Gradius V, Impresiones (PlayStation 2)

El Vic Vipper ha vuelto, y por la puerta grande. Treasure ha sido la encargada de plasmar el nuevo capítulo de una de las series míticas de los matamarcianos. Gradius V se convierte por fin, en un Gradius a la altura de unos 128 bits. Ya lo tenemos, y aqui te contamos que hemos encontrado en él...

Gradius no necesita presentación. Podría extenderme durante páginas comentando sus orígenes en 1985, sus múltiples apariciones en casi todas las plataformas que han existido o el auténtico furor que despierta en las salas de arcade niponas. No lo vamos a hacer ahora, pero lo haremos pronto, en un especial sobre la saga que estamos preparando. Por méritos propios Gradius es, me atrevería a decir, uno de esos clásicos inmortales de la industria del videojuego.

Con la desastrosa situación que están viviendo los matamarcianos, un género que ha caído en picado con el auge de las 3D, pocas compañías apuestan por él y se decantan por otros  estilos que reportan muchos más beneficios y no tienen un mercado tan limitado. Y es que no nos engañemos, los fanáticos de los shooters en occidente somos pocos, en nuestra mayor parte, supervivientes de la época de los 8 y 16 bits, donde se vivió la auténtica explosión del género.

Así pues, veíamos con tristeza, pero ciertamente con comprensión, lo poco que la saga Gradius se ha prodigado en la nueva generación. Hace ya más de 2 años que pudimos probar Gradius Advance para GBA y el insulso remake Gradius III y IV, que justamente no despertaron la atención de la masa de jugones y únicamente fueron respaldados por los seguidores más acérrimos.

Hay que decir que el desarrollo de Gradius V ha sido conjunto entre Treasure y KCET, ya que la compañía nipona quería garantizar que este quinto episodio mantenía el feeling clásico de todas las entregas, y han ejercido una labor de supervisión sobre el proyecto. Lo cierto es que tenemos un Gradius clásico, si, pero por fin a la altura de una consola de 128 bits.

Entrando en materia, el juego salió al mercado japonés el pasado 22 de julio. No fue recibido con colas masivas en Akihabara, pero la respuesta del usuario japonés fue notable, aunque no espectacular como para colocarlo en el top 3 de ventas esa semana que presiden Paper Mario o Tenchu Kurenai. Aún así el quinto puesto en las listas de M-Create para el mercado nipón con 19,520 unidades vendidas puede interpretarse como una buena acogida al título, que tuvo su reflejo en la prensa. Así lo remarcan el 32/40 con el que puntuó Famitsu o el seguimiento que Dorimaga ha hecho al desarrollo, por cuyas páginas hemos conocido las novedades del juego meses atrás.

Donde más se nota sin duda es en los escenarios, que siguen ambientaciones clásicas, como el espacio, el típico planeta alienígena, las bases futuristas, los interiores de una nave nodriza o incluso un cinturón de asteroides. En los fondos, al igual que en la carga de efectos de explosiones y demás visuales, se nota más la mano de Treasure, recordándonos en muchos momentos a Ikaruga.

A nivel de jugabilidad, ídem de lo mismo. Muy pocos cambios. Estábamos muy expectantes al sistema de armas que se iba a adoptar en esta quinta entrega. Prácticamente todas las quinielas apostaban por un gran sistema configurable donde estuviera representado todo el armamento que hemos tenido ocasión de jugar en Gradius/Nemesis/Salamander como el clásico Láser de un haz, Twin Laser, Ripple, misiles, torpedos de protones o los 2 tipos de barreras protectoras, el campo de fuerza o la frontal.

Rescatar el modo a 2 jugadores ha sido todo un acierto, aunque con reservas. En primer lugar compartir los Power Ups, ya que no aumentan en número de un modo a otro y además, el número total de Options no podrá ser superior a 4, los mismos que para un sólo jugador. Y segundo, una decepción personal, ya que esperábamos algún tipo de juego cooperativo más íntimo, como la fusión que los 2 jugadores podían hacer en Salamander, convirtiéndose en una nave única.

Para los que piensen que van a reventar el juego en una tarde, decir que se ha añadido una opción mediante la cual únicamente dipsondremos de inicio de 2 créditos, el inicial más un continue, los cuales no se incrementarán bajo ninguna circunstancia excepto las horas de juego. Cuanto más juguemos, más continues recibiremos, a un ritmo de uno cada 2 horas jugadas hasta llegar a 18 horas, donde desbloquearemos el Free Play. Y a poco más nos ha dado tiempo en este primer contacto con Gradius V, a quedarnos atascados en la séptima pantalla, ya que, como era de esperar de Treasure, la dificultad del juego es brutal una vez superadas las primeras fases. Si todo va bien en diciembre tendremos al Vic Vipper de vuelta, será momento de... ya sabéis... Destroy the core!!!