Chiara Ferragni, la bloguera de moda más influyente del mundo

Hubo un tiempo en el que las mujeres de medio mundo suspiraban por imitar la elegancia de Audrey Hepburn. Sólo ella era capaz de desplegar oleadas de glamour con estilismos tan desatados como los que lució en “Desayuno con diamantes”: pamelas imposibles, gafas gigantes, tiaras, boquillas de un metro de longitud, pañuelos en la cabeza… Cualquier prenda o complemento que Hepburn se ponía sobre su cuerpo lucía distinta y original. Ella fue, tal vez, la más icónica de las estrellas de Hollywood para la moda. De la mano de su mentor y amigo, el diseñador Hubert de Givenchy, protagonizó incluso varias portadas de la prestigiosa revista Vogue, un privilegio reservado a unas pocas elegidas. La edad de oro de las actrices pasó. En los noventa ya nadie quería ser como Ingrid Bergman y llegó el tiempo de las supermodelos. Claudia Schieffer, Naomi Campbell o Linda Evangelista ocuparon a un tiempo las pasarelas, las portadas y el imaginario de la moda mundial. Pero aquella fiesta también terminó y el hueco como dictadoras de tendencias fue asaltado por chicas que nadie había invitado a la fiesta. Sencillamente, se colaron.