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Los juegos indies brillan en el Playstation Digital Event
Probamos los futuros indies de Playstation. Carcel al senador anti videojuegos Juega YA gratis a SMITE en tu PS4
Sony ha celebrado en Londres su Digital Showcase, un evento centrado en presentar la próxima oferta digital ligada a Playstation a medios y usuarios con influencia en toda Europa (personajes notables de Youtube, Twitch..). En un ambiente relajado y distendido, con los juegos como únicos protagonistas, los presentes hemos podido probar algunos de los títulos que se preparan desde la escena independiente y también en colaboración con estudios internos dentro de la propia Sony. El resultado ha sido un auténtico caleidoscopio de experiencias y apuestas audiovisuales, títulos variados en el sentido más amplio de la palabra que conforman un catálogo atractivo para el futuro de PSN.
De ahí pasamos a otro título en el que también están participando equipos internos, en esta ocasión para apoyar a una figura importante en la historia de Sony: David Jaffe. El juego, ya presentado hace algún tiempo, es el singular Drawn to Death, uno de los shooters competitivos más extraños y surrealistas que nos hemos encontrado nunca. Con una estética inspirada en los garabatos de un adolescente con exceso de testosterona y gusto por lo macabro, el juego llamaba fácilmente la atención de los presentes gracias a la originalidad de sus personajes y escenarios. Una vez puestos a los mandos, lo que encontrábamos era un shooter competitivo feroz a cuatro bandas, inspirado en la era donde el Deathmatch seguía siendo el rey. Nada de equipos, nada de tácticas, nada de sutilezas, Drawn to Death es un juego de lanzarse a la yugular de los contrincantes con una variedad de armas y poderes tan violentos y sugerentes como la propia estética invita. No apuesta por la hiper-velocidad de otros juegos del corte, pero está claramente diseñado para que no pase mucho tiempo antes de volver a encontrarte a un oponente. Es pronto para saber si podrá ser algo en otro sector muy competitivo y con tanta tradición, pero ya sólo con los gráficos llamará la atención.
Hablando de gráficos, ahora toca hablar de uno de los juegos que más impacto nos causó en esta Digital Showcase. Ya conocíamos el proyecto Bound de la previa a la Playstation Experience -cuando todo el mundo especulaba sobre el anuncio que había anticipado Santa Monica-. Lejos de ser un God of War, lo que se presentó es una nueva colaboración con el estudio Plastic, los creadores de Linger in Shadows o Datura surgidos de la nutrida demoscene alrededor de Amiga. El equipo no ha negado en ningún momento que sus inquietudes están más en el lado visual y técnico que en el jugable, y eso no parece que vaya a cambiar con Bound, una aventura en tercera persona con elementos muy simples de puzle y plataforma, pero que consigue cautivar de forma arrebatadora con sus gráficos y animaciones. Es difícil expresarlo con palabras, pero el mundo no sólo está creado con un estilo singular, sino que también rebosa actividad, vibrando a cada paso de una protagonista que se mueve de forma elegante con pasos de danza clásica. Los gigantescos escenarios están siempre en movimiento y han sido ideados recreados proceduralmente con un ojo puesto en el Arte Moderno y, en particular, en la escuela de Bauhaus como referencias más reconocibles. Sólo podemos decir que gran parte de la demo la dedicamos a andar lentamente y girar con calma la cámara para apreciar los parajes con el mejor ángulo y luz ambiental posible. El juego es más que una bella estética, Plastic siempre se ha caracterizado por explotar las consolas de Sony con cosas técnicamente sorprendentes y podemos decir que Bound hará lo propio con PS4.
De ahí nos dirigimos a la demo de uno de los colaboradores más activos de Sony dentro de la escena digital. Desde que Housemarque reverdeciera sus laureles de Amiga para Playstation 3, el equipo finlandés se ha convertido en un habitual socio de Sony, creando toda una serie de títulos arcade fantásticos y vistosos como el notable Resogun. Su último trabajo es Alienation, un juego que reconocen sin tapujos que está realizado con el molde del popular Dead Nation, pero con algunas capas más de profundidad. Además de seguir aprovechando el hardware de PS4 para meter más efectos y explosiones que nunca, el estudio quiere profundizar en cosas como los personajes y su evolución a través del equipamiento, además de lograr un desarrollo de juego más variado y con más margen para que el cooperativo pueda brillar. Nada de eso se pondrá en el camino de la habitual intensidad que esperamos de los juegos de este estudio.
Había otros nombres interesantes en el evento, por ejemplo estaba The Tomorrow Children, en un estado prácticamente finalizado. No es un juego que se preste bien a una demo corta, ya que su elemento colaborativo de recolección y creación sólo puede apreciarse echándole horas y obteniendo resultados propios, pero al menos pudimos disfrutar de su original estética de inspiración soviética. También estaba el prometedor What Remains of Edith Finch, la nueva aventura de los creadores de The Unfinished Swan, una aventura en primera persona de misterio e intriga en donde investigamos la historia de una maldición que afecta a la familia Finch, poniéndonos en el papel de diferentes antecesores y explorando sus circunstancias para encontrar las claves del porqué el protagonista es el único miembro vivo que queda con ese apellido. Y si buscamos una aventura más ligera para hacernos sonreír, también teníamos jugable el remake de Day of the Tentacle, con una recreación moderna que enfatizaba el tono cartoon del original -aunque siempre podíamos cambiar al estilo clásico a nuestro gusto-. Dice mucho del trabajo original que un juego de hace 23 años (se dice pronto), siga pareciendo tan atractivo y conserve todo el encanto de sus personajes y situaciones.
En la recta final de la velada, tuvimos tiempo de presenciar tres juegos más que llamaron nuestra atención. Uno era Salt and Sanctuary, un auténtico “Souls” en 2D creado por los responsables de The Dishwasher. Además de la ambientación triste y oscura, el juego indie guarda muchas similitudes con la creación de From Software. Por ejemplo, a cada muerte recolectamos Sal, que aquí funciona como las almas -y por tanto la perdemos si morimos, dándonos una sola oportunidad de recuperarla si llegamos a ese punto-; tiene una estructura de niveles multilineal, con atajos que comunican zonas alejadas si logramos abrirlos; y también tiene un sistema de equipamiento que tiene en cuenta el peso, limitando nuestra maniobrabilidad en función del peso y la fuerza que tenga nuestro personaje. Por supuesto, la dificultad y las situaciones de muerte instantánea si no andamos con cuidado también están reflejadas, haciendo del juego un fiel seguidor de la filosofía Miyazaki. El otro en cuestión era Brutal, un curioso roguelike con acción en tiempo real y que usa el clásico ASCII propio del género para crear una original estética. Y, por último, pudimos ver Enter the Gungeon, una divertidísima combinación de Shooter y Roguelike que está cerca de su lanzamiento y que va a sorprender con su gran intensidad, manejo rápido y atención al detalle tanto en animaciones como en spritework. Una buena forma de concluir nuestra visita y convencernos de que los amantes de lo independiente van a tener una buena oferta en los próximos meses.