Una de cal y una de selva

Nota del editor: Este análisis ha sido realizado con una muestra del juego comprada por MeriStation.

7 de diciembre de 1941, 3500 bajas militares, un día que pasará a la historia de la infamia. 6 de Agosto de 1945, 200.000 bajas civiles, al parecer y simplemente, un día muy soleado. La historia la escriben los vencedores, y los videojuegos, también. Contando con ello EA nos trae una nueva entrega de Medal of Honor, música triste y muchas banderas americanas, esta vez para enfrentarnos a esos nazis de bolsillo (y si no que se lo pregunten a los chinos) que eran los japoneses de los años cuarenta.

¡Pero basta ya de reflexiones históricas! Vale. Lo que todos os estaréis preguntando es con que nos ha salido la máquina expendedora de licencias esta vez. Bien, ojalá pudiese concretarlo todo en una frase, pero hay mucho que contar. Para empezar, EA Games se ha equivocado de motor. ¿Quién eres tú para decir eso? Nadie (y el que escribe el análisis), pero han convertido la guerra de la selva en una guerra de pasillo, y me temo que la culpa la tenga el motor elegido para el juego: el de Quake 3 no puede representar una selva en condiciones.

Pienso en FarCry e imagino ascender por una colina con mis hombres, anclado en la bahía un destructor bombardea las posiciones japonesas que asaltaremos de un momento a otro. Mi horizonte es la isla, y tengo realmente la sensación, de estar combatiendo sumergido en la selva. Puedo elegir entre atacar de frente por la entrada principal o rodearla bajo el fuego de las ametralladoras intentando atacar una entrada lateral. En toda la misión no veo una pantalla de carga.

Despierto de mi ensueño y miro lo que MOHPA me muestra. Un pasillo de selva. No puedo ir hacia los lados, sólo puedo avanzar hacia el frente. ¿La base enemiga que tengo que asaltar? Sólo existe una entrada y una salida, que lleva a otro pasillo de selva que lleva a otra base que lleva a... Un pasillo, una base, un pasillo, una base. El atolón de Makin es un soporífero pasar de habitaciones de selva y pasillos de selva adornado con japoneses, me recuerda fatídicamente al sopor de DOOM3, sustituyendo las puertas falsas por camiones llenos de nipones. No todo el juego es así, pero sí buena parte de él.

Decepcionante y aburrido. Y lo peor es que lo que parecía un estado momentáneo del juego se repite un nivel tras otro, y el juego no es que tenga muchos que digamos. Por suerte no se nos entretiene demasiado tiempo, el motor del juego no está para esos trotes, y algunos niveles terminarán en menos de diez minutos. Llegas a una playa, desembarcas, subes una colina, siempre protegido por barreras de tupidas palmeras a cada lado y se acabó la fase (belicus interruptus).

Entre lo cortas que son demasiadas fases y lo largo que se hace cargar un nivel. Me da que pensar sobre las diez horas (aproximadamente) que debo haber tardado en terminarme el juego. ¿Cuantas de ellas las he pasado mirando las fotografías en blanco y negro de la pantalla de carga?

Niveles reducidos, horizontes tapiados, pantallas de carga eternas, todos los defectos del hoy antiguo motor de Quake 3 y no muchas de sus virtudes, los reflejos del agua son un pálido reflejo de otros juegos, las texturas acostumbran a ser descuidadas, y algunos modelos poligonales del decorado cantan lo suyo.

Los primeros niveles de Pearl Harbour no hacen presagiar ese desastre. Bueno, puede que el de hacer de fontanero en el Arizona, sí. Tienen épica, y buenos gráficos, sobre todo el nivel en el que viajamos en una lancha motora. Pero luego... Makin es una desilusión para el jugador, un monótono mata-rail que recorre una selva lineal como ella sola. Por suerte el juego recupera el tono en el aeropuerto Henderson y la isla final, aunque sigue habiendo pasillos, estos están intercalados con fases más distraídas y cinematográficas, que rompen la monotonía selva-pasillo-base. Eso sí, el sopor de atravesar Makin ya no te lo quita nadie.

