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Rainbow Six: Rouge Spear

Rainbow Six: Rouge Spear

Rainbow Six: Rouge Spear

Basado en las novelas de Tom Clancy, Red Storm conversiona la expansión del clásico de PC Rainbow Six, con el único afán de resarcir un primer resultado desigual y devolver la posición que se merece tan afamada saga...

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Casi sin tiempo de haber asimilado la conversión de Rainbow Six en Dreamcast, la plataforma de SEGA vuelve a beber de un agua que últimamente está abundando en exceso dentro de su catálogo. Parece que las adaptaciones se han convertido en algo más que un recurso.

Rainbow Six: Rouge Spear

Sin embargo, las prisas han predominado en las oficinas de Red Storm, puesto que hace escasísimos meses desmanteló toda su artillería pesada de juegos basados en la novela bélica de Tom Clancy y arrastró consigo una cantidad ingente de errores que la 128 Bits pagó a un precio tan alto, que incluso su correspondiente versión se quedó en un lavado de cara de PS One, sin nada nuevo, con un motor gráfico haciendo aguas, y la jugabilidad más desafortunada del último año.

Pero como sucedió en compatibles, Rogue Squadron es el asalto a la redención. La idea ha sido tratar más concienzudamente cada uno de los errores de aquella pieza e intentar depurarlos al máximo aprovechando al completo la capacidad de la máquina de SEGA. Algo que por otra parte, ya deberían de haber hecho antes de perder una oportunidad de oro para embolsarse un buen número de usuarios hasta ahora escépticos a un género tan candente como el espionaje táctico.

Ya aparcando un poco su pasado para olvidar, R6:RS refleja fielmente la sensación de un comando elitista del SWAT, la CIA, o del FBI imbuyéndose en la boca del lobo, con pequeñas dosis de acción sin recurrir excesivamente a la violencia gratuita y explícita, sin el armamento abundante ni desorbitado, y con el paliativo que supone arriesgar toda la misión por el mero sonido de una bala golpeando en la carne de un guardia. Con esto, queda patente la idea de que Rainbow es un juego destinado a los jugadores más pacientes. Lejos de ser un Shooter en primera persona puro y duro, lo que realmente hace de él algo especial, y sin duda, lo que le convirtió en una auténtica revelación el pasado 1998, fue racionar perfectamente la tensión, la estrategia y un control perfecto. Pero, DC, no ha terminado por comprender todas esas virtudes...

Rainbow Six: Rouge Spear

La trama de la penúltima creación de Red Storm y Saffire nos encuadra dentro de los planes de la mafia rusa capitaneada por Samed Vejirjade y Maxim Kutkin que se han apoderado, merced del apoyo de varios integrantes del gobierno soviético, de un arsenal arrollador de armas nucleares que amenazan con soltar si no se siguen sus condiciones multimillonarias. Por supuesto, desde este momento, deberemos tomar las riendas de los ochos francotiradores, espías, informáticos, expertos en la desactivación de bombas o hasta hombres de asalto para desenmarañar toda la red de caos que está sacudiendo la paz mundial, a las órdenes de un estratega que esté dispuesto a calcular hasta el más mínimo paso, golpe o pestañeo de los "sims" que se pueden llegar a controlar.

Rainbow Six: Rouge Spear

  g  r  á  f  i  c  o  s
 

Tras haber visto la bochornosa primera entrega, por lo menos a nivel visual, la secuela como mínimo presenta un engine más trabajado y demuestra, aunque tímidamente, que se trata de una consola de 128 Bits. De esta forma, dejaremos de sumergirnos en mundos propios de una PlayStation y caminaremos agazapados en escenarios poco detallados pero bastante sólidos, con texturas austeras y una framerate más que aceptable, exceptuando algún que otro slowdown en los campos abiertos.

Rainbow Six: Rouge Spear

Hay que dejar patente que se trata de un compacto realista, sin más pretensión que mostrar al mundo tal y como es, por lo que no deberías esperarte parafernalias futuristas ni fortalezas espaciales. Aquí, absolutamente todo es un reflejo de lo cotidiano.

No obstante, lo que más nos ha llamado la atención ha sido el sobresaliente modelado de los personajes y la animación que realizan al morir, viendo como se retuercen en el suelo, se arrodillan, o se apoyan con una mano antes de quedar inconscientes. Todo ello aderezado con una captura de movimientos más que encomiable, y un campo de visión algo delimitado por una capa de niebla algo alejada de nuestro punto de vista.

Rainbow Six: Rouge Spear

Como otro aspecto a destacar, recalcamos los efectos que reproducen las granadas al estallar, las humaredas, las luces en la nocturnidad, gotas borbolleando en el suelo o hasta copos de nieve bajando al compás del viento. No cabe duda que la ambientación impresa en esta producción no está exenta de los detalles que hacen grande a un título.

  m  ú  s  i  c  a

La carencia casi total y absoluta de partitura nos obliga a reconsiderar estrictamente la funcionalidad de la misma. en algo como en R6, apenas necesitamos estar acompañados por música cuando realmente lo que nos interesa es oír hasta un alfiler como cae en la otra punta de una sala. Vamos, que los FX son los que realmente recobran vida en este tipo de juegos, y este no iba a suponer la excepción.
Por lo demás, nos encontraremos ante partituras de corte militar y pausado en los menús que simplemente generan ese aire de misión suicida.

