Sumerjete de lleno en el ambiente de un partido de la NBA.

Pocas, muy pocas compañías pueden jactarse en la actualidad de haber sacado provecho de las magníficas posibilidades de una consola como Nintendo 64. Si realizáramos una encuesta a todos los usuarios de Nintendo 64, junto a los consabidos nombres de Rare y la propia Nintendo, encumbrarían, sin duda alguna, a Acclaim como la siguiente en el escalafón. Desde que destapara el tarro de las esencias con la primera entrega de Turok, pasando por los Extreme-G, Forsaken, WWF Warzone, y culminando con una obra maestra como es Turok 2: Seeds of Evil, esta compañía se ha ganado el derecho de estar entre los elegidos por méritos propios. Ahora intentan trasladar todo su saber y su buen hacer a un difícil campo como es el de la simulación deportiva, y para ello nada más y nada menos que la continuación de un título como NBA Jam, que caracterizándose en sus anteriores entregas por su extravagancia y exageración ilimitada de un deporte como el baloncesto, han decidido transformar radicalmente en un simulador con todas las de la ley. Dedicaremos estas líneas para dilucidar si se han dormido en los laureles o por el contrario han dejado caer unas gotas de la esencia de los buenos programadores que realmente son.

En cuanto al juego en sí, NBA Jam 99 tiene todo lo que uno espera de un buen juego de baloncesto: partidos de exhibición, entrenamiento, tiros libres, concurso de triples y, como no, la posibilidad de disputar un apasionante campeonato de la NBA cuya edición '99 ha corrido serio peligro de no celebrarse realmente.

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Tiene que quedar claro que esto es un simulador puro y duro al que vas a tener que acostumbrarte, sin embargo, y para los que echen de menos los mates estratosféricos, la ausencia total de reglas y el fuego consumiendo los aros de canasta, se ha conservado un modo "Jam" con el que dar rienda suelta al arcade más irreverente que se ha hecho nunca del baloncesto.

 GRÁFICOS

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En otra demostración de poderío, nos muestran los gráficos en modo de alta resolución, sin necesidad de Expansion Pak ni otros aditivos, con lo que una vez más dejan muestras de su clase y de su gran conocimiento de la Nintendo 64. Los movimientos son un lujo que salta a la vista desde el primer minuto de juego y todo rezuma calidad lo mires por donde lo mires, excepto si miras al público, que para variar esta un poco acartonado y falto de atención. Aunque realmente no es algo que necesitemos, si que estaría bien que alguien le diera un poco más de vida a los aficionados como colofón de un excelente programa como éste.

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Donde no creo que nadie se lleve ninguna sorpresa es en el apartado sonoro. Las melodías, aun siendo de buena calidad, no destacan especialmente: las voces están muy trabajadas en un perfecto.... ¡inglés! ¿Acaso esperabas otra cosa? Mientras rezamos para que algún día los dioses nos concedan más traducciones al castellano, tendremos que conformarnos con lo que tenemos. En cuanto a los efectos de sonido, deportivas que chirrían, botes de balón... en fin, para qué seguir. Ninguna sorpresa, cumpliendo con su cometido sin excesivos alardes. 

 JUGABILIDAD

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No podría concluir este análisis sin hacer un repaso a las virtudes de este gran juego, tecnológicamente brillante, con una nota muy alta en todos sus apartados. Todo en este juego hace que nos sumerjamos de lleno en el ambiente de un partido de la NBA: la música, el inteligente comportamiento de los rivales forman un conjunto de virtudes brillantemente compactado. Mención especial a los fantásticos movimientos de todos los jugadores hacen de cada partido un espectáculo visual. No hay que olvidar que lo verdaderamente importante en este cartucho son las interminables horas de diversión que atesora en su interior, sus variados modos de juego y la impagable opción de cuatro amiguetes al mismo tiempo, que harán del baloncesto el deporte rey en tu Nintendo 64. No te defraudará.