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Diablo II: Lord of Destruction

Diablo II: Lord of Destruction

  • PlataformaPC8.5
  • GéneroRPG, Acción
  • DesarrolladorBlizzard Entertainment
  • Lanzamiento29/06/2001
  • TextoEspañol
  • VocesEspañol

Un Diablo de adicción

En esta expansión de Diablo II, Blizzard ha creado nuevos objetos, armas y mosntruos. Como objetivo final de esta nueva misión tendremos que acabar con Baal, malvado demonio cuya aspiración es hacer caer a la humanidad en las garras del infierno. Pero veamos que más nos depara.

Actualizado a

Diablo II, ha significado tanto para los que están a favor de la segunda parte como para los que no, un elevadísimo progreso frente a su predecesor. Es cierto que su lanzamiento estuvo lleno de problemas técnicos que tardaron algún tiempo en solucionarse, pero si lo comparamos con otros productos, tendremos que pensar que todos los buenos juegos han acabado con un buen puñado de parches para solucionar sus carencias. Véase Half-Life, Unreal Tournament o Quake III,.... Ahora bien, Diablo II no ha seguido el mismo camino ni las mismas valoraciones que los juegos anteriormente comentados, creando verdaderos detractores de este tipo de juego repletos de monotonía. La razón es sencilla, Diablo II es uno de los mejores juegos de toda la historia, los conceptos introducidos no romperán moldes a causa del éxito cosechado en su primera parte, pero hay que saber ver que todo lo que se limitaba a hacer Diablo, ha sido elevado a un grado superior con su segunda parte.

Todo lo que comparemos con su antecesor veremos que ha sido superado, número de jugadores multijugador, sistema en principio antieditores, más objetos mágicos, nuevas incorporaciones, ingenioso sistema de habilidades mágicas por personaje, cinco personajes iniciales, más animaciones por personaje..... etc.. Ahora bien, pensemos que Diablo es Diablo, y que nos enfrentamos a un juego donde los principales alicientes del mismo son el botón izquierdo del ratón, la más que gigantesca combinación de objetos mágicos, una interfaz clara y rápida de acceso y unas chispas de rol para competir con nosotros mismos hasta a qué potencia podemos elevar a nuestro personaje. No hay que valorar si es o no un juego bueno malo, más bien hay que mirar si realmente se merece ser una segunda parte , bajo los criterios expuestos y sabiendo que no debe perder las elevadas dosis de adicción que debe tener el producto para no acabar en monotonía.

Descripción general:
El problema es saber que debemos pedir a una expansión de Diablo para justificarla, no podemos pedir un producto reformado respecto a Diablo II, pero quizás la clave de éxito parta como ha hecho Blizzard por recoger en Lord of Destruction cada uno de los problemas / carencias comunes a los cientos de jugadores que han jugado con Diablo II, y que en parte se sintieron defraudados en algún aspecto. No hay que olvidar por otro lado que las continuas demoras en la publicación del título hicieron pensar a muchos usuarios que realmente se podía haber hecho mucho más. Pero: ¿Qué se había dejado Blizzard en el tintero con Diablo II?.
Una de las peores propagandas que aparecieron poco después de la comercialización de Diablo II, fueron los continuos problemas de conexión y velocidad experimentados por los usuarios de medio mundo, los supuestos potentes y gratuitos servidores que albergarían la variante multijugador del juego. Servidores que se repartían por diferentes zonas del mundo y que emulaban a la política empleada por otros juegos de concepción ‘persistente' (véase Ultima Online, Everquest....), que tan buenos frutos a nivel logístico-calidad estaba produciendo.

Lord of Destruction, sabe de entrada solucionar los problemas de conexión o al menos podemos pensar que con la expansión Blizzard ha decidido reestructurar de forma acertada el software y la infraestructura de comunicación de los mismos. Con la expansión no sólo se ha mejorado esta parte, sino que además a cuidado aspectos que desesperaban a muchos. Así por ejemplo, los problemas que pueda tener de conexión el creador de una partida no afectarán más a los demás jugadores. Antes si el creador salía de la partida todos le acompañaban, en realidad habría que pensar que ahora las partidas no tienen propietario alguno sino que creamos unas políticas para limitar el perfil del héroe que se conecta.

