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Pokémon X

Pokémon X

  • Plataforma3DS9
  • GéneroRPG
  • DesarrolladorGame Freak
  • Lanzamiento12/10/2013
  • TextoEspañol
  • EditorNintendo

Pokémon X/Y

Pokémon X/Y asalta el catálogo de 3DS como primer exponente de la sexta generación de la franquicia con un marcado salto cualitativo en todos los apartados. La región de Kalos ofrece un sinfín de sorpresas que aguardan impacientes salir a la luz para hacer las delicias de los aficionados. Un videojuego único que retoma el espíritu tradicional de las entrañables criaturas de Nintendo.

Actualizado a

Pokémon se ha convertido en uno de los símbolos más importantes de Nintendo, un icono que se asocia con un estilo y concepto de juego que ha mantenido inmutables sus señas de identidad a lo largo de dos décadas. En su contenido se reconoce con facilidad la mano de una compañía que ha sabido combinar entretenimiento y calidad a través de distintas plataformas de juego, pero sobre todo la de un estudio, GameFreaks, que ha dedicado cuerpo y alma a diseñar un videojuego que se reinventa constantemente en la búsqueda de la excelencia. Cada portátil que el gigante japonés lanza al mercado cuenta con su propia generación de estas criaturas, siendo 3DS la única que hasta el momento no podía presumir de un Pokémon específicamente creado para exprimir tanto sus cualidades técnicas como las ventajas que ofrece la peculiar pantalla dual.

Nintendo se propuso enmendar esta circunstancia en enero de 2013, momento en el que se realizó el anuncio formal de la sexta generación de Pokémon. Las versiones X/Y han sido diseñadas para dejar atrás algunos de los conceptos que se han asociado por tradición con la fraquicia, como un motor gráfico relativamente sencillo o la ausencia de una modalidad Online que permita profundizar en el intercambio de criaturas entre varios entrenadores. Se podría decir que la evolución de Pokémon ha ido al únisono con la de las plataformas para las que se han desarrollado los distintos capítulos: ahora que 3DS permite crear un mundo íntegramente en tres dimensiones y ofrece conectividad con la red de redes es momento oportuno para dar un paso al frente, de mejorar las pautas previamente establecidas. Claro que siempre resulta más fácil decirlo que hacerlo.

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Para conseguir el nivel de excelencia de otras ocasiones no basta con mejorar ciertos aspectos. Se requiere un lavado de cara completo, un salto cualitativo en todos los niveles. Pokémon exige novedades en su mecánica de juego, algo que hasta la fecha se ha logrado con sutiles añadidos que los aficionados han recibido con gusto. La edición X/Y viene cargada de un buen número de novedades que se traducen, como veremos a continuación, en un sistema de combate más profundo y en una exploración más versatil, fluída e intuitiva. La nueva región de Kalos, en cuyo diseño reconocemos con facilidad el influjo de Francia o más concretamente de la Île-de-France, es ahora un elemento que cuenta con vida propia gracias a la presencia de toda clase de pueblos, ciudades, mazmorras y grutas que invitan amablemente a ser descubiertas por una nueva generación de jugadores. Y tú, estimado lector, formas parte de ella.

Un lavado de cara necesario

Renovarse o morir. El objetivo que GameFreaks se marcó a corto plazo para la sexta generación de Pokémon fue aprovechar la capacidad técnica de 3DS sin olvidar la mecánica de juego. Pese a los avances logrados en anteriores capítulos, la franquicia venía pidiendo a gritos un lavado de cara general que le permitiese mejorar y no estancarse con un motor gráfico que ya había tocado techo. La clave radicaba en integrar la exploración con los combates sin romper la dinámica de juego, en otorgar más fluidez a la búsqueda de criaturas. Sólo de esta manera se podía garantizar que el cambio gráfico no fuese meramente estético, algo que realmente se ha conseguido. Por primera vez en la franquicia Pokémon abraza el sistema tridimensional, dejando atrás la vista cenital establecida como base para presentar la realidad desde distintas perspectivas y enfoques que buscan un mayor grado de realismo. Aunque quizá 'real' no sea el adjetivo más adecuado para describir la amalgama de sensaciones que experimentamos al adentrarnos en determinados pueblos o ciudades.

