Final Fantasy XIV, Impresiones Gamescom

Bautizado como A Realm Reborn –antes “2.0”–, esta nueva versión es más un Final Fantasy XIV vitaminado que una expansión o una actualización. “No se trata de una actualización. Tampoco de una expansión al uso. Final Fantasy XIV A Realm Reborn es un juego nuevo. Hemos trabajado las novedades desde cero”, apunta el director del proyecto. El primer paso dado por el estudio está en aplicar un cambio de imagen radical a los menús del juego, que ahora permiten absoluta personalización en cuanto a su posición en la pantalla, incluyendo un sistema de bloqueo para evitar movimientos no deseados durante los combates.  Además de esta mayor claridad en los menús, la renovación de Final Fantasy XIV refuerza su motor gráfico, actualiza el sistema de combates con un mayor dinamismo y renueva la narrativa del MMO con un enfoque más personal y hasta tres líneas argumentales diferentes, la primera de ellas centrada en los hechos que suceden entre el último parche y el comienzo de los sucesos que inicia la revisión.



Final Fantasy XIV apela a la nostalgia de los seguidores de la saga en esta reconstrucción mediante incorporaciones como los “Límites”, que sonarán a los jugadores por la séptima entrega de la saga. Aplicados ahora a los combates del multijugador masivo, estos ataques especiales pasan de ser acciones individuales a transformarse en ataques colectivos. Una vez que un jugador ejecuta un Límite, lo que sucede en pantalla depende de las clases que forman parte del equipo que está luchando contra el enemigo. Así, un Límite ejecutado por un mago negro arrojará un enorme meteorito sobre el rival que variará en función de las clases del equipo.

Sobre la versión para Playstation 3, que sigue en marcha y prevista para poco después del lanzamiento en compatibles, Square Enix no ha ofrecido información específica durante el evento germano más allá de apuntar que el equipo responsable de la jugabilidad en consolas es diferente al de PC. Con esta escisión no presente en los primeros pasos del desarrollo, el estudio pretende adaptar con soltura la interfaz al mando de la consola de sobremesa de SONY mediante un sistema de menús específico para la plataforma sobre el que esperan poder hablar en no demasiadas semanas. Ciertas razas del título (Miqo'te, Highlanders y Roegadyn) también reciben géneros antes ausentes. En el futuro, es posible que Square Enix se anime a diseñar nuevas razas de personajes, según apuntó Yoshida, y puede que las peticiones de la comunidad se tengan muy en cuenta a la hora de elegir las facciones que se incorporan al mundo de Eorzea. Una de las candidatas más sólidas por petición popular son las conejitas Vieras de Final Fantasy XII.

El factor pasado también influye en el contexto del juego, en los emplazamientos que visitaremos y en elementos como las invocaciones. Uno de los puntos que ha vivido una renovación con esta versión es el diseño de los escenarios, que se han modificado tomando como base los anteriores para ofrecer una navegación más fluida y atractiva. Coincidiendo con el lanzamiento, Square Enix trabaja en una aplicación para smartphones: “En el lanzamiento tendremos una aplicación para móviles que permitirá realizar diferentes acciones como comprobar los datos de tu personaje, los datos de tu clan, de tus amigos”.

Con cambios como estos, Yoshida espera que los jugadores den una segunda oportunidad al multijugador masivo de Square Enix, cuyo futuro inmediato pasa por el lanzamiento a finales de este año, la posterior llegada a Playstation 3 y la planificación de posibles contenidos adicionales. Entre tanto cambio cabría pensar en la posibilidad de una introducción del modelo de negocio free-to-play en el título, algo que el japonés descarta por el momento: “Sabemos que existen diferentes modelos de negocio que están funcionando en la actualidad. Uno es el free-to-play, otro el modelo híbrido con los micropagos. Pero ahora queremos seguir el camino que nos marcamos, manteniendo las suscripciones como en el juego original”.