Promesas sin cumplir

Una vez más, me encuentro con un juego cuyo manual me hace soñar y una vez más, me despierto paulatinamente tras unos minutos de juego para enfrentarme a la cruda realidad... Bienvenidos a un nuevo análisis de vuestra revista favorita. En este caso, el juego que nos ocupa se llama King of the Road: el Rey de la carretera; y con un título como éste, seguro que os imagináis de que va el juego...¿o no? Pues trata de camiones, claro.

El caso es que KOTR trata de poseer el 51% del transporte de mercancías de la región. Al principio, tendremos que conducir un camión para llevar materiales entre dos destinos previamente acordados para ir obteniendo beneficios. Pero otros camioneros también han visto negocio en estas carreteras y harán todo lo posible por hacer las entregas antes que nosotros. Eso hace que se nos premie con más dinero cuanto antes entreguemos los bienes y cuanto menos dañados estén, porque pueden sufrir desperfectos si no tenemos cuidado con los baches en la carretera o nos estrellamos demasiado frecuentemente. Además, si entregamos los primeros la mercancía o ganamos carreras en los circuitos destinados a tal fin, seremos recompensados con una licencia para poder contratar a un camionero que trabaje para nosotros.

A todo esto hay que añadir que la policía estará apostada en muchas de las carreteras y nos pondrá multas por exceso de velocidad o por saltarnos semáforos en rojo. Y como hay policías, pues también hay criminales, que intentarán robarnos nuestra mercancía, sobre todo si pertenece a una banda rival que nos la ha colado como ositos de peluche.

Como veis, es un estilo mezcla de aquel Test Drive 3 de Accolade, junto con un poco de Midtown Madness y otro poquito de las misiones de llevar mercancía de un punto a otro del GTA3 (salvando las distancias, nunca mejor dicho). Pero esto sólo en la parte de ambientación (época actual con ciudades con leyes de tráfico), porque en la mecánica, el juego es más del estilo de Privateer, por ejemplo; hay que repostar gasolina, reparar el camión, puedes dirigir toda una flota contratando otros camioneros (que empezarán a aceptar misiones por su cuenta, para hacernos ganar dinero), hay total libertad al elegir las misiones, podemos mejorar nuestro camión o comprar uno nuevo, manejar tráilers, competir en carreras de camiones para obtener ganancias rápidamente,...

En fin, que conforme lees el manual, más interesante te parece el juego. Y es entonces cuando acaba la instalación de 480 MB (la intermedia) y te dispones a disfrutar de todo lo que el manual te ha prometido. Al principio, lo primero que llama la atención son los gráficos: exclusivamente en 16 bits de color, lo que da algunos problemas en los degradados de color, pero bueno, lo importante es que el juego enganche.

Tras elegir nombre para nuestro personaje y logotipo para el camión, aparecemos en un almacén donde elegimos un paquete para llevar a una lejana ciudad que se nos muestra iluminada en el mapa. Así que vamos para allá... Durante el trayecto nos ponen una multa por exceso de velocidad (en una zona controlada por radar), atardece y anochece, tenemos que poner las luces (tenemos largas y cortas), llueve (y tenemos que dar los limpiaparabrisas), nos saltamos algún semáforo en rojo sin que nos vean,...

¡Jolines! Pues parece interesante... Entonces, ¿qué es lo que falla? Es difícil describir por qué un juego no  consigue enganchar al jugador, ya que es algo muy subjetivo, pero King of the Road tiene varios fallos que lastran la jugabilidad. Pero no sólo eso, sino que además sale perdiendo cuando lo comparamos con cualquiera de los títulos mencionados anteriormente. Pero vayamos por partes y veamos qué es lo que está tan mal...

En primer lugar, cuando uno se pone al volante de uno de estos monstruos, se piensa que el depósito de combustible le va a durar suficiente como para ir de una ciudad a otra. Lo cierto es no sé cuántos kilómetros puede hacer un camión de transporte sin repostar en la realidad, pero lo que sí sé es que en el juego se acaba en seguida. Al menos, con el camión con el que empezamos nuestra andadura, nos tocará repostar demasiado y muchas veces nos quedaremos tirados en medio de la carretera sin darnos cuenta de que se nos ha acabado la gasolina.

Hombre, es verdad que el tiempo está acelerado y que en el transcurso de nuestros viajes de una ciudad a otra, vemos anochecer y amanecer, pero es que las distancias recorridas no están aceleradas. Hay una gran desproporción entre lo que dura el día y lo que te dura la gasolina y tienes que estar muy pendiente del indicador de combustible hasta que te haces una idea de cuánto tiempo te dura un depósito.