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Kalos es ahora un entorno vivo en constante cambio. La región es un cruce de bosques, zonas costeras y praderas de abundante vegetación con parajes desérticos, semi-desolados, por donde pululan distintas criaturas en función de la franja horaria y del estado de la climatología. La sensación que transmite un paseo nocturno cerca de la rivera de un río nada tiene que ver con el estrés que produce la ciudad de Luminalia, repleta de transeúntes que se molestan y estorban entre sí, en una fiel representación de las urbes modernas. Cada pueblo hace gala de una personalidad propia que se intuye más que se explica en la forma de ser de los aldeanos y en cómo se relacionan con los acontecimientos que tienen lugar a su alrededor. Es inevitable recordar los grandes exponentes del género cuando descubrimos toda clase de pequeños detalles en el interior de un hogar cualquiera, diseñado a imagen y semejanza de las casas rupestres francesas que se vislumbran cuando realizamos un viaje de norte a sur del país.

Rutas y senderos

Las distintas ciudades y aldeas están conectadas por rutas en las que se avisa de la presencia de Pokémon salvajes. Estas sendas presentan un aspecto jovial y un diseño variado que se aleja de la monotonía de repetir constantemente el mismo combate en la misma ubicación, uno de los males endémicos que el género acarrea desde hace unos años. Cada ruta presenta unas condiciones específicas que están sujetas a los efectos de la siempre caprichosa meteorología y al momento del día: no es lo mismo pasear en una mañana lluviosa que hacerlo una soleada tarde de verano, un hecho que afecta también al comportamiento de los Pokémon. Ciertas evoluciones sólo se pueden dar bajo circunstancias específicas en zonas habilitadas para ello, un concepto que encaja con la premisa de que Kalos muta y se transforma a medida que transcurren distintos acontecimientos en la historia. Son características que probablemente establezcan un antes y un después en la franquicia.

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Lógicamente los cambios del motor gráfico también constituyen un nuevo punto de partida para otros conceptos relacionados con este aspecto, como en el diseño de los personajes. Nuestro primer cometido al comenzar la partida será seleccionar un diseño específico para nuestro protagonista, con opción a escoger entre distintos rostros, tonos de piel e indumentarias. Es posible elegir a un chico o a un chica, cambiar levemente su aspecto y más tarde alterar su manera de vestir en los ordenadores que encontramos a lo largo y ancho de la región de Kalos. Las opciones de personalización, pese a ser un aspecto novedoso en Pokémon, no alcanzan las cotas de otros títulos del género, aunque es de agredecer que por primera vez podamos seleccionar a grandes rasgos el aspecto de nuestro alter-ego virtual. Los personajes secundarios repiten diseño con demasiada frecuencia, una tara que se extiende también en el arte conceptual con el que se dan a conocer antes de los combates. El diseño de los Pokémon, en cambio, vuelve a ser nuevamente uno de los puntos más sólidos del cartucho con su variedad y riqueza.

