrix", encontraremos a nuestro vehículo, que rara vez pasa de 80mph, corriendo a más de 120…¡marcha atrás!.. y todo eso sin control ninguno. Una colisión tremenda nos frenará de la alocada carrera.

Por otro lado, cualquier mínimo bache de dos palmos que pisemos, lanzará a nuestro monstruo varios metros hacia arriba, en un salto tan exagerado como ridículo. Eso sí, el deterioro será constante. Ello nos hace pensar….cada rueda de un Monster Truck debe valer como mi coche entero… ¿Cómo es posible que el deterioro del vehículo se produzca por baches del tamaño de bordillos?

Además de eso, los programadores, en un alarde de gratitud, nos han obsequiado con las deformaciones que sufre el coche de acuerdo a los golpes que vaya recibiendo. Eso sí, el coche se deforma exactamente igual por todas partes, independientemente de si nos han dado por detrás, o nos hemos despeñado por un barrando de 50 metros, se abollará exactamente los mismo después de rebotar como una pelota de ping-pong contra el suelo.

Gráficos y sonido

Con este juego, peligroso casi a cualquier edad, vamos a poder poner a punto nuestro sentido auditivo, sometiéndole a la más dura tortura que el hombre recuerde desde la emisión de "Lluvia de estrellas". Los ruidos durante el juego, insoportables (obsérvese que digo "ruidos" y no "sonidos"). Un monótono ronroneo nos hará conscientes de que el asunto está en marcha, y punto. Un estrépito indescriptible, que nos han golpeado. Y aquí termina el apartado.

El aspecto gráfico es malo, muy malo. Lo referente al tirón 3D de los coches es lo único que puede salvarse de la quema, porque lo demás, cae por su propio peso. Empezando por el acabado de los coches, siguiendo por el terreno donde se desarrolla la acción y terminando en el horizonte simplista. Malo, muy malo y bastante cutre. Se nota el mínimo esfuerzo para un subproducto plenamente comercial. Analizando la página de la compañía, veremos que la mayoría de los productos que ofrecen se hallan al mismo nivel.

Como nota curiosa: aunque podemos correr en diferentes condiciones climatológicas, conducir de noche es la más divertida de todas, puesto que no se ve nada. Nada de nada, todo es a ciegas, así que…por lo menos nos ahorramos el tener que tragarnos el paisaje.

Jugabilidad

Este juego es fácil. Fácil de conducir, de coger el tranquillo y de ir ganado pruebas. Que no tenga alicientes tales como torneos, le quita la poca salsa que podría llegar a haber tenido. Eso sí, si nos cruzamos con el "efecto matrix" que nos tritura el coche así por las buenas en medio de ninguna parte y con los otros competidores a kilómetros, apaga y vámonos.

Estrategia y Trucos

Correr y rezar. No se necesita gran destreza técnica para correr en ninguna de las pruebas de que dispondremos, ya que básicamente son línea recta por el desierto salvo alguna curva inesperada, sobre todo una vez sobrepasado algún punto de control. Toca freno de mano y en marcha. Rezar para que nos suceda la hecatombe y tu coche sea de repente despedido hacia atrás, sin posibilidad de redención. No chocar con el resto de competidores suele ser difícil, y más cuando debemos pasar a más de medio metro del obstáculo que queremos evitar, o chocaremos contra el aire.

Lo que está bien

Lo que no está tan bien

Enlaces

Requisitos del sistema

Mínimos: P2-266, 64MBRAM, Windows95/98/ME, 100MB disco duro. Aceleradora gráfica no indicada, pero es necesaria, así a ojo, una de 8-16MB.

Equipo de Pruebas: Athlon XP1800+, 768MB DDR266, ATI9600pro, Samsung 753DFX, Seagate 40GB, SounBlaster pci128, Windows XP Pro+SP1.

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