Diablo II marcaba una sonada diferencia frente a su antecesor por contar con una increíble cantidad de objetos mágicos con innumerables valores / habilidades incrustados en los mismos, hasta el punto que es difícil que el juego generará dos objetos mágicos idénticos, exceptuando claro los ‘sets' y los objetos únicos. Pues bien, la adicción de coleccionar y guardar esos pequeños tesoros que nos ofrecía el juego, y que al final han definido la clave del éxito del mismo, se vio enormemente frenada por el reducido espacio que poseíamos para guardarlos, y más si habíamos jugado a la primera parte donde teníamos todo el terrero de juego para guardarlos.

Así con Diablo II un objeto como el Cubo Heráldico, pasó de ser un objeto diseñado para realizar combinaciones muy mal renumeradas, a convertirse en un objeto puramente de almacén que nos proporcionaba más casillas donde colocar nuestros selectos objetos. Blizzard irónicamente había convertido el éxito de una idea, en una quebradero de cabeza para todos los jugadores según avanzábamos en el juego. Lord of Destruction corrige ese inconveniente , de esta manera, no sólo duplica literalmente nuestro baúl en el pueblo sino que con la introducción de poder guardar en nuestro inventario un arma adicional en cada brazo, nos proporciona la tranquilidad para guardar todo lo que podamos cargar. Este arma adicional, tiene otra utilidad si valoramos que puede cambiarse entre una y otra a golpe de tecla, en el estilo de sencillez y velocidad que caracteriza la interfaz del juego, permitiéndonos adaptarnos a la clase de enemigo con que nos enfrentamos,.

Todos los aspectos que Lord of Destruction potencia, son los que han hecho triunfar a la serie de juegos ‘Diablo', así la introducción de más objetos mágicos y nuevas reliquias que se activan llevándolos encima, dan una nueva visión de estrategia al juego. No es nada fácil decidir entre tener un mayor espacio en el inventario para cargar objetos, o por el contrario, mejorar todavía más nuestras características y habilidades. Además, la inclusión de 16 teclas de acceso rápido frente a las 8 de su antecesor siguen manteniendo alto el listón en cuanto a interfaz de juego.

Volviendo al archifamoso Cubo Heráldico introducido en Diablo II, que nos permitía depositando una combinación de objetos, producir un nuevo objeto en principio con características superiores a los introducidos, o que recogiera parte del poder de los mismos. Realmente la brillante idea se quedó sólo en brillante, Blizzard no supo aprovechar el potencial y la adicción que producían la búsqueda de los ingredientes para dichas combinaciones, porque simplemente estas no resultaban a la larga rentables o eran demasiado laboriosas. En Lord of Destruction, el Cubo Heráldico es un objeto imprescindible si se quiere llegar a ser un poderoso héroe en el juego, hay decenas de combinaciones nuevas, incluso fórmulas sencillas que proporcionan gratificantes resultados, eso sí, algunos ingredientes requieren bastantes horas de juego para ser encontrados debido en parte a la escasa probabilidad de aparición que tienen.

Todas estas nuevas combinaciones, parten de un mismo centro, las runas. Lord of Destruction incluye 33 runas diferentes, para ir aumentando posteriormente con nuevos parches. De esta forma la adicción del juego sigue garantizándose, al probar una y otra vez nuevas combinaciones con nuevas piedras. Por cierto, estas combinaciones también se irán añadiendo con parches, lo que genera una cadena de adicción que esta causando furor entre los jugadores del juego. Estas runas ocupan sólo un espacio al igual que anillos y amuletos, pero realmente son muy fáciles de pasar desapercibidas en medio de la partida, a pesar de tratarse de piedras mágicas, el juego nos la muestra como objetos in propiedades (color blanco) y tienen un sonido orgánico al soltarlas un monstruo, de esta forma ni color ni sonido nos da indicio de su aparición.

