En busca de la inteligencia

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Todo comienza 360 millones de años atrás, cuando un pequeño anfibio se atreve a salir del agua y se aventura en tierra firme. A partir de aquí, para poder sobrevivir, se tiene que adaptar al medio y luchar por el entorno y por la propia vida con otras criaturas, activando el mecanismo de la selección natural. En evolution debemos dirigir a uno de estos pioneros para crear a partir de él un árbol genealógico de especies y llegar a otro animal con la característica suprema de adaptación: la inteligencia.

La teoría de la evolución es válida para toda la vida en este planeta, y probablemente lo sea en otros si la hay. El juego se ciñe a la vida fuera del agua, y concretamente a los animales vertebrados. Nos enfrentamos a un sistema de estrategia en tiempo real, aunque por desarrrollo es más parecido al gran clásico de la estrategia por turnos, el Civilization. Se puede comenzar con una de seis criaturas posibles, que el ordenador elige aleatoriamente al iniciar cada partida, así como las de nuestros uno a cinco rivales, sean estos humanos o dirigidos por el propio ordenador. Iniciamos la andadura 360 millones de años antes de nuestro tiempo, y acabamos cuando uno de los participantes alcanza la inteligencia, cuando pasan 390 millones de años desde el comienzo o, en el peor de los casos, cuando todas nuestras especies se extinguen. Cada millón de años en realidad dura entre medio minuto y minuto y medio, dependiendo de la velocidad que elijamos para el juego, entre cinco posibles. Cuando avanza el tiempo se va acelerando algo. Cada criatura de las que vemos deambular por el escenario del juego corresponde en realidad a un grupo de ellas, cuyo número crece o decrece hasta alcanzar un valor crítico de 1000, en que se divide en dos, o hasta llegar a cero en que desaparece. Esto se puede ver en una barra verde que es más corta o larga según sea menor o mayor la cantidad de individuos que representa el animal que vemos moverse, y cuando tenemos varios iguales, podemos ver también el número total de componentes de la especie en una tabla de datos

La evolución de cada especie se lleva a cabo en tres sentidos. En primer lugar para adaptarse al terreno y poder conseguir más alimentos y por tanto crecer en número. Para ello también es importante mover nuestro animal a condiciones favorables de terreno y temperatura. Hay 10 tipos de terrenos y cada criatura se alimenta mejor en uno o varios de ellos, esto se puede ver en un mapa coloreado de verde a rojo según sea mejor o peor para nuestros intereses en cada caso. Este mapa también nos puede dar datos de altitud, temperatura, etc. El segundo camino de la evolución es para adaptarse a la lucha y poder atacar o defenderse de otras criaturas. A los depredadores los podemos especializar en atacar a una especie concreta que pertenezca a un jugador rival, y a los herbívoros para no ser eliminados por los enemigos. El tercer y más importante camino consiste en convertirse en otra especie distinta. Nosotros elegimos cuidadosamente el porcentaje de "puntos de evolución" que dedicamos a cada tarea. También elegimos que nuevas especies queremos que evolucionen a partir de las que tenemos, entre varias posibilidades, dependiendo de cual se trate. Cuando lo hacemos nos aparece el tiempo que nos queda en millones de años para que la transformación se lleve a cabo, que viene dado, además de por el porcentaje de evolución dedicado a ello, por la cantidad de individuos con los que cuente la especie, y va cambiando al mismo ritmo que esta. Cuando llega el momento de la transformación, solo ocurre en uno de los grupos, es decir en uno de los animales que vemos por el escenario, y que elegimos nosotros. Los demás los podemos dedicar a volver a evolucionar por otro camino.

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A partir de las 6 especies originales se pueden llegar a crear cerca de 200, y puede haber varias decenas simultáneas luchando por el espacio vital, si son de distintos jugadores, o colaborando por el objetivo común si son del mismo. Este objetivo, la inteligencia, se puede conseguir por varios caminos. El más normal es llegando a los primates y de ahí al Homo Sapiens, pero los creadores del juego se han tomado la licencia, para hacer el juego más rico y divertido, de dar otras cuatro posibilidades distintas. También se puede llegar a la inteligencia a partir del loro, del elefante, del veloci-ráptor (dinosaurio popularizado por Spielberg) o del Wombat (un raro marsupial australiano). Cada uno de ellos tiene su propio camino evolutivo, y así se resuelve el problema creado al solo poder poseer una determinada especie un jugador, y si se nos tapa una rama importante podemos ir por otra. Otro detalle importante, es que a muchas especies se puede llegar a partir de varias distintas, y si una se extingue, podemos llegar otra vez a ella por otro camino o por el mismo.

Los depredadores juegan un papel importante, además de el de todos los demás animales, los podemos usar para defender y controlar territorios en los que florece nuestra evolución, ya que aunque pueden convivir varios jugadores en un mismo sector del mapa, esto hace que haya menos alimentos. También podemos atacar a otros jugadores para ganar terreno o para extinguir alguna especie a la que nos interesa llegar a nosotros. Son depredadores, desde pequeños anfibios al principio, hasta leones u osos modernos, pasando por otros más espectaculares como tiranosaurios.

Pero no solo evolucionan los animales, también lo hace el planeta. Los continentes se van transformando, siguiendo la evolución de La Tierra, o de otro lugar aleatorio, según elijamos. También se suceden los periodos, desde el carbonífero hasta el actual y con ellos cambian las plantas y las condiciones de vida, provocando que las especies antiguas tengan menos probabilidades de sobrevivir. El cambio de periodo vine dado por una catástrofe, que puede ser de varios tipos, como un gran asteroide sobre el planeta o una glaciación, que provocan extinciones masivas o disminución de individuos de golpe. Podemos desactivar las catástrofes, pero los cambios de periodo se seguirán dando.

En resumen, un juego didáctico para aprender historia natural, pero más importante, un gran juego de estrategia en tiempo real y sobre todo bastante original.

Tampoco hay que descuidar la parte dedicada a lucha. Si hay depredadores rivales cercanos habrá que sacrificar algo de lo anterior para adaptarse a la lucha específica con ellos y que no enturbien el crecimiento numérico de nuestros herbívoros. Si se da el caso extremo de que comienzan a atacar a una determinada especie, habrá que dedicar toda la evolución a luchar contra ella y utilizar nuestros depredadores para enfrentarse al agresor.

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