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Razer Raiju, análisis. ¿El mando Élite de PS4?

Probamos a fondo el mando para PS4.

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Análisis de Razer Raiju, el mando 'Élite' de PS4

Razer Raiju ya es una realidad. Desde esta semana el mando pensado para los e-sports, tal y como indican los propios desarrolladores, se puede comprar en distintos puntos, incluida la store de Razer, a un precio de 160 euros. Se anunció hace algo más de un mes como uno de los nuevos mandos licenciados para Playstation 4 junto a otra propuesta de Nacon. Ambos llegaban para cubrir un espacio que no tiene solución hasta el momento en la consola de Sony y que en Microsoft habían sabido cubrir con la llegada del exitoso Mando Élite. ¿es Raiju el Élite de PS4?

Hasta el momento las fórmulas para tener un mando de estas características (destacan por contar con botones posteriores que facilitan ciertos controles en juegos) pasaba por dos vías. Por un lado los mandos custom conocidos como Scuf, que cogen un DualShock 4 y lo modifican para ofrecer estos botones suplementarios. El otro, CronusMax, un adaptador que permite usar mandos (por ejemplo Élite) en PS4 pero con el problema de reseteos cada X minutos ya que PS4 detecta que no es un mando oficial. Por eso el anuncio de estos mandos, a falta de uno oficial de Sony, fue visto con expectación.

Características de Razer Raiju

El mando cuenta con cuatro botones extra que se pueden programar como mejor queramos con hasta dos perfiles que quedan guardados dentro de la memoria del propio dispositivo. Tiene un diseño algo más amplio que el DualShock 4 con una forma que recuerda al mando de Xbox One pero manteniendo la posición superior de la cruceta y los dos sticks analógicos en paralelo. Debajo cuenta con un panel que permite personalizar los botones y gestionar todo lo referente a los headsets conectados con un cable jack. 

A todo esto se añade la posibilidad de ponerle un tope al recorrido de los gatillos, pudiendo disparar a fondo pulsando la mitad de recorrido, unos bumpers anti resbalo para los sticks analógicos y unos botones que destacan por ser mecánicos con una alta respuesta. El mando también es compatible con PC. El mando solo funciona conectando con un cable USB. Trae consigo uno de suficiente longitud para que no haya problemas para jugar desde distintas distancias.

Sensaciones con el Razer Raiju en plena acción

Nuestras partidas con Razer Raiju ofrecen muchos elementos que deben ser valorados. Por un lado, tanto el peso como la ergonomía del mando se sienten equilibrados y cómodos desde un primer momento. A esto se añade el hecho de que las manos llegan perfectamente a todos los botones estándar de cualquier DualShock y que la adaptación a los dos botones posteriores también es perfecta. Más dudas nos generan los dos botones suplementarios que están ubicados en la parte superior del mando, entre los gatillos. A diferencia del mando Élite, aquí no tenemos cuatro botones detrás del dispositivo sino que se dividen en dos posteriores y dos superiores.

Mientras los dos botones posteriores son clave para muchos juegos, sobre todo FPS, los de arriba no acaban de ser tan eficaces. En el primer caso, una de las características que buscan los jugadores competitivos es poder saltar con uno de estos botones y poder seguir apuntando con el analógico derecho mientras estamos en el aire, algo imposible de hacer con un mando normal que tiene asignado el salto en a X. También se mejora y mucho la posibilidad de hacer sprint o dar golpes cuerpo a cuerpo con estos botones posteriores y no pulsando R3 o L3 como se hace habitualmente.

El hecho de separar los botones de esta manera hace que los trigger superiores tengan que dedicarse a acciones más secundarias. Por ejemplo al cambio de arma que se hace con un D-Pad y que en este caso se puede realizar sin soltar el movimiento del analógico izquierdo.

En cambio, a diferencia del mando Elite de Xbox One, no podemos asignar muchas acciones a la vez. Nos explicamos: imaginad que queremos los botones posteriores para saltar, golpear un enemigo y esprintar. Solo tenemos dos botones por lo que una de estas acciones no se puede simplificar aquí y hacerlo en un trigger superior no es tan cómodo ni ágil. 