Pero el principal problema es la monotonía. Cuando vas de un sitio a otro en Privateer, te puedes encontrar con piratas espaciales o tormentas de meteoritos. Aquí, lo más emocionante es encontrarte con un semáforo en rojo o una multa por exceso de velocidad. Bueno, si haces el bestia, sí que te persigue la policía, pero hay que hacer cosas como pasarle por encima a un coche que circula por el carril de tu izquierda. Y no te lo pierdas, que si te detienen por eso, la multa es por no ceder el paso al cambiarte de carril, no por haber dejado un amasijo de hierros en medio de la carretera. Bueno, está lo de que te persiga la mafia si llevas contrabando, pero no es nada excitante.

Para colmo, el modelo físico es bastante normalito y los golpes en las carrocerías y las lunetas de los coches están a años luz de los juegos de hoy en día. También hay poca variedad de modelos de vehículos y no veréis ni una sola persona en todo el juego: ni en los talleres, ni en las gasolineras, ni por las calles.

Aún hay más: está bien que la carga se dañe, pero no es lo mismo llevar un cargamento de pollos vivos que cajas de botellas de cava. Bueno, pues rozas el camión un poco y la carga se daña; da igual que sea más o menos frágil, cualquier bache que pilles un poco fuerte, te penalizará por daños en la carga. Es lógico que esto pase si vuelcas o te la pegas a 200 Km/h, pero no por hacerle una rascadita a la pintura...

Otro fallo es la detección de colisiones y algunos fallos gráficos. A veces te quedas "enganchado" con otro coche y no te puedes mover, y otras parece que los vehículos se paran en la carretera para luego seguir su camino (y no porque nosotros les miremos mal).

En conclusión, que aunque puedas pasar un rato entretenido llevando carga de un lado a otro, luego el juego se hace aburrido. Da igual que lleves un camión full-equip y que vaya a toda pastilla: el objetivo es llevar carga. No es como otros juegos de comercio espacial, donde lo de la carga era secundario y lo importante eran las misiones. No es como un GTA3 o un Mafia o un Driver, donde hay muchas posibilidades para hacer cosas diferentes. Aquí, lo único que haces es llevar una carga de un punto a otro lo antes posible y ni siquiera tiene la emoción de que sea tan trepidante como un arcade de coches. El juego termina aburriéndote en más o menos una hora.

Y el caso es que tiene algunos buenos detalles, como que no se nota la transición de un paisaje a otro (aunque son bastante parecidos) o como las condiciones meteorológicas (aunque la lluvia no está demasiado bien hecha) o el tener luces cortas y largas o poder mirar los retrovisores laterales. Pero no deja de ser un conjunto de elementos que no consiguen mejorar el juego.

Para terminar, decir que el juego dispone de modo multijugador, tanto por red local como por Internet y mediante el sitio de hastajuego.com. En cualquier caso, las partidas se reducirán a hacer lo mismo que en modo singleplayer, pero compitiendo contra jugadores humanos y, en mi humilde opinión, hay juegos mucho mejores para disfrutar con los amigos.

Audio y Vídeo

Ya he comentado en varios puntos que los gráficos no son gran cosa. Aparte de estar en 16 bits de color (lo que hoy en día parece muy extraño), no están a la altura de otros juegos donde aparecen vehículos a motor. Las ruedas no se mueven, las suspensiones no existen, las cabinas son todas demasiado parecidas, hay poca variedad de vehículos, no hay seres humanos, los paisajes son poco variados, la lluvia no parece lluvia,... Al menos, el agua de los lagos está mejor hecha que en otros títulos, y las hojas que cruzan la pantalla cuando pasa el camión tienen su cosilla, pero tampoco es para tirar cohetes. Para colmo, en la presentación se me desincroniza audio y vídeo y eso que tengo un ordenador muy por encima de los requisitos...

En cuanto al audio, pues tres cuartos de lo mismo. La música es machacona y todas las pistas (en MP3) tienen el mismo estilo de rock duro sintético. Hubiera sido muchísimo mejor el incluir diferentes estilos de música en la radio del vehículo, al estilo del Test Drive 3 o del más reciente Grand Theft Auto 3. Los efectos de sonido tampoco son gran cosa: después de un buen rato jugando, no he oído ni una voz digitalizada. La bocina del camión con el que empezamos suena como un pitido de esos que hace el PC al arrancar y sólo cuando compramos una bocina decente en el taller, el sonido empieza a ser algo más digno.

