Buscando el trono del Archlord

Nota: Este juego requiere conexión a Internet.

Archlord es otro de los mmorpgs asiáticos que cada vez más inundan nuestras estanterías. La mecánica del juego es la propia del género, encarnaremos a un personaje que iremos desarrollando conforme avancemos nivel y adquiramos nuevo equipo y habilidades. Poco a poco nos iremos haciendo más poderosos, pero a diferencia de otros juegos esta vez cuando lleguemos al número uno nuestro única recompensa no será ver nuestro nombre en lo más alto de una tabla, esta vez pasaremos a ser el Archlord. Al menos hasta que alguien ose retarnos y logre vencernos.

Durante los últimos meses la gente de Codemasters ha ido realizando una beta más o menos privada para ir puliendo los detalles del juego. Esta es la versión a la que ha tenido acceso Meristation y en palabras de los desarrolladores, y visto lo visto, pocos serán los cambios que sufrirá el juego dentro de unos días cuando llegue a las estanterías de las tiendas. Sobre todo teniendo en cuenta que la versión beta europea ha sido la misma versión que la comercializada en Corea, a la que progresivamente se le han ido traduciendo los textos y haciendo algunos ajustes.

Como es lógico, eso hace que cuando comencemos nos encontremos con multitud de clones que sólo se diferencian en el arma que llevan y en la armadura, aunque esta última no es más que una textura aplicada sobre nuestro personaje. Ya dentro del juego existen artesanos dedicados a cambiarnos algunos rasgos de la cara y el pelo, que tienen más opciones que el menú inicial, pero tampoco muchas.

De todos modos hay que reconocer que aunque escasee en variedad, los modelos están bien conseguidos, y juguemos la raza que juguemos se nos hará creíble. Además ver a un orco corriendo con un arma gigantesca apoyada al hombro es bastante espectacular.

El mundo es otro cantar. Se podría decir que es de sobra gigantesco como plantearnos si quiera recorrérnoslo. Como viene siendo costumbre el mapeado está dividido en zonas, una para cada raza, aunque podremos ir donde nos plazca, aunque necesitaremos tiempo y dinero (para los portales), o una montura. Todas las razas comienzan en una villa inicial bien separadas entre sí. Según se avance de nivel irán adentrándose más en el continente para luchas contra monstruos más acordes al nivel del avatar. Cuando lleguemos a un cierto punto nos encontraremos una nueva ciudad mucho más grande que la anterior que pasará a ser nuestra base, donde renaceremos al morir, por ejemplo. Aunque en el mapeado encontraremos más frecuentemente algunas aldeas con un par de vendedores para reponer.

El mundo está bien conseguido. Es raro, por ejemplo, encontrarse zonas muertas en las que no haya nada que matar o que estén vacías, y hay una gran variedad de ambientes, desde zonas nevadas a estepas. Las ciudades y sus murallas son preciosas e impotentes todo lo que el motor del juego permite. Aunque hay que achacarle que colocar tantos grupos de monstruos de diferentes tipos tan cerca unos de otros tal vez le reste credibilidad.

Es decir es cómodo para que el jugador no se harte matando siempre el mismo tipo de monstruo pero ver ojos flotantes al lado de un grupo de osos no pega.

También hay que decir que el motor gráfico es un tanto justo. Ya hablaremos sobre ellos en el apartado de gráficos, pero se echa en falta un mayor detalle en el paisaje.

Otro de los elementos básicos en este tipo de juegos, y que los hacen tan adictivos, son los eventos organizados por los desarrolladores. Durante las últimas semanas Codemasters ha venido mostrando que piensan apostar fuerte por este apartado. Se han organizado cazas de asesinos por grandes recompensas e invasiones a algunas ciudades. Eventos que reúnen a una gran cantidad de gente y que van desarrollando la historia del juego. Aunque aún les falta a los desarrolladores algo de práctica y organización, ya que en algunos momentos no se sabía a ciencia cierta qué había pasado con aquel personaje que había que cazar o si alguien se haba llevado la recompensa.

Son cosas que dificultan mucho el juego, y que harán que mucha gente ni se plantee su compra, pero a algunos jugadores más expertos les entrará el 'pique' de hacerse con el control del juego. No todo el mundo busca un juego en el que te lo den todo hecho y este sistema de control, mirándolo desde otro punto de vista, puede suponer un auténtico reto.

Para añadir un poco más de dificultad, el juego no cuenta con la posibilidad de crear 'macros' es decir dar a una tecla y que el personaje realice acciones de cierta complejidad. Poca cosa más podremos definir a parte de las teclas usadas para atacar y elegir el siguiente objetivo. Así se evita el consiguiente farmeo al que nos tienen acostumbrados otro tipo de juegos con personajes totalmente automatizados. De hecho un servidor no ha visto a nadie usando programas ilegales, un record hoy día.