Rainbow Six: Rouge Spear

  s  o  n  i  d  o   f  x

Lo dicho. Fx a punta pala que nos zambullan en la trama, en la acción, y en lo que realmente debe ser estar a punto de sufrir una taquicardia porque has oído como rechinaba un gatillo en la lejanía. Esta es precisamente la magia de R6. Apagar las luces, desconectar el teléfono, bajar las persianas y poner el televisor hasta los topes. Entonces, te darás cuenta de lo que es verdaderamente la tensión. Las balas rebotan en las moquetas, la nieve se funde a nuestros pasos, las granadas revientan el tímpano al hombre más cercano, o lo mejor de todo, la lluvia canta en el patio de cualquier instalación.

Pero hay algo que nos ha llamado aun más la atención. Y es que tanto voces digitalizadas en la lengua de Shakespeare, como la reproducción exquisita de las armas realzan un apartado ya de por si soberbio. Los sonidos radiofónicos están ejecutados con las típicas interferencias de un aparato de tan pequeñas proporciones, y además, podremos dar órdenes que soltaremos en un inglés que hasta ahora desconocíamos.... una pena. Ahora bien, cuando aprietes el gatillo por primera vez con una pistola con silenciador, nunca más querrás soltarla ni dejar de disparar a quemarropa a cualquier sombra que se mueva a la lejanía... lástima que si lo haces terminarás en el suelo criando malvas.

Rainbow Six: Rouge Spear

  j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d

Lo primero que debemos mencionar es el control, muy afectado por el requisito que supone contar, para manejarlo con fiabilidad, de un teclado y de un ratón. Especialmente porque para el cambio de las armas con las funciones, las órdenes o la dirección, enturbiarán, y mucho, el resultado si únicamente dispones de un control pad. De darse el otro caso, a buen seguro que te harás rápidamente con las acciones básicas en una curva de aprendizaje bastante elevada que nos conducirá a un total de hasta 18 misiones que cumplir, que, sin duda, le auguran larga vida dentro de la consola.

Además, la Inteligencia Artificial es inconmensurablemente más estúpida de lo que lograron en PC. Cuando os separáis en varios grupos que asediarán a algún punto específico, casi todos los miembros de tu tropa colindante caerán como moscas entre los balazos de vuestros enemigos mientras el Dual Shock te retumba en las manos y ves como se desintegra en cuestión de segundos un equipo que a priori parecía perfectamente estructurado.

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Cambiando de tercio, los primeros compases del movimiento auténtico son los menos accesibles de todo el compacto. Evidentemente los objetivos nos llevarán a un montón de localizaciones con la finalidad de robar información, capturar objetivos o evitar alguna que otra detonación. Acto seguido, nuestro capitán John Clark, nos proporcionará apoyo logístico sobre el cometido a realizar y un pequeño diagrama con el trazado a recorrer para mayor facilidad. A continuación, ya podremos hacer la plantilla de las huestes y escoger entre un sinfín de milicianos de entre 1 a 8, comparando antes, sus capacidades físicas de agilidad, resistencia, destreza, iniciativa, etc. Lo demás ya serán suplementos para terminar de encarar lo que se nos avecina; ya sea el atuendo adecuado para el clima, el arma tanto primaria como secundaria, y el pertrecho de marras como granadas o binoculares.
Entonces, ya podremos comenzar la encrucijada sabiendo exactamente los puntos conflictivos de cada nivel, incluyendo la posición de los rehenes, la ayuda policial o si hay algún francotirador custodiando la entrada de la ópera, por ejemplo.

Sin embargo, lo atractivo que resulta hacer todo ellos a través de una trepidante partida por INET, definitivamente, en la consola de SEGA va a quedar relegado para una supuesta futura versión. Aunque seguimos sin comprender como una consola que ha sido, presumiblemente, la primera en utilizar la capacidad de la red de redes en el ámbito del multiplayer con Chu Chu Rocket o Phantasy Star Online como simple muestra, se ha quedado definitivamente a medio camino. Finalmente, nos hemos quedado sin supervivencia o sin cooperación a través de la línea, pero si que podremos hacerlo mediante una confusa pantalla partida que no aporta ni por asomo la diversión del modo original. Una pena.

Rainbow Six: Rouge Spear

  c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n

Vayamos por partes. Rainbow Six, si de algo puede jactarse, es de una jugabilidad endiablada y el haber funcionado desde siempre en una plataforma en que los jugadores se sientan en un mueble, piensan codos en mesa, recapacitan sobre lo que sucede en pantalla y atacan. Algo tan poco usual como esto en una consola ya es de por sí un lastre a superar que, tras un primer resultado algo desesperanzador, no tendré ni mucho menos la expectación que se merece un título de la misma índole.

Rainbow Six: Rouge Spear

Además, otro de los inconvenientes que se va a encontrar Rogue Spear es el haber nacido envuelto de grandes como Unreal Tournament o Quake III, que si bien no son exactamente lo mismo por sus dosis más exageradas de hemoglobina, mantienen ciertas similitudes por el enfoque en primera persona y las armas en ristre. De todas formas, sería engañaros al comparar a sendos títulos simplemente por la óptica que adoptan.
Lo de Red Storm es mucho más estratégico, más satisfactorio y tan tenso que quedarás agarrotado al sillón mientras avanzas a pasos de plomo dentro de una esclusa oscura sin saber exactamente si tienes a alguien apuntándote o no en la cabeza. Simplemente por ello, vale la pena hacer la vista gorda a un par de defectos gráficos, que sin embargo, se acentúan con una maniobrabilidad pésima y muy desigual, siempre y cuando no dispongas del mouse y/o del teclado.

Rainbow Six: Rouge Spear

Recomendado a los acérrimos seguidores de la entrega que no pudieron disfrutar en su tiempo del original, fanáticos de las armas reales o de las novelas belicosas de Tom Clancy. Si estás entre ellos, este es tu juego soldado.

7.2

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.