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Lego Racers

Lego Racers

Dale forma a tu imaginación

Se acabo el escoger los mejores neumáticos, el ángulo de los alerones o la resistencia de la suspensión. Con cuatro piezas de plástico hay de sobras.

Actualizado a

Muchos nos quedamos con las ganas de echarle el guante a Buggie-Boogie, juego que fue presentado en el Shoshinkai de 1995 y que un par de años después desapareció de los planes de Nintendo...

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La idea consistía en realizar carreras con el fin de desmembrar a tus adversarios e ir acumulando piezas de mejor categoría. Viendo lo atractivo que podría resultar, y pese a tener una pinta simplona y con la estética del Stunt Race FX, la gente no quería perderse para nada esa experiencia... aun más sabiendo quien estaba detrás de todo.
Pues bien, iros olvidando de él, para eso está aquí Lego Media y su ejército de muñecos en miniatura desmontables.

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L-Racers tampoco puede disimular su clara intención de emular a Mario Kart. Todos los ítems esparcidos por cada circuito están presentes, al igual que muchos de ellos provocan los mismos efectos.
El sistema de puntuación se basa en conseguir la cantidad suficiente como para superar la ronda. Así pues, el primero consigue 30 puntos, el segundo 20 y el tercero 10. De esta forma se consigue en el jugador un afán de superación que en otros juegos no, aunque también es cierto que la limitación de accesos puede llegar a cansar.

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Al igual que en las peripecias del fontanero, los "Clips" se mueven por circuitos que les caracterizan, aunque por supuesto no son ni la mitad de conocidos que los del hombre del mono azul. Vamos, que tendrás la oportunidad de pasearte por un puerto repleto de bloques multicolor, grúas igualitas a las que desmontabas en tus años mozos y naves espaciales que solo Lego se puede inventar.
De las 6 localizaciones distintas que hay, derivan hasta un total de 24 trazados, lo cual sobre el papel pinta igual que en Diddy Kong Racing. De este último nos hemos percatado de un símil bastante cantón; cada vez que recojas un ítem tienes la opción de usarlo o bien guardarlo para más tarde dar con otro con la misma función y aumentar así la efectividad del mismo. Cuando tengas 3, el resultado será apoteósico.

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Pero basta ya de comparaciones, la obra Hi-Volt Soft tiene vida propia, no todo iban a ser referencias. Lo mejor de sus ideas exclusivas es sin duda el taller para reformar a tu juicio el coche. Esto se consigue ganando carreras y derrotando a los enemigos de cada mundo. Una vez tengas en tu poder unas cuantas piezas, las puedes ir añadiendo a tu carrocería consiguiendo resultados verdaderamente satisfactorios.
A parte, refiriéndonos al tema de vehículos, dependiendo de cual escojas te llevarás al agua un conductor a su medida, que por supuesto forman parte del elenco de reproducciones humanas de la compañía danesa. Ellos también definen que tipo de premios te vas a llevar; desde loros o cohetes, hasta ligeros aumentos de tu cañón.

Hay algo en lo que se nos queda corto, y eso es sin duda en modos de juego. Tan solo cuatro, y no tienen ni pizca de gracia: La carrera convencional en formato de Grand Prix, el duelo típico a un par de jugadores y el Time Trial donde tu única motivación radica en superarte a ti mismo y al "Ghost".

  g  r  á  f  i  c  o  s
 
A diferencia de Mario Kart, los personajes de Lego Racer son figuras poligonales estilizadas con el estilo tan personal que tienen todas las piezas. Las expresiones faciales son una pasada, ver como se mosquean y cambia su fisonomía es para quitarse el sombrero. Lástima que sea todo tan "plano".

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Sin embargo, la buena impresión que nos llevamos con el modelado de todo ello se desvanece al ver escenarios pobres, faltos de vida y muy cortos. Se intenta reflejar fielmente lo que es el mundo de Lego, pero es que de texturas sin alicientes, efectos de dudosa calidad y momentos en los que algunos elementos no terminan de encajar no pasa. También hay que tener en cuenta que está compuesto por piezas que se amontonan entre sí, y que por supuesto no causa la misma sensación que un decorado nuevo, con elementos que no estén limitados por ningúna ley que obligue a seguir esas pautas, y está claro que lo paga caro.

En cuanto al Framerate, toda esa simpleza técnica sale a favor de unos cuadros por segundo constante y a un nivel que ya quisieran la mayoría de los títulos automovilísticos de N64. Y eso, sabiendo a lo que nos enfrentamos, es todo lo que se le puede pedir.

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  m  ú  s  i  c  a

Excesivamente fina. Pasa desapercibida entre el desenfreno de los FX. No terminan de encontrar su sitio en los circuitos, y su recreación sin fuerza desaliña el resultado final. Se agradecería mayor variedad (sobretodo a la pesadísima melodía que acompaña los menús) y por supuesto, un MIDI infinitamente mejor trabajado.
Igualmente está a la altura del conjunto en general; suficiente.

  s  o  n  i  d  o   f  x

No hay nada que no hayamos oído ya. Pitidos, botes, choques, cohetes zumbiendo... la verdad es que poca cosa más queda por añadir. Algo de voces digitalizadas que llenen algunos espacios sin vida no sobrarían. Puede que la calidad de reproducción tampoco sea una obra de arte, tiene el tono desenfadado del cartucho, y nos transmite con exactitud todo lo que está sucediendo sin exagerar con estruendosas explosiones ni jaleos del público que no tengan sentido. Aceptables sin más.

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  j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d

El sistema de control está pensado para que el jugador controle con suma destreza los derrapes. Por lo tanto, equilibrarte en cada curva supondrá una dificultad añadida que se podría haber ahorrado. Como el Power Slidding del Mario Kart 64, con la única diferencia que aquí es obligatorio hacerlo funcionar si quieres salir victorioso.
En la maniobrabilidad influyen a parte, todos esos cambios que has estado haciendo en el garaje, el peso del coche, que tipo de complementos le has añadido y por supuesto, con que objetos venía ya tu monoplaza.

En lo concerniente a horas de durada es donde LR sale más perjudicado por la poca dedicación por parte de High-Voltage en dotarle de más modos de juego, circuitos y la siempre agraciada posibilidad de crear pistas. Una vez hayas terminado con los trazados dejarás el cartucho a un lado, es cierto que te va a costar mucha dedicatoria y esfuerzo por lo poco que ayuda la respuesta de cada coche, pero esto influye en mayor medida las ganas de acabarlo y olvidarte de él lo antes posible.

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  c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n

Simplemente es uno más del montón. Este tipo de juego cuenta ya con un catálogo deslumbrante y que vistas las aptitudes de las desarrolladoras dudamos que puedan desbaratar la lista. El intento de Lego se agradece, pero no cuenta con las novedades suficientes como para cuajar y hacernos olvidar joyas como Mario Kart o el venidero Mickey Speedway USA. De todas formas puede que le saques provecho durante un buen tiempo (el que la pésima maniobrabilidad os permita). Si no tenéis planificada la compra de algo similar, y no queréis esperar a nada más, lo mejor es mirar hacía al pasado que hay ofertas infinitamente superiores. Únicamente hará las delicias de los "Frikies" de Lego, los demás, abstenerse.

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6.2

Correcto

No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.