Y es que la mecánica del juego no deja de ser grindeo puro y duro. El juego consiste básicamente en seguir una serie de puntos.

Ir a una zona donde matar monstruos aptos para tu nivel, matar toneladas de dichos monstruos, cuanto más nivel más monstruos tendremos que matar. Cuando nos estemos quedando sin pociones de vida volveremos a la ciudad a por más pociones con el dinero que hayamos recaudado de los monstruos, aprovecharemos también para vender los objetos que hayamos conseguido y no nos sirvan, y si hemos logrado ahorrar algo compraremos nuevo equipo y cogeremos alguna nueva misión.

Con los últimos parches se ha vuelto realmente complicado ahorrar algo, ya que las pociones no salen tan a menudo como al principio y el botín que dejan los monstruos en ocasiones no es muy amplio. Si decidimos aparte de subir niveles matando, hacer misiones, conseguiremos algo más de dinero y experiencia, aunque perderemos bastante tiempo desplazándonos de tal a cual sitio. Aunque tampoco es que las misiones supongan una gran variedad más allá de ir a tal sitio o de matar tal tipo de monstruo. Alguna que otra vez nos mandarán matar un monstruo 'especial', con nombre propio, estos jefes pese a su nivel son mucho más duros que sus semejantes y en más de una ocasión tendremos que formar un grupo para tener alguna posibilidad.

La forma de coger el botín, o loot, que sueltan los monstruos al morir me ha llamado ciertamente la atención. Al igual que con las macros, no existe una manera de cogerlo automáticamente, para ello tendremos o que clickear encima de los objetos (un peñazo ya que la mayoría de las ocasiones los tapa el propio cadáver) o ir pulsando la barra espaceadora hasta que hayamos recogido todo. Pero sin embargo si formamos un grupo con otros jugadores el que forme la party puede elegir que se recoja el loot automáticamente. ¿Resultado? Que todo el mundo forma grupos aunque cada uno este en una punta del mapa. Se forman grupos fantasma con el único objetivo de no martirizar a la barra espaceadora. Algo que no es el objetivo de una party.

Para atacar a un monstruo la mecánica es fácil. Click encima, si elegimos mediante el atajo de siguiente objetivo se le puede ir y meternos en medio del meollo, y ahora empezaremos a usar los números del teclado. Tendremos la típica barra de acceso rápido donde ponemos nuestras habilidades y que usaremos pulsando un número. Tienen cierto tiempo de recarga y consumo de mana, así que tendremos que prepararnos una combinación interesante sacrificando alguna de las habilidades.

La posición 1 y 2 están reservadas para las pociones. Aunque mediante un indicador que arrastraremos sobre nuestra barra de mana o vida podremos indicarle en que punto queremos que se consuma automáticamente una poción. Así que muchas veces ni lo usaremos.

Las habilidades requieren puntos de habilidad, que se consiguen en unos entrenadores de la clase que hayamos elegido y que se encuentran en las ciudades. Cada nivel obtendremos un punto de habilidad. Para adquirir una habilidad o mejorar una que ya tenemos tendremos que tener un punto de habilidad libre, y  cierto nivel y dinero. Nada nuevo bajo el sol.

Pero todo aficionado al género sabrá que donde un juego tiene que dar la talla es en el juego a niveles más altos. En este juego alcanzar el nivel máximo se puede hacer un tanto largo, ya que hay hasta 100 niveles. De momento no podemos evaluar ese endgame ya que en este mes y pico de beta apenas hay gente que ha alcanzado el nivel 40. Sin embargo, las promesas de convertirnos en Archlord pintan muy bien.

El proceso es el siguiente. Tras conquistar con nuestro clan, máximo 50 miembros, los castillos de cada raza podremos batirnos con los Archons. Estos son una especie de semidioses muy duros de batir y antiguos secuaces del antiguo Archlord. Si logramos vencerlos nos tendremos que enfrentar a su jefe. Como todavía ningún jugador ha conseguido esta posición, la primera vez este será encarnado por un demonio que nada tiene que envidiar al Balrog del Señor de los Anillos. Una vez alguien logre derrotarlo, este personaje pasará a ser el Archlord. Su tamaño aumentara, sus habilidades se multiplicarán y durante la batalla podrá lanzar lluvias de meteoritos. Por si fuera poco será el único que podrá montar un dragón. Y seguramente la gente de Codemasters no ha revelado muchas otras cosas.

Este dios terrestre tendrá su puesto asegurado durante 1 mes, después del cual nuevos pretendientes podrán retarlo para optar al puesto de Archlord. Aunque desde luego no parece una empresa sencilla.

Normalmente cada cierto número de niveles ganaremos acceso a un nuevo tipo de armadura y arma, pero tal vez hayamos conseguido una armadura rara mejor que la nueva, por lo que no nos merecerá la pena actualizar. Todas las armaduras vienen por sets, aunque solo a partir de nivel 34 estos conjuntos llevarán casco.