Los problemas de MOHPA para enganchar no acaban aquí. Las armas que representan un papel crucial en un FPS no han sido del todo cuidadas, sobre todo los rifles, un arma increíblemente inútil y demasiado presente. Su tiempo de recarga  es desesperante (¡Por cada disparo! Para el cargador ya puedes irte de vacaciones) y la mayoría de las veces necesitas un par de disparos para derribar a un solo enemigo (siempre que aciertes). Cuando cuatro de ellos vienen hacia ti con sus bayonetas caladas simplemente dejas el ratón a un lado y esperas que todo acabe lo antes posible. Puede que al principio, las dificultades japonesas para diferenciar un fusil de un cuchillo de cocina os parezcan motivo de mofa, pero creedme, esos pequeños bastardos saben muy bien lo que hacen.

Tu puntería es importante ya que dependes exclusivamente de ella. No debería ser así. Ya que una de las novedades bandera de la nueva entrega es el estar siempre acompañado de un escuadrón a tus órdenes, pero la habilidad de estos deja bastante que desear. No sólo a la hora de eliminar enemigos, sino a la de obedecer tus simples órdenes de: retiraos, avanzad, fuego de supresión, formad entorno a mí.

Es lamentable ordenar a tus hombres retirarse hacia una posición con ametralladoras estáticas para frenar una oleada de 'japos' y que tu genial plan se vaya a tomar gárgaras porque estos sean incapaces de subir una trinchera o de rodear un maldito tanque (desde los fantasmas del Pacman a Skynet queda todavía un largo camino por recorrer...).

Más divertido aún es ordenarles que ataquen al frente, avanzar tu solo y volver la vista para comprobar que se han quedado atrás, momento en el que algún gracioso te clava una bayoneta por la espalda.

La desobediencia a tus órdenes es una vergüenza ajena de la que podrás librarte la mayoría de las veces, ya que unas simpáticas cruces rojas te indicarán que llames más tarde, que tus soldados ahora no pueden ponerse. ¡Pero si los tengo delante! 

Para más INRI, ellos no pueden morir, tú sí. Lo máximo que les harán los japoneses será dejarlos con un signo de exclamación sobre sus huecas cabezas esperando atención médica y llamando a su 'mamaíta'. Son torpes, son desobedientes, son inmortales... son tus compañeros.

Otra novedad es el médico. En MOHPA no hay botiquines, apenas, el médico es tu botiquín andante, y tu salvavidas. Al descender tu vida a cero no mueres inmediatamente, quedas en estado de shock con la visión nublada por bonitos efectos de luz. Pulsando la tecla f y h histéricamente (es una de las dos pero como nunca me acordaba de cual...) le llamarás para que sea el quien te salve y reponga tu vida. Lamentablemente la mayoría de las veces es un 'japo' quien te encuentra y cura tus males a su ninja manera (ni si quiera te molestes en ensayar tu mejor sonrisa y recibirles con un conichibua).

Hay luz entre la sombras, MOHPA no es un mal juego, a pesar de tener que soportar la carga de algunos defectos de peso.

La I.A. de nuestros enemigos nipones es más que aceptable, huyen de las grandas, disparan desde posiciones a cubierto, arrugan los ojos para que no les deslumbre el sol, y a veces ignoran acertadamente tu presencia a tres pasos de distancia, permitiéndote volarles la cabeza y ahorrarte así otra pantalla de carga rápida de cuarenta y cinco segundos (que inhabilita para uso personal los modos: difícil y realista).

Atravesado Makin el juego gana muchos enteros, las misiones son más "peliculeras" y menos insípidas y repetitivas, aunque las armas siguen siendo igual de horribles, tus compañeros igual de inútiles y... entonces el juego se acaba.

Otros detalles que no terminan de convencer son un rendimiento mejorable, unos gráficos no del todo punteros, y un multijugador que no acaba de enganchar.

En definitiva un Medal of Honor, que sin ser un mal juego tampoco es un grande, descafeinado e irregular, sus novedades son más anecdóticas que revolucionarias, y su paso por la selva de cartón no le ha sentado nada bien. Le salvan las primeras y ultimas misiones, y le pierde entre otros defectos, ese empalagoso relleno rectilíneo y selvático que EA nos ha vendido en medio.

Gráficos y sonido

MOHPA cuenta con el motor de física Havok, que ya vimos antes en Max Payne 2 y Half-Life 2, pero su motor gráfico es el de Quake 3 adaptado (y rebautizado como MOH Tech). Desgraciadamente, este motor se queda corto a la hora de representar los escenarios por los que nos movemos y eso se deja notar en la tasa de frames.