Sigamos, dichas runas poseen un nombre propio compuesto de dos a cuatro letras cuya simbología es todo un secreto, salvo por la referencia que se encuentran dibujadas en parte del manual del juego, y que muchas juntas forman palabras en latín que luego se ajustan a sus propiedades. A la hora de encontrar un objeto incrustado, que ahora permite incrustar estas runas, el orden de la misma y el número de la misma genera una palabra con la suma de todos los nombres de las runas que pasará a ser el nombre de nuestro objeto con unas características realmente espectaculares. Seguro que llegados a este punto, más de uno que haya jugado a Diablo II, tendrá cierto gusanillo por buscar dichas runas, de hecho el 90% de la comunidad busca estas runas que han salido hasta en subastas en Ebay (las más raras), generando una verdadera fiebre de nuevo sobre la comunidad de jugadores.

En cuanto a los héroes, Lord of Destruction añade dos nuevos personajes, el Druida y la Asesina, no han sido ninguna sorpresa porque Blizzard introdujo con Diablo II parte del código de los mismos en el programa, limitándose Lord of Destruction a activarlos y ajustarlos posteriormente, para que no descompensarán con el resto de personajes que habían sido modificados para nivelar el juego gracias a una serie de parches.

Las nuevas ramas de habilidades del Druida pasan por cambiar de forma, llamada a animales y el saber de la naturaleza. El Druida nos permite adquirir características físicas de lobo y oso, junto con los ataques físicos de los mismos, el segundo genera invocaciones al estilo del Nigromante pero con lobos, osos y cuervos. Finalmente la tercera rama de habilidades lanza torbellinos y similares al estilo de la hechicera.

La Asesina es fiel a su nombre dominando todo tipo de técnicas de artes marciales en sus habilidades, junto al manejo de las cualidades psíquicas y trampas. Es un personaje realmente poderoso aunque quizás algo incómodo de jugar al incorporar un nuevo concepto sus habilidades, se trata de la carga. Existen tres niveles de carga en las habilidades de artes marciales, que aparecerán según agredamos a los enemigos, podemos combinar todas las habilidades de carga que queramos, para finalmente liberar toda esas bonificaciones en un golpe final de arte marcial. Si bien es cierto que es un buen experimento, también es verdad que es un poco engorroso y uno se acaba decantando por el desarrollo de las habilidades psíquicas o de trampas, estas últimas resultan fundamentales en niveles repletos de enemigos.

Pero había más personajes en Diablo II, se trataba de los diferentes mercenarios que podíamos contratar y que nos seguían a todas partes. En el primer nivel de dificultad resultaban realmente útiles para distraer al enemigo, pero se mostraban inoperativos o indefensos en los niveles de infierno y pesadilla, o cuando combatíamos en las últimas misiones del juego. Lord of Destruction, compensa esta debilidad y simpleza de los mercenarios, dotándoles de sus propias habilidades y permitiendo por nuestra parte poder variar el equipamiento que llevaban para su aventura. Claro está, que además de estos aspectos los mercenarios ahora ganan experiencia, permitiendo que si les cogemos cariño, podamos llevárnoslo a lo largo de las misiones. En resumen, ahora sirven para algo más que para entretener a los secuaces de Diablo.