Perspectiva cinematográfica y 3D

Las ediciones Blanco y Negro descubrieron nuevas formas de enfocar la exploración con movimientos de cámara propios de un producción cinematográfica. Y si en aquél entonces se habló de un importante paso para la franquicia, Pokémon X/Y recoge el testigo de su antecesor para potenciar este campo, en lo que bien podría ser un paso definitivo no sólo para la serie sino para el RPG portátil en general. El enfoque de la cámara ha cambiado, alejándose por fin de la perspectiva cenital, que pese a seguir teniendo presencia ha pasado a un segundo plano. La cámara sorprende con movimientos inesperados en momentos cumbre. Sucede al entrar por primera vez a Ciudad Luminalia, donde se establece a la espalda del jugador, o al explorar una laberíntica mazmorra en la que se juega con distintos efectos cinematográficos, claramente introducidos como guiño a los tradicionales videojuegos en tercera persona. La riqueza y variedad de perspectivas es aquí tan importante como lo pueda ser en cualquier otro título, ya que con ellas se ofrece una visión más amplia de Kalos y se ayuda a mantener en vilo al jugador. Se refleja así el trabajo que GameFreaks ha realizado para dotar de personalidad al mundo que nos rodea.

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Este es el primer acercamiento del estudio japonés a este despliegue visual, por lo que era de difícil que estuviese absento de fallos o errores de algún tipo. La cámara es quizás es el que más sufre de problemas que resultan incómodos a la larga, debido en la mayor parte de ocasiones a la presencia de perspectivas que no nos ayudan a tener una visión completa del mapeado que recorremos. El hecho de no contar con un mapa que nos indique nuestra posición exacta entorpece aún más la exploración en determinados momentos del argumento. Tampoco es posible rotar la cámara 360 o manejarla a nuestro antojo, ya que sólo permite una leve oscilación hacia uno de sus ejes. A veces es preferible apostar por la sencillez antes de buscar planos imposibles para mejorar la impresión visual de un juego que siempre apuesta por la practicidad.

Quizá por este motivo no resulta tan extraño que X/Y no haya apostado con más firmeza por dar cabida al efecto estereoscópico de la pantalla superior, que presenta un gran número de contrastes. Su uso apenas se aprecia en ciudades que podrían haber exprimido su potencial, mientras que en algunas mazmorras que se enfocan desde perspectivas distintas a la tradicional no sólo se agradece su presencia, sino que se recibe con gusto. Esto se extiende también a lo minijuegos, que tendremos ocasión de conocer a continuación, donde se deben aprovechar las distintas opciones secundarias de la portátil, y a los combates, en los que no se ha hecho buen uso de este efecto pese a contar con un buen abanico de golpes especiales y habilidades. El hecho de que este Pokémon sea uno de los abanderados del nuevo miembro de la familia 3DS, con 2DS a la cabeza, indica que GameFreaks no ha querido ir mucho más allá con el efecto 3D. Pokémon nunca ha destacado precisamente por su grandilocuencia visual, así que no debería tratarse de un problema especialmente significativo para los jugadores que conozcan la serie.

Hazte con todos (o inténtalo)

No cabe la menor duda de que el primer impacto que causa X/Y se produce por el cambio visual, pero sobra decir que no es la única gran novedad que aporta esta sexta generación a la franquicia. Tradicionalmente los aficionados acérrimos han conteplado cada nuevo lanzamiento como una oportunidad de mejorar el sistema de combate, de ampliar y mejorar los ataques y las distintas clases de Pokémon que habitan el mundo. La tendencia de mantener intacta la mecánica de juego se da también en este caso, aunque podríamos decir que los acontecimientos se han acelerado. Nuestro primer cometido después de escoger un alter-ego virtual es obtener una nueva Pokédex y con ella salir a explorar el mundo. Obtener todos los Pokémon es ahora casi tan importante como obtener las ocho medallas de Entrenador que existen, una tarea que acarrea vencer a los mejores luchadores, conocer y dominar técnicas especiales, etcétera.

