Dead Island 2, Impresiones E3

La cámara se detiene en un hombre atlético, de melena perfectamente peinada y vestimenta deportiva. Se pone los auriculares, revisa su muñequera y tapa lo que parece ser un mordisco, e inicia la música en su reproductor de audio, The Bomb de Pidgeon John. Comienza un día rutinario en la soleada California, ¿o no? Pronto, mientras realiza su carrera, vemos que detrás de él se suceden una serie de incidentes relacionados con zombis. Pronto nuestro protagonista cambia y comienza su mutación: el brazo se le gangrena y avanza rápidamente hacia el resto del cuerpo, su pelo se le cae al tiempo que su cara se pudre ante nuestra atenta mirada. Su ojo se inyecta en sangre, y poco queda ya de aquel corredor de imagen pulcra. Así se desarrolla el primer tráiler de Dead Island 2, que de nuevo vuelve a sorprender con una secuencia cinemática de impacto como ya ocurriera con el primer juego de la serie, con aquel insuperable vídeo de la niña zombificada, o en Dead Island Riptide, con la pareja siendo asaltada en medio de un crucero. Hay una diferencia primordial: donde en los anteriores había una densidad emocional, buscando implicar al espectador de forma primaria, aquí hay un sentido del cachondeo bastante evidente. Las cosas han cambiado en la saga.

Dead Island 2 será efectivamente un juego más cercano a la locura de la saga Dead Rising de Capcom que a la seriedad de los Dead Island anteriores, y todo esto pese a que su estudio de desarrollo será YAGER, responsables de uno de los shooters más infravalorados de los últimos tiempos, el excelso Spec Ops: The Line, que debería pasar a la historia si bien no por sus mecánicas, sí por contener una de las mejores campañas vistas en un FPS. La narrativa, de primer nivel en aquel título bélico que bebía de Apocalypse Now y su fuente literaria (El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad), será algo que también se tomará bastante en consideración en esta segunda entrega numerada de la franquicai de zombis de Deep Silver, iniciándose aquí la historia en California, la única ciudad de los Estados Unidos donde la cepa mortal aún se mantenía fuera de circulación. En el momento en el que se toman los mandos del juego eso ya queda atrás: la emblemática ciudad se convierte en 'una isla de sangre', en palabras de sus responsables, a la cuál acuden aquellas personas inmunes al vírus con la intención de acabar con cuantos más zombis mejor.

La figura en torno a la cuál girará la historia es Max, el conductor de la furgoneta que vimos en el tráiler cinemático, que estará acompañado por su gato, Rick Fury, en una aventura a lo largo de California. Será una trama de segundas oportunidades, con Max tratando de iniciar una nueva vida en la ciudad sin confiar en que ésta había sido ya tomada por los no muertos, para después cambiar su objetivo: buscar una cura para esta enfermedad que se extiende rápidamente. Independientemente de la narrativa, YAGER ha puesto especial énfasis en esta secuela en lo que respecta a potenciar las mecánicas de la saga, llevarlas a un nuevo nivel y depurar aquello que no funcionaba en el primero y en su continuación no numerada, Riptide. Por tanto no hay que esperar una revolución en la parte jugable, sino más bien una puesta al día de los conceptos que ya conocemos, como el combate cuerpo a cuerpo, la interacción con los personajes, el uso de las herramientas dispuestas en el mapeado o la diferenciación entre clases