Lord of Destruction contiene un nuevo capítulo con seis nuevas misiones, y respectivas recompensas en la misma línea que su antecesor, incorporando un nuevo pueblo con sus respectivos habitantes, esta vez situado en plena montaña sitiada por las tropas de Baal. Con el nuevo capítulo también se han introducido nuevas escenas cinemáticas para contemplar la historia que nos introducía Diablo II. Por supuesto al igual que ocurre con todas las expansiones, tendremos la posibilidad de importar a cualquier personaje que se haya acabado el juego para poder realizar de forma inmediata el nuevo capítulo.
Audio/Vídeo:
Lord of Destruction incluye como plato fuerte, la posibilidad de jugar a 800x600 y realmente ha sido llevado en parte con cierto éxito. Por un lado se elimina la pixelación que se producía sobretodo en monitores de 19" y 21" , por otro, se ha conseguido aumentar la visión de juego permitiendo apreciar con mayor precisión dónde se encuentra nuestro héroe. El resto del éxito que le falta, está condicionado al rediseño del sistema gráfico del juego para aceptar la nueva resolución, en lugar de diseñar uno de nuevo que permitiera aumentar la definición con la que vemos al héroe y al equipamiento que lleva. Realmente se produce la sensación de que lo único que ha sucedido es que lo vemos todo más pequeño.
La música del juego sigue en la excelente línea de toda la serie, nada más arrancar el juego nos vemos deleitados por toda una melodía que nos empieza a advertir del lugar en qué nos vamos a aventurar. No es raro pues, que Blizzard decidiera publicar también por separado la banda original del juego; en parte porque es una verdadera composición externa al juego y por otra porque nos cuenta con elegancia lo que nos espera si nos aventuramos a cazar a Diablo. El sonido del juego no se queda a expensas de la música, cumple perfectamente su función como lo hacía con Diablo II, todas las nuevas criaturas tienen nuevos sonidos, y los nuevas habilidades de las dos incorporaciones también disponen de sus propios registros.
 
 
Guión:
No nos engañemos, a pesar de ser todo un éxito de juego, Lord of Destruction no tiene guión. Si bien es cierto que existen misiones que cumplir, estas son siempre de desarrollo lineal permitiéndonos elegir orden, y sin variación alguna en cuanto a su resolución. Ahora bien, en realidad el guión del juego no es la trama, sino el continuo ‘click' de nuestro ratón, y los cientos de enemigos que derrotamos a lo largo del juego, es eso en verdad lo que nos mueve a avanzar un nivel más allá en el mapa. Es la espera de saber si puedo encontrarme algo mejor de lo que llevo encima y son esas características que necesito subir las que rigen el ritmo de nuestra partida. Si no lo vemos así, o simplemente no nos divierte, veremos que el peso de la carencia de un guión nos dibuja una creciente monotonía que acabará por hacernos perder toda la adicción una vez que acabemos con Baal. 
 
Jugabilidad:
A través de todas las correcciones realizadas con la instalación de Lord of Destruction, Blizzard ha elevado a Diablo II a un nivel de jugabilidad envidiable por cualquier juego que quiera tener éxito en el mercado siguiendo sus pasos. Puede que Lord of Destruction, Diablo II en definitiva, tenga muchos detractores, pero nadie duda que la facilidad de sus ‘clicks' , junto a una extraordinaria interfaz de juego reproducida e imitada por numerosos títulos, permite manejar absolutamente todo a golpe de ratón o tecla, sobrellevando el problema de tener que facilitar al jugador, la cada vez mayor cantidad de opciones que tiene que manejar.
Si decía anteriormente que Diablo II no posee guión, es todo lo contrario en jugabilidad, es la forma que tiene este título para compensar esa balanza. Con la expansión se ha conseguido que no haga falta práctica o experiencia alguna para llegar a ser una gran jugador de Lord of Destruction. Más bien es necesaria cierta dosis de suerte y habilidad para saber encaminar a nuestro personaje por el camino correcto.

Lord of Destruction tiene más objetos poderosos y mayores ayudas al héroe pero es con todo, más difícil que Diablo II. Se ha aumentado la dificultad en los niveles pesadilla e infierno de forma considerable y terrible para la barra de vida de nuestros enemigos. Pero a cambio se ha mejorado la relación recompensa/dificultad, corrigiendo los problemas de jugabilidad que ofrecían los débiles enemigos, y las escasas recompensas que acababan ofreciendo.
 