Los objetos además de esa división pueden tener bonificaciones (+x). Cuanto mayor sea el número detrás del '+'  mayor daño hará nuestro arma o mejores bonificaciones en otros objetos. Pero nosotros también podremos mejorar nuestras armas. Sólo necesitamos una poción especial (reinforcement potion) y llevar nuestro arma a un herrero. Si todo sale bien mejoraremos nuestra arma. Si fracasa perderemos la poción, que dicho sea de paso no es que sean baratas. Cada objeto puede ser mejorado cierta cantidad de veces según su nivel.

Pero tendremos otra manera de mejorar las armas, engarzándole gemas o piedras. Las hay de muchas clases y niveles. Desde piedras que suman resistencias a ciertos elementos a algunas que mejoran nuestra puntería o el daño que hacemos. Con 10 piedras iguales de un nivel podremos conseguir en una máquina otra piedra un nivel superior, y teniendo en cuenta que los huecos de los que dispone cada arma son bastante limitados conviene pensarse bien que es lo que le queremos poner a nuestro objeto. Más que nada porque esto no lo podremos deshacer.

Archlord no es uno de esos juegos que entran por los ojos. No nos pararemos muchas veces porque algo nos ha dejado atónitos. Nada de HDR o últimas tecnologías. Sin embargo el motor, aunque con ciertos fallos, es sólido y recrea de manera notable el mundo. Apenas se notan los tiempos de carga de zona a zona y todo corre muy fluido y correctamente hasta en equipos no excesivamente potentes. Algo esencial en un juego con luchas entre jugadores en las que un segundo de diferencia supone la muerte.

El moldeado dentro de sus límites es más que correcto y esta muy bien recreado. A resumidas cuentas no es que use la última tecnología pero sobra para meternos en el papel y disfrutar por ejemplo divisando a lo lejos una fortaleza en lo alto de una colina. Además teniendo en cuenta las dimensiones que maneja el mapeado, no esta nada mal.

Los personajes, aunque dentro de sus límites de personalización, están bien conseguidos. Las armaduras son meras texturas sin relieve que le quitan gran parte del encanto, no así como las armas. Algunas de las guadañas o armas a dos manos quedan absolutamente espectaculares e imponentes, y si se les ha engarzado alguna gema aún más. Todo eso montado sobre una de las preciosas monturas de cada raza queda bastante señorial.

Pero como buen mmorpg asiático, donde Archlord destaca es en sus efectos de luces a la hora de una lucha. Casi toda habilidad lleva consigo un variopinto juego de luces que hacen el combate mucho más vistoso. Cuando alcancemos cierto nivel y si somos hechiceros podremos convocar algunos espectros que son realmente de lo más bonito del juego.

Por lo demás los efectos sonoros, tanto de los monstruos como de habilidades, están bien conseguidos. No es que sean una maravilla ni muy variados, pero cumplen su función. No tienen nada que envidiar de la mayoría de mmorpgs.

El nivel gráfico, aunque cumple, no es muy llamativo y ni mucho menos precioso. De hecho el juego cuenta con una considerable lista de errores que en algunos momentos puede resultar tediosa. Encima su sistema de control es malo con avaricia, tendremos que usar el método del Diablo II de clic a donde queramos ir, algo a lo que los jugadores de mmorpg no estamos acostumbrados.

Hasta ahora coincido en que Archlord puede parecer malo, pero no lo es en absoluto. Bien es cierto que ofrece lo mismo que la mayoría de juegos del género, pero a un servidor es de los pocos que le ha enganchado. Puede ser su tosquedad, su dificultad de controlar ciertos aspectos o su PVP libre, lo que me gusta. Pero creo que la razón por la que  Codemasters ha conseguido un gran juego es porque nadie tiene ni idea de cómo funcionan las cosas.

No nos equivoquemos, no es un juego agradable para jugadores novatos en el género, pero a mi por lo menos no me gusta saber como va a ser mi personaje dentro de tres meses y cuales van a ser los guantes que le voy a poner dentro de un año. Tampoco me gusta ir a una página web para saber exactamente a que lugar y que tengo que hacer para conseguir tal misión. Ni me gusta saber cuales son los requisitos para conseguir tal o cual poción. Y creo que eso es a título personal lo que más me gusta de este juego.

En Archlord te tienes que buscar la vida. Tal vez sea que me trae recuerdos de cuando el género no estaba masificado y jugábamos a esto cuatro gatos. Y es que muchas son las cosas que he tenido que recortar de este análisis. Las habilidades de artesanía (que son bastante básicas), los manuales de destrucción o creación de objetos, todos los tipos de atributos… Pero el análisis se haría interminable en espacio y tiempo.

De todos modos la mecánica sigue siendo la misma de siempre. Si el párrafo anterior te ha sonado a chino harías mejor sopesando otras opciones mas amigables como World of Warcraft o el futuro Vanguard.

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