El juego de EA ha tenido la suerte de coincidir con un préstamo de tarjeta, así que en lugar de vérselas con mi 9600 ha tenido que lidiar con una 9800 de última generación, aún  así, y sin filtros, el juego da saltos. Mi ordenador es un Pentium IV a 3Ghz, 1Gb de RAM, que dobla literalmente las especificaciones de la contraportada.

He jugado con todo al máximo pero sin ningún tipo de filtro, los saltos no son omnipresentes ni molestos, excepto en el paseo en coche de Pearl, el campamento del principio y la visita a Henderson, pero dan una idea de lo que puede pasar en equipos no tan afortunados como el mío.

Los gráficos, siendo espectaculares en algunos puntos, sobre todo en el diseño de los barcos de Pearl Harbour, no son un verdadero referente actual, las selvas de MOHPA quedan muy por debajo de Far Cry, al igual que la representación del agua. Las expresiones faciales por el contrario superan a este último y están realmente logradas.

Las texturas y efectos de luz, también quedan por detrás del titulo de Ubi Soft. Sobre todo las texturas, de las que he encontrado ejemplos realmente horrendos distribuidos por el mapa. Pero si el rendimiento ya persigue a este juego con un agua que no refleja los hidroaviones del puerto y unas texturas que sirven el bump mapping con cuenta gotas, mejor dejarlo así.

El apartado sonoro es excelente, tanto por los efectos de sonido como por la banda sonora. Eso sí, el doblaje del juego está en inglés, y es un pena. EA es una compañía titánica, y está a su alcance un limitado doblaje como el que necesita MOHPA (¿Estarán demasiado ocupados ahorrando para comprar Ubi?). Me habría gustado que Jimi, el otro, y el otro hablasen castellano, oír los gritos de los marines en mi idioma resonando en la selva me habría ayudado a sumergirme en el juego. En fin, parece que se ha puesto de moda entre las grandes compañías (vease el ejemplo de Microsoft) ignorar totalmente nuestro idioma. Al menos los 'japos' gritan ¡Banzai! y no ¡Boludo!

Guión

Eres Tommy 'algo más', un americanito de a pie, que acaba en el ejercito nadie sabe porqué, y bueno, está la Segunda Guerra Mundial en el pacifico de por medio, tampoco creo que haga falta que yo te explique ni que MOHPA te explique nada más. ¿Verdad?

Jugabilidad

Depende. Los trozos selváticos de Makin y sus copias más adelante, pusieron a prueba mi paciencia. Pearl Harbour, Henderson y Tarawa, por contra, merecen mucho la pena, son una sabía mezcla de música, ambientación y masacre.

Si algo he aprendido en MOHPA es que los rifles y su tiempo de recarga son una lacra para la jugabilidad. Ya sé, su comportamiento es realista, pero hablamos de un juego en el que tú solo derribas más zeros que toda la marina estadounidense en Midway y en el que asesinas más japos que un regimiento de Okinawa, así que... Lo mínimo que pueden hacer es darte las armas con las que lograrlo.

Después de todo un marine, en la vida real, enfrentado a una docena de Japos, si moría, moría, y ya está, el gran vacío, o el cielo como quieras, pero tú tienes que tragarte la pantalla de carga. Un poquito de por favor.

En el apartado multiplayer MOHPA tiene un severo problema, no acaba de enganchar, y por lo que he visto en los foros de EA y el gran número de servidores vacíos, no es una opinión mía solamente. La razones varían según el personal, pero yo tengo las mías.

Tenemos a nuestra disposición tres modos: libre, por equipos, e invasión. Siendo este último el más atractivo, y también el que acarrea más problemas de jugabilidad, los otros dos ya son sosos de por sí, y no necesitan más alicientes.

En este modo vivimos un ensayo de guerra. Cada equipo tiene unos objetivos antagónicos (por ejemplo: atacar-defender un puente), y vence aquel que consiga cumplirlos o deje sin refuerzos al rival. Los refuerzos vienen representados por un número total de re-spawns.

Podemos elegir entre cuatro clases de soldados: infantería, medico (puede curar heridos y hacer re-spawns gratis a moribundos), ingeniero (puede poner minas y desactivarlas) y artillero (lleva más armas).