A medida que transcurren las horas de juego nos reafirmamos en la impresión de que este capítulo sigue a grandes rasgos el camino establecido por el exitoso Blanco y Negro, que ya apostó por ofrecer un argumento a la temática general. X/Y centra su atención en potenciar la relación entre el protagonista y sus amigos, un pequeño grupo de entrenadores que, con su personalidad propia, nos acompañarán a lo largo y ancho de la aventura. Por supuesto nos encontramos con un nuevo Profesor, de nombre Ciprés, así como con un curioso grupo de antagonistas que se autodenominan Team Flare. Las conversaciones son escasas y se alejan de cualquier perspectiva densa o machacona: lo único que importa son los Pokémon y todo lo que les rodea. Las primeras horas de juego transcurren en una búsqueda infructuosa para obtener información sobre las Megaevoluciones, uno de los puntos que se han añadido al sistema de combate, mientras que combatimos con los entrenadores que nos ponen a prueba en gimnasios, senderos y demás ubicaciones comunes. Luego se expande sin alcanzar cotas destacadas de profundidad, sirviendo como recurso argumental para centrar las motivaciones de los héroes.

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El fin justifica los medios

El argumento existe para dar sentido a las acciones que realizamos, entre las que destacan los combates. GameFreaks ha introducido cuatro novedades específicas: la megaevolución, los combates aéreos, combate en hordas y una nueva raza de Pokémon que ofrece más variedad al ya de por sí excelso catálogo de opciones que ofrecen estas criaturas. La megaevolución es el siguiente escalón en el sistema de evoluciones de los Pokémon, y a grandes rasgos consiste en emplear un objeto específico para que nuestra mascota alcance su máximo potencial, algo así como la suma de todas sus evoluciones. Sólo se puede emplear con un tipo específico de Pokémon, por lo que no es extensible a todos los que capturamos en la región de Kalos. Gracias a las megaevoluciones podemos presenciar combates más intensos, con habilidades específicas que sólo podemos emplear durante un tiempo limitado. Esta evolución definitiva es caduca, y una vez accedamos a ella requiere cierto tiempo de práctica para ser dominada. Los expertos no tendrán mayores problemas para entender su uso, que viene a ampliar el abanico de posibilidades al que podemos acceder durante los combates.

Los dos nuevos tipos de combate cumplen la misma función que la megaevolución: amplían el contenido pero no alteran la fórmula tal y como la conocimos en el pasado. El combate aéreo propone emplear a dos Pokémon voladores sujetos a unas condiciones específicas que hemos de respetar para obtener la victoria ante enemigos de gran calibre. El modo horda, quizá uno de los cambios más significativos, posibilita que en determinados momentos nuestro Pokémon tenga que luchar contra cinco oponentes al unísono. Esta opción garantiza obtener más puntos de experiencia, pero está sujeta a las habilidades de ataque múltiple que hayamos aprendido. Por lo general, los primeros combates en inferioridad numérica son bastante llevaderos, algo que cambia a medida que profundizamos en la mecánica. La nueva clase de Pokémon a la que nos referíamos en el párrafo anterior, Hada, es la primera que se incluye desde la edición Oro y Plata: pese a contar con sus características propias, destaca el diseño de estos Pokémon más que su utilidad real.

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Entrena, mima y comparte a tu Pokémon

Son pequeños detalles los que van completando la lista de novedades que figuran en X/Y. Al nuevo motor gráfico y a la presencia de novedades en el sistema de juego hay que sumar el 'cuidado' de los Pokémon. Resulta extraño que después de varias generaciones nunca se haya desarrollado una mejora en potencia como la relación que el entrenador guarda con su mascota. En esta ocasión no sólo se ha incluído, sino que forma parte esencial de la mecánica. Son dos los minijuegos que se ofrecen  para dar a los Pokémon los cuidados que se merecen. De una mano encontramos el Poké Recreo, en el que podemos alimentar y mimar a los Pokémon, además de realizar distintos juegos, para así aumentar el nivel de afinidad que nos une con ellos. Para ello se emplea la pantalla inferior de la consola en una modalidad claramente inspirada en Nintendogs, desde donde podemos acariciar al Pokémon, alimentarlo o realizar juegos con la cámara integrada en la consola. Los minijuegos son muy accesibles y no están pensados para invertir mucho tiempo en ellos, ya que a la larga resultan repetitivos y eventualmente pierden el interés que suscitan durante las primeras horas de juego. La afinidad que nos une con nuestro Pokémon determina su comportamiento, grado de evolución y capacidad de Megaevolucionar, en caso de que sus características lo permitan.

