El carismático Chibi, un robot de apenas 15 cm., ha llegado a Nintendo DS con las mismas propuestas que su primera aventura en GameCube, aunque con mucha más acción. Probamos su versión japonesa y os la descubrimos. ¡A salvar el parque!
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El carismático Chibi, un robot de apenas 15 cm., ha llegado a Nintendo DS con las mismas propuestas que su primera aventura en GameCube, aunque con mucha más acción. Probamos su versión japonesa y os la descubrimos.
Como un último aliento en el género de las aventuras hasta la llegada de Zelda: Twilight Princess, GameCube recibió a mediados del mes de mayo del año pasado la original aventura Chibi-Robo, programada por Skip Ltd. Poco después se anunció su secuela, en esta ocasión para Nintendo DS, y, tras unos pocos meses de retraso, ya ha llegado al mercado japonés, cosechando críticas notables. Hemos importado dicha versión para observar que nos deparará su lanzamiento occidental, previsto, por el momento para Estados Unidos, para el 1 de noviembre.
Chibi Robo: Park Patrol (Nintendo DS)
Chibi Robo: Park Patrol (Nintendo DS)
Para tal ardua tarea encontrará en su camino a una serie de compañeros que le van a ayudar momentáneamente, tales como los pingüinos surfeadores Pen y Gin, la marioneta Liberty, el vigilante del parque Sarge y Tell Vision (el único que nos acompaña en casi toda la aventura), un televisor volante que nos da consejos en nuestro cuartel general, donde podemos ver nuestro progreso y recargar las baterías del robot (única fuente de energía de nuestro personaje), que ahora duran bastante más y permiten así cumplir más objetivos en una sola salida.
Chibi Robo: Park Patrol (Nintendo DS)
El desarrollo del juego es casi intacto al de GameCube pero adaptado a la perfección a las dos pantallas y al concepto portátil de Nintendo DS, con misiones más cortas y accesibles. La gran diferencia con su primera aventura es que ahora existen más enfrentamientos y, básicamente, el juego está más centrado en la acción, algo que podemos experimentar perfectamente con el extraño arsenal del que puede hacer uso Chibi, como una jeringuilla de agua a presión o unas tenazas, únicas armas que hemos encontrado en las primeras cinco horas de juego.
Chibi Robo: Park Patrol (Nintendo DS)
Aun así, la exploración e interacción con otros personajes para cumplir las misiones sigue siendo fundamental y continuamente vamos yendo de un sitio a otro buscando y resolviendo objetivos para avanzar la trama. En este aspecto se han introducido también diversas novedades: la más importante son los nuevos vehículos del juego, tales como bicicletas, buggies, coches y barcos, eso sí, en miniatura. El control de todos ellos es idéntico y básicamente sirven para ir más rápido de un sitio a otro, o bien llegar a zonas inaccesibles. No obstante, nuestro robot sigue sin saber nadar, por lo que no hay que acercarse al agua.
Chibi Robo: Park Patrol (Nintendo DS)
De igual manera han vuelto también los Corazones Felices, que hacen aumentar nuestro límite de energía (pudiendo así cumplir más misiones sin tener que volver al cuartel) y que se pueden conseguir de formas variopintas. La más básica es cumpliendo algunas misiones pero la más original es salvando a las plantas moribundas mediante un procedimiento cuanto menos original: tras regarlas con un chorro de agua hay que realizar un baile con nuestro tocadiscos y pinchar de la mejor forma posible, como si fuéramos un DJ. Según el ritmo, velocidad y nuestra propia localización conseguimos más o menos corazones.
Chibi Robo: Park Patrol (Nintendo DS)
Por lo demás el juego llega a las quince horas fácilmente, el estándar del género, aunque existen una serie de aventuras secundarias que aumentan su duración, si bien no hay ninguna modalidad, ni siquiera una conexión Wi-Fi, aparte del modo Historia. La curva de aprendizaje está muy bien estructurada, siendo bastante sencillo al principio pero complicándose con el tiempo, sin llegar a ser en ningún momento desesperante. Además, muchos de los accesorios del primer juego, como el brazo Blaste o el helicóptero, vuelven a hacer su aparición, junto con otros inéditos, como el mencionado tocadiscos.
Chibi Robo: Park Patrol (Nintendo DS)
Chibi Robo: Park Patrol (Nintendo DS)
También, como el primer título, destaca el diseño de los personajes, muy básico pero suficientemente original haciendo entrañable nuestra estancia en el parque. La, a veces molesta, cámara del título original se ha visto mejorada con una estática situada a pocos centímetros de nuestro personaje (recordemos que estamos en un mundo en miniatura) aunque también podemos controlarla gracias al stylus. Dentro de este apartado el control se ha ajustado a la perfección haciendo un uso constante de la pantalla táctil aunque nuestro personaje se maneje con la cruceta direccional. Así, para combatir a los numerosos enemigos debemos mover el lápiz táctil de arriba abajo y viceversa para soltar el agua, o bien realizar otras tantas acciones para las demás armas del juego.
Chibi Robo: Park Patrol (Nintendo DS)
Para controlar los vehículos también se utiliza el stylus aunque su uso es más básico (por ejemplo, realizar círculos para pedalear o manejar un volante en el buggie), al igual que para los mencionados bailes con el tocadiscos, que se resuelven realizando diversas líneas en un determinado orden. Como otras aventuras de la portátil de Nintendo la acción se desarrolla en la pantalla superior dejando la inferior para escoger nuestras herramientas y realizar las acciones con el lápiz táctil. Sencillo y muy accesible.
Chibi Robo: Park Patrol (Nintendo DS)
Por último, en el apartado sonoro encontramos pocas novedades respecto al primer título. De nuevo, dependiendo de la situación y nuestras propias acciones, las melodías cambian y se adaptan bastante bien al desarrollo, con diferentes sonidos para las numerosas acciones de nuestro personaje y voces inentendibles, uno de los puntos más criticados del original, que vuelve a hacer acto de aparición.