Age of Empires: The Age of Kings

Uno de los juegos de estrategia en tiempo real más laureados entre los usuarios de PC sucumbe a la moda portátil y a la acción por turnos, convirtiéndose en uno de los juegos más esperados a la vez que temidos -por si no gustara a los fans de este clásico- del variado catálogo de DS.

Llegó el E3 y finalmente nuestras dudas quedaron disipadas: efectivamente, Age of Kings había visto alterado su sistema de juego para ajustarse a las cualidades de la DS, y de entre todos los cambios que se podían apreciar el que más nos llamó la atención fue el paso de la estrategia a la acción por turnos. Esto facilita que los que jueguen puedan tomarse con más calma los combates y planifiquen mejor sus jugadas, pero...¿a costa de qué? ¿De traicionar el espíritu del juego?

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Pues parece ser que no: precisamente, Age of Kings DS mantiene todos los elementos y la jugabilidad que permitieron que el título de PC arrasase en ventas, pero aderezados con las nuevas posibilidades que su conversión ha requerido. Manteniendo las señas de identidad -en la medida de la posible- del original, Age of Kings supone una nueva experiencia de juego alternativa para viejos y nuevos amigos de la saga, que de momento, hasta donde hemos podido ver, se defiende sin problemas en su primera incursión en terreno consolero.

Pero estos héroes poca cosa harán si no cuentan con el apoyo de grandes ejércitos adiestrados en el arte de la guerra. Age of Kings pondrá a nuestra disposición todo un arsenal en manos de arqueros, cañoneros, samuráis y mercenarios, así como unidades de caballería e infantería prestas a dejarse el pellejo en batalla. Cada uno de los 5 imperios tendrá su propias milicias e instrumentos de combate, y de nosotros dependerá  potenciarlos por medio de nuestra investigación. Descubrir nuevos materiales para forjar armaduras, aplicar nuevos usos de la tecnología existente en nuestros dominios... cualquier cosa, incluso crear un nuevo calzado, por insignificante que parezca, puede hacer que la balanza se decante de nuestro lado en combate. Nuestras victorias, aparte de dejar una indeleble huella en la historia, nos abrirán así más fácilmente el camino hacia la dominación final.

Para innovar, contamos con cerca de 50 ramas tecnológicas diferentes como la balística, la química, el espionaje o el armamento de asedio que conforme vayamos perfeccionando nos acercarán a próximas eras, nuevos amaneceres de nuestra civilización marcados por algún descubrimiento revolucionario.

Si la pantalla inferior es la estratégica, la superior es la bélica. Cuando nuestras tropas se lanzan a la batalla podemos seguir el desarrollo del combate a través de secuencias muy al estilo de Advance Wars. Aquí es donde veremos a cada una de nuestras unidades efectuar sus acciones específicas en plena contienda. La pega es que de vez en cuando se forman tales melés que resulta muy difícil discernir qué bando es el que capitaneamos. Para solventar este cacao, nuestros luchadores quedarán envueltos en una aura que facilitará su identificación. Cuando no libremos contienda alguna, un consejero nos proporcionará valiosas pistas con las que pulir nuestra estrategia al mando del imperio, así como se nos proporcionará información sobre objetos, personajes y demás por medio de cuantiosos cuadros de texto.

Todavía queda por resolver alguna incógnita antes de que el título salga a la venta este otoño, como el tipo de poderes especiales que tendrán nuestros héroes o el aspecto final de las secuencias de batalla, que si bien presentan un aspecto gráfico bastante conseguido, no dejan de marearnos con tanto revolcón de personajes. Por otro lado, falta saber también si el mapeado aumentará de envergadura o si por el contrario quedará tan limitado a esos primeros planos que vemos en las capturas de pantalla. Sin embargo, el mayor enigma no deja de ser si volverán a depositar su confianza en este Age of Empires los que jugaron a sus anteriores entregas, o si finalmente cederán el testigo a aficionados a Fire Emblem o Advance Wars, títulos con los que un novato emparejaría este Age of Kings a primera vista.

Para concluir, hay que dar fe de que el título de Digital Eclipse está muy bien adaptado a la consola de Nintendo, así que teniendo en cuenta su finalidad -entretenernos liderando una civilización mientras no estamos en casa- cumple con toda expectativa, alejándose del engorro que supondría su frenético sistema original, que no perdonaría que le quitásemos el ojo a la pantalla. Así que ya sabes, si quieres librar batallas históricas como la reconquista de Jerusalén, no tienes otro lugar en donde vivirlas...siempre que no tengas un ordenador a mano, claro.

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