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Nintendo NES: 30 años de sueños y experiencias
La consola cumple tres décadas en Japón. Cuéntanos tus recuerdos con la máquina Su sucesora, SNES, ya tiene dos décadas
Ahora mismo, cogerla entre las manos significa sujetar un pedazo de historia puro, atesorarlo y dejarse llevar por esa corriente de recuerdos de una época que sigue para la mayoría de nosotros aferrada sin la menor intención de marcharse. En sí no es más que una cajita blanca, quizás amarillenta si no la hemos sabido cuidar bien. Con una ranura con tapa, dos puertos para mandos y dos botones. Y un pad que solamente necesitaba de cruceta, Select, Start, A y B para desplegar una magia pixelada que marcó a una generación, a un sector y a una corriente de entretenimiento en su momento para niños, ahora con tanta importancia y mayores ingresos que el cine, la música y la literatura, pilares del entretenimiento y culturales. Una que solamente necesita del sonido de sus tres siglas para dar a conocer todo lo que consiguió a nivel de mercado, a nivel de industria y a nivel individual en millones de gamers, de jugones que nunca la olvidarán. Y otros que las buscan para coleccionar el pasado. Tres siglas, solamente tres:
N E S.
Y también juegos con todas sus letras. Experiencias de escasas vidas y pocos o ningún Continue a pasar de un tirón en la mayoría de los casos, con la única ventaja de los interminables Passwords o las variantes del código Konami. Haciendo gala de unas cifras impresionantes, NES ha sido la consola de sobremesa que más ha durado en el mercado japonés, comenzando su andadura en 1983 y terminándola en el 2003 (en América su producción cesó en 1995), y con unas ventas a nivel mundial de 61,91 millones de unidades. Su joya de la corona, es decir, el título que más cartuchos ha vendido, es Super Mario Bros, con unas ventas de 40,23 millones de unidades.
Se trata del juego, de la experiencia que nos brinda, ya sea usando 12 botones o apenas 2. Se trata de cómo nos cuenta su historia, de la fuerza con la que la jugabilidad nos atrape lo que convierte a un videojuego de éxito en un icono a recordar. Y la NES, si algo no le falta, es precisamente iconos en su catálogo, experiencias que habrán sido modernizadas, actualizadas, mejoradas, pero nunca superadas. Sencillamente porque estuvieron en el lugar exacto, en la época idónea, el lugar adecuado y brindaron la experiencia perfecta del género que fuese. Como hemos reseñado varias veces, el realismo y perfección de hoy en día las primeras generaciones las suplían haciendo que nuestra imaginación participase. No nos lo daban todo hecho, sino que nos ayudaban a espolear ese amasijo de píxeles y melodías MIDI que eran desde un castillo maldito a una selva enmarañada, una nave espacial o las calles de Nueva York, cada vez más definidos y coloristas, pero siempre lejos del realismo que irían alcanzando generación tras generación.
Se trató de una época única, en la que el videojuego era joven, como el público mayoritario que lo jugaba. Por suerte, esa época sigue presente. Y el pasado es más prólogo que nunca en esta generación, una en la que un sistema mítico, esencial y culpable de que no pocos de esos niños sean ahora profesionales en el sector del videojuego cumple tres décadas. Gracias Nintendo, por crear su mayor icono, a Masayuki Uemura –creador también de Super Nintendo- por concebirla. Y felicidades a la cumpleañera, la invitada de honor. A la treintañera.
A la NES, que nos ha hecho vibrar con tantos juegos y experiencias... ¿Con cual/es os quedáis vosotros?