Todo suena muy bien, pero a la hora de jugar surgen los problemas. El primero son los re-spawns continuos, resucitar no es un problema en sí, pero si lo es el dónde. No existe ninguna base 'segura', además los objetivos de cada misión son varios, tienen que cumplirse en orden y esto hace que los puntos de aparición y de batalla se vayan desplazando por el mapa. Problema: si el equipo enemigo avasalla al tuyo, y sabe por donde vais a aparecer (no siempre es el mismo lugar sino un área bastante repetitiva), jugar se convierte en una pesadilla de aparecer-morir-aparecer-morir.

Lo frustrante es que algunos equipos, en lugar de intentar conseguir los objetivos, usan esta táctica para hincharse a matar entre 'lol noob' y 'lol noob' y menciones por tu parte a sus madres. Y Dios quiera que no os crucéis con el máquina que ponía minas en lo sitios de spawn, porque el DVD acabará volando a través de vuestra ventana más cercana.

El segundo problema son los médicos y el estado de moribundo. La idea, en principio, era buena. Al llegar tu vida a cero, en lugar de morir, quedas en estado de viaje astral, correcto, si el médico de tu equipo llega y te rescata, te salvas, correcto, tu vas apretando la tecla f y le vas llamando '¡medic! '¡medic!', estupendo. Si un enemigo te remata, mueres, maravilloso.

¿Dónde está el problema? Pues es obvio, que el médico de tu equipo pasa de tí, le importa muy poco que tu te mueras, si esperas, tumbado, apretando la 'f' a que él venga a rescatarte pueden darte las uvas, el botiquín, se lo guarda para él, para correr más rápido, para salvar su salud, pero a ti que te den.

Da gracias, al piadoso enemigo que te hunda su bayoneta hasta el esófago, porque mientras tanto, en lugar de estar jugando, estarás viendo la nublosa vista del 'que me voy...', tumbado en el suelo como un patético excremento humano esperando a que alguien se digne a rematarte. Y es que parece mentira que EA a sus años, no haya tenido en cuenta a la hora de diseñar su multiplayer, el tenebroso egoísmo que corroe el corazón humano.

Porque... ¿Para que nos vamos a engañar? Si decides ser tú el médico que arregle los despropósitos de los demás... adivina que vas a acabar haciendo.

Si a esta circunstancia, le sumamos que tomen tu base una banda de payasos 'lol noob' y todos ingenieros cargados con minas, jugar al multiplayer de MOHPA puede acabar fácilmente con la salud mental de cualquiera y con tu tecla 'f' hundida hasta el suelo.

A mis oídos han llegado criticas sobre el lag del multiplayer, pero yo no he notado nada raro, es decir, nada que pueda sorprender a un jugador español, en estos temas Telefónica ya se encarga de la sana labor de curarnos de espanto, bendita sea.

Estrategia y trucos

Cuando puedas cambia tu fusil por un arma mejor, digo cuando puedas, porque de la única arma que te va a sobrar la munición es... ¿A ver si lo adivinas?

Manual

Horrible. Lo más inútil que he leído en mi vida. Y he hecho la carrera de Ingeniera Informática (casi...). Te explica todo lo que no necesitas saber y nada de lo que necesitas. Un ejemplo: te explican que es el médico en multiplayer, pero en ningún sitio te explican como curar. A ver... ¡Ya sé que es un médico! No soy un niño de tres años. ¡Lo que necesito es la (...) tecla para curar! (Hay que sacar el medpack y pulsar la tecla de ataque melee, lo encontré por Internet).

Ni si quiera te explican las armas. La primera vez que jugué pensé que el equipo que había al lado de los binoculares era una cantimplora para recuperar vida, pero resultó ser una 'satchel charge'.

Comprándolo con...

... los anteriores Medal of Honor, MOHPA baja el listón. Su multiplayer, la recta selva, los rifles, le pesan en exceso.

La escena de la lancha de Pearl y la escena nocturna de los nidos de ametralladoras en Henderson, esos instantes de película acompañados de buena música y acción frenética. La banda sonora. Una cambio de aires de la Alemania nazi.

Lo malo

El motor de juego no era el más indicado para llevar la batalla del pacifico a nuestros compatibles, sobre todo después de haber visto esas selvas de Far Cry. Que tu doctor en multiplayer no sea de una ONG. Los rifles. No demasiado largo (típico en estos tiempos).