En fin, que en el aspecto técnico, King of the Road no está a la altura de otros juegos actuales, cosa que no sería demasiado importante si fuese adictivo, pero como tampoco es el caso...

Guión

Lo cierto es que el juego carece de guión. Lo único que cuenta el manual de instrucciones es que tu objetivo es transportar paquetes y ganar carreras en los circuitos de competición, para obtener licencias y poder contratar camioneros que trabajen para ti. Necesitas conseguir el 51% del mercado para ganar.

Estrategia y trucos

Lo primero es el dinero. Por muchos camioneros que contrates, tendrás que seguir conduciendo tú mismo tu propio camión, así que tampoco te olvides de él. Pero tampoco inviertas sólo en el camión, guarda dinero para poder contratar otros conductores.

Y lo cierto es que el resto de la estrategia se reduce a valorar qué cargamento es del que vas a poder sacar mayor beneficio. Para ello, es necesario hacerte un mapa para saber dónde está cada ciudad y así saber cuánto puedes tardar en llevar una mercancía, así podrás valorar si merece la pena llevar un solo paquete al fin del mundo o llevar varias cargas a ciudades más cercanas. Tampoco olvides que puedes recoger los remolques aparcados por ahí si dispones de una cabeza de tráiler y podrás obtener beneficios adicionales.

Pero lo más importante es que recuerdes que sólo puedes contratar camioneros adicionales si obtienes licencias y eso sólo se consigue ganando carreras en los circuitos o entregando la mercancía más rápido que cualquiera de tus rivales.

Jugabilidad

Bueno, pues ya he comentado que el juego es lisa y llanamente aburrido. Quizá al principio te emociones un poquito al ver las multas o los semáforos en rojo, o la lluvia esa extraña que te obliga a poner el limpia y tal, pero lo que queda es llevar carga de un sitio a otro. Ninguna sorpresa por el camino ni piloto automático: simplemente ir de un sitio a otro y cobrar. Para eso ya está la vida real: un juego debe ser más emocionante, hombre. Quizá el coger un cargamento ilegal haga la cosa más emocionante, pero lo único que puedes hacer es huir, no dispones de armas ni trucos especiales: sólo puedes acelerar e intentar echarles de la carretera.

Comparándolo con...

Lo cierto es que es el primer juego de camiones que ha llegado a mis manos y no se me ocurre con qué compararlo (original sí que es, desde luego). Ya he dicho que es parecido a aquellos juegos tipo Privateer en los que transportábamos carga, además de luchar contra piratas y descubrir un guión fascinante, pero sólo se parece en lo primero.

También podríamos compararlo con otros juegos de coches de la actualidad en los que competimos o hacemos misiones, pero la verdad es que sale perdiendo por goleada con los últimos éxitos de este género. En fin, que es el único juego que conozco con este argumento, pero no creo que sea una buena compra en ningún caso.

Lo que está bien

La originalidad del tema. Algún detalle realista (como el cambiar de cortas a largas o el uso del limpia).

Lo que no está tan bien

Pues el aspecto técnico, que parece de hace tiempo, pero es que el principal problema es la monotonía y el aburrimiento que produce tras un rato de jugar. Se podía haber hecho algo mucho más emocionante, sin ninguna duda.

Manual

Dado que el juego se vende en una caja tipo DVD, no os esperéis una enciclopedia de camiones ni la guía Campsa. Simplemente un folletillo con lo que se puede hacer, los controles y una somera descripción de los extras que puedes incorporar a tu camión. No viene ni el mapa de las carreteras por las que vamos a circular ni una descripción de los otros camiones que podemos comprar durante el juego, algo que he echado mucho de menos.

Enlaces

Requisitos del sistema

Equipo mínimo

Pentium II 350 MHz (rec. Pentium III 500), 64 MB de RAM (rec. 128), Windows 95/98/ME/2000/XP, 40 MB de disco duro (aunque la instalación mínima es de 50 MB), rec, 500 MB, CD-ROM 4X (rec. 8X), aceleradora 3D 8 MB compatible DX8 (rec. 16 MB), tarjeta de sonido compatible DX8, DirectX8. Compatible con volante y pedales Force Feedback.

Equipo de pruebas

Athlon 1.33 GHz, ABIT KG7, 512 MB DDR-SDRAM, ABIT Siluro GF4 Ti4200, Win 98SE, SB Live!