 
Estrategia y trucos:
Lord of Destruction mantiene la misma estrategia y táctica que Diablo II, todo lo que habéis aprendido con este os servirá para su expansión. La pincelada de rol que tiene el juego sirve para resolverlo sin mucha complicación si tenemos la suficiente paciencia y sabemos el valor que tiene una retirada a tiempo. Todo parte por saber avanzar al paso adecuado en función del nivel que tenemos y la calidad de los objetos mágicos que poseemos. Si según vamos avanzando en las misiones del juego, encontramos que nuestra barra de vida baja con cierta facilidad, tendremos que volver a repetir misiones ya completadas para permitirnos subir nuestras habilidades o encontrar ese objeto que desequilibre la balanza.
Por encima del nivel del personaje siempre es más importante la calidad de los objetos que poseemos. De forma sencilla, se podría decir que el nivel del personaje sólo es importante en líneas generales por el aumento de vida que representa para aguantar los cada vez más fuertes envites del enemigo, y para tener la posibilidad de acceder a objetos mágicos que por su potencia nos exigen un determinado nivel para utilizarlos.

Para acabar con éxito los niveles con dificultad infierno, dado, precisamente al aumento de dificultad que se experimenta con Lord of Destruction; se hace fundamental la sabia utilización de las runas, la combinación de estas con los objetos excepcionales incorporados también con la expansión que nos permitirá conseguir con menos riesgo nuestras victorias.

A pesar de todos estos consejos, Lord of Destruction demuestra por encima de todo que la cooperación en equipo es la forma fundamental de acabar con las huestes de enemigos.

Estos trucos o consejos son los que había disponibles el 24/07/01 Si no encuentras lo que buscas, pasa por la sección de TRUCOS.
 
Comparándolo con...Diablo II:
Ya lo he comentado, Lord of Destruction es en realidad como debería haber sido Diablo II, probablemente por problemas de comercialización del juego todas estas mejoras no fueron publicadas en su momento. Sólo así se puede explicar que dentro del código general se encuentren definidas las habilidades y características de los dos personajes incorporados. Lo que sí es cierto, es que Blizzard ha aprovechado esta posterior comercialización para arreglar el juego al gusto de los usuarios de Diablo II, justificando así el nuevo desembolso, a través de las mejoras y las ampliaciones del juego sin perder un solo punto de jugabilidad y adicción.
Pero no nos engañemos a los que Diablo II no les supo convencer, ya sea por su sencillez, por ser más de lo mismo, por la monotonía que se puede llegar a ver en el juego o simplemente porque no es el tipo de juego que busquen, no lo hará ahora. Básicamente porque Lord of Destruction no permitirá cambiar ninguna de estas opiniones, pero es que no es su propósito. La expansión está diseñada desde el principio para añadir lo que se quedó en el tintero y para corregir todo aquello que ha hecho que muchos jugadores piensen que Diablo II ofrecía en muchos aspectos un retroceso frente a Diablo. Es como todo buen juego, pura dinamita para aquellos que les guste encender esa clase de mecha.
 
 
El continuo sonido del ratón a cada segundo de juego, que demuestra hasta que punto puede enganchar un juego por su sencillez y jugabilidad. Los nuevos objetos mágicos en especial las runas dan un enfoque nuevo al juego, y han despertado la confraternidad entre jugadores de medio mundo para encontrar la fórmula perfecta.
Las mejoras en los servidores de Blizzard se hace palpable en especial en el modo cerrado del juego, la idea de que la desconexión del creador de una partida no cuelgue la misma es todo un detalle.

Los dos nuevos personajes del juego y la nueva misión multiplica las diferentes combinaciones para formar equipo entre todos los jugadores del mundo.
 
 

Enlaces o Links:
Página de Lord of Destruction en Blizzard

Página de Blizzard

Análisis de Diablo II
 
Manual:
Es idéntico en desarrollo y calidad a Diablo II, solamente que en esta ocasión se limita explicar las modificaciones introducidas en el juego, y a destripar una por una el árbol de habilidades de los dos nuevos personajes. Es correcto, breve, preciso.  
 
Equipo necesario:
Windows 2000, ME, XP, 95, 98 or NT 4.0 Service Pack 5
Pentium 233 o equivalente
64 MB RAM
800MB de espacio disponible adicional a la instalación de Diablo II
CD-ROM x4
Tarjeta de video compatible DirectX

8.5

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.