A cambio, eso sí, tenemos una personalización muy sencilla y rápida de realizar. Con el panel de control pulsamos un botón, seleccionamos la acción y la asignamos al botón extra. Con pocos segundos podemos configurar el mando sin tener que pasar por menús ni apps y podemos tener dos perfiles para cambiarlos cuando consideremos.

Analógicos y botones de precisión

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Más allá de los elementos de personalización y los extras que complementan la experiencia de juego, uno de los detalles que más destaca del mando Razer Raiju es precisamente la precisión y sensibilidad de los botones y de los analógicos. Son, sin lugar a dudas, los analógicos más precisos que hemos probado en Playstation 4 y con un tacto y una respuesta que incluso nos parece superior a los ya excelentes del mando Élite de Xbox. Sin ningún punto muerto y con un recorrido preciso de principio a fin. Mucho mejor que la experiencia con el actual DualShock.

Pasa algo similar con los botones de acción principal (cuadrado, triángulo, redonda, X), que respnden sin problemas a nuestra pulsación y lo hacen de manera muy veloz. El tacto, que es totalmente distinto al de un DualShock, solo pide un par de partidas para adaptarse. Todos los botones superiores y gatillos también tienen una respuesta correcta.

En este sentido, solo tenemos una contra: la cruceta. Funciona como si fueran cuatro botones más, y esto en juegos como los de lucha puede ser un engorro, sobre todo en título que tienen movimientos de medio círculo o cuarto de luna que no acaban de ser tan cómodos para este tipo de propuestas.

Conclusión

Razer Raiju es un mando que quiere ocupar un espacio hasta ahora solo en manos de las compañías que realizan mandos personalizados y modificados a partir de un DualShock 4. La propuesta de la compañía en este sentido es clara: un mando de calidad con buenos acabados generales que destaca por varias virtudes evidentes: los analógicos son precisos y superiores a los del mando original de la consola, la configuración de los botones extra es sencilla y se puede hacer en pocos segundos desde el propio mando y la calidad de los componentes queda fuera de toda duda. Una gran opción para los que buscan esos botones suplementarios tan necesarios en juegos como los FPS. El precio puede parecer caro (169,90 euros) si se compara con un mando tradicional, pero si miramos el mercado de los mandos custom pocas opciones bajan de los 150 euros usando la base del mando original de la consola. En todo caso, gastar ese dinero en un mando ya depende del uso e intenciones de cada uno.

No es un mando perfecto y eso se ve también en dos de sus propuestas menos convincentes. Por un lado una cruceta que no parece la ideal para los juegos que la usan (por ejemplo juegos de lucha donde las diagonales son importantes) y por otro, la decisión de colocar dos de los botones accesorios en la parte superior. Para atajar acciones secundarias como cambiar de arma o dar órdenes a un equipo -típico uso que se le da a una cruceta en varios FPS- no hay problema, pero si queremos acciones más de batalla deberemos elegir qué ponemos en las palancas posteriores. 

Razer Raiju cumple con la función de aquellos, entre los que me incluyo, que pedían una réplica del mando Elite de Xbox One para Playstation 4. Con sus pros y contras respecto al mando de Microsoft, pero pensado para aquellos que quieran dar un punto más competitivo a sus partidas por las ventajas de los nuevos botones, la respuesta de los analógicos o el ajuste del recorrido de los gatillos. 

Lo mejor

Lo peor

  • Componentes y acabados de calidad
  • La ergonomía y respuesta de los botones principales
  • Los mejores analógicos para Playstation 4: sin puntos muertos y muy precisos
  • Personalización y asignación de botones desde el propio mando en pocos segundos
  • Compatible también con PC
  • La cruceta no es la más indicada para juegos que la usen a menudo (juegos de lucha, por ejemplo)
  • La posición de dos de los cuatro botones extra limita las acciones que se le pueden asignar
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