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Disney ya planta cara a Candy Crush con Tsum Tsum
La compañía de Mickey perfecciona la fórmula y la hace viral.
Lograr ser un superventas (o un superdescargas, mejor dicho) en el abarrotado terreno de las aplicaciones móviles no es una meta sencilla de alcanzar. Hay juegos que logran el triunfo en la App Store y el Android Market de forma paulatina hasta ser un fenómeno de masas, como Angry Birds y Canday Crush Saga en sus días. Otros que disparan su éxito de forma repentina, inesperada y no del todo comprensible, como los más pasajeros Flappy Bird o Crossy Road. Y otros que vienen desde su primer día acompañados de una campaña de márketing y promoción tan fuerte que prácticamente tienen su popularidad instantánea asegurada, como Clash of Clans o Los Simpsons: Springfield.
Quizá en este último grupo debamos encasillar a Disney Tsum Tsum, arrollador torbellino free-to-play que llegó a América y Europa el pasado julio de 2014 tras arrasar en Japón con la app sincronizada al sistema de comunicación LINE, repitiendo aquí el éxito y haciendo de esta nueva franquicia una importante línea de negocio adicional para The Walt Disney Company.
La marca registrada de los muñecos ovalados de Mickey, Donald, Goofy, Bambi, Dumbo, Pinocho, Stitch o Buzz Lightyear es hoy todo un fenómeno masivo de ésos capaces de poner a jugar durante días a quien jamás ha tocado un videojuego ni pensaba hacerlo. Fenómeno que ya en su estreno nipón llegó acompañado de una vertiginosa line up de productos oficiales (merchandising) y que en Occidente usó una estrategia impositiva similar, empezando por las Disney Stores de Estados Unidos para al mes siguiente llenar las estanterías de las tiendas de Disneyland París y todas las Stores europeas.
En japonés, Tsum Tsum significa literalmente "montón montón". La apilación de personajes es la base de toda esta ya carísima nueva propiedad intelectual, tanto por coleccionismo del usuario como por la fórmula y mecánica de la propuesta jugable. Siguiendo el esquema de eliminación en línea que se ha visto en muchas otras apps, Disney Tsum Tsum juega con algunas ventajas implícitas como son el siempre imbatible carisma de los personajes de la compañía del ratón o un sistema de micropagos (pequeñas compras dentro del juego) absolutamente bien medido y eludible, que no determina ganar o perder y solo sirve para acelerar las recompensas.
Disney ha sabido jugar bien sus cartas, además de aprender abiertamente de las mejores ideas que han implementado otros en sus producciones de éxito. Así, son buenos planteamientos adaptados a Tsum Tsum un formato de partidas por créditos que gastan corazones que se recuperan cada 15 minutos, o un sistema de progresión absorbente y por subida de niveles donde cada partida otorga beneficios o por lo menos monedas de oro para gastar posteriormente. Disney Tsum Tsum está bien formulado y sabe cómo enganchar.
Todo esto ayuda a sumar un cómputo de app que justifica su éxito en los bazares. Aunque, desde luego, el estilo "adorable" y "achuchable" de los muñecos probablemente haya determinado como ninguna otra característica toda esta popularidad, alcanzada en su plenitud por un efecto llamada y en cadena que el juego también cuida, pudiendo invitar a amigos, regalar corazones y otros obsequios a los demás contactos de LINE. Además, por ejemplo, estas acciones nos dejan superar algunos desafíos diarios y de nuevo obtener recompensas.
Disney apostó fuerte por Tsum Tsum en cuanto a línea de juguetes y toda clase de productos oficiales (tazas, llaveros, gorras, peluches...). Es una multinacional con dinero suficiente como para soportar que hubiera sido un error comercial. Pero ni mucho menos ha sido así. Hay países donde determinados Tsums están agotados, tiendas que han vivido esta Navidad un auténtico "sold out" de todas sus figuritas blanditas o empresas externas que ya intentan pactar lazos para llevar a sus personajes al redondeado terreno Tsum Tsum.
El huracán está en el que quizá sea su mejor momento, instalado en decenas de millones de smartphones y tablets de todo el mundo. Ahora a Disney lo que le toca es saberlo mantener y encontrar el filón definitivo para hacerlo una sub-marca tan exitosa como lo son Disney Princesas o Disney Infinity. Desde luego a su competidora más directa, Angry Birds, parece haberla dejado ya bastante atrás. Las colecciones temporales, como los Tums de Frozen, pueden ser una buena vía a corto plazo. Pero en el futuro no bastará con eso...