De la otra encontramos los 'superentrenamientos'. Si en la modalidad anterior el objetivo era mejorar la afinidad entre el entrenador y el Pokémon, en esta disciplina tratamos de hacer de nuestra mascota el Pokémon Perfecto (tal y como se lee en la propia aventura). Para ello contamos con un saco de entramiento que debemos machacar con el stylus y con minijuegos de corte deportivo. También divididos entre distintos modos de dificultad, estos minijuegos son en esencia una manera rápida de pasar el rato mientras mejoramos los atributos del Pokémon de turno. Aunque su presencia es de agradecer, sus característican invitan a pensar en que son sólo la primera piedra de una lista de mejoras que se culminará en posteriores ediciones de la franquicia. Emplear ambas disciplinas es fundamental para sacar el máximo rendimiento de nuestro Pokémon, así que independientemente de nuestros gustos estamos obligados a pasar por ellas.

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Podemos acceder a los minijuegos en cualquier momento desde la pantalla táctil y cambiando su posición con los botones L y R. Desde aquí también se puede acceder al denominado Player Search System (PSS), una aplicación que nos permite combatir contra otros entrenadores, intercambiar criaturas y objetos, realizar peticiones de Pokémon que no hayamos encontrado e incluso importar algunas de las mascotas que aparecen en anteriores capítulos de la franquicia. Aunque sobre el papel su uso es bastante fácil de comprender, no es posible ofrecer una impresión sólida sobre este apartado ante la ausencia de otros competidores. El concepto es básicamente el mismo que el que se introdujo con Blanco y Negro hace unos años, aún a la espera de que Pokémon se convierta en un mundo que permita conectividad total entre jugadores o incluso explorar el mundo a dos bandas. Lógicamente, este apartado se ampliará tan pronto como podamos acceder a él en el momento en el que X/Y aparezca en el mercado.

Está todo en el menú

Explorar Kalos es una actividad mastodóntica si se tiene en cuenta el tamaño de la región, y quizá por ello GameFreaks ha decidido incluir nuevas formas de transporte. La más destacada de todas es sin duda la presencia de los patines, una forma de pasear a toda velocidad por pueblos y mazmorras. La bicicleta, así como algunas especies específicas de Pokémon, siguen haciendo las veces de 'transporte público' para evitar terrenos escarpados, entre otros. Lo cierto es que una de las características más interesantes de X/Y es la presencia de prácticamente todos las 'novedades' que se han introducido con el paso del tiempo y con la llegada de nuevas versiones de Pokémon. A poco de comenzar la aventura podremos hacer uso de la Guardería Pokémon, así como de un laboratorio que se dedica al estudio de los Fósiles. La lista de mascotas a la que tenemos acceso es más amplia de lo que la memoria nos permite recordar, con una mezcla entre Pokémon del pasado, otros más recientes y un buen puñado de caras nuevas que aportan su peculiar lista de nuevas habilidades y técnicas. También podemos cultivar bayas para obtener frutos o sacar fotos utilizando a nuestro fotógrafo particular, una característica que regresa después de una breve ausencia.

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Las diferencias entre las dos versiones que aparecen en el mercado son escasas y apuntan a los Pokémon exclusivos de cada una, principalmente relacionados con la nueva clase que se incluye en esta sexta generación. Es interesante tener en cuenta que, dependiendo del sexo del protagonista, nuestro mejor aliado será chica (Serena) o chico (Kalm). El argumento no varía en función de nuestra elección ni tampoco el devenir de los combates. Simplemente se potencia la comunicación entre dos jugadores y el intercambio de criaturas, una característica marca de la casa.

9

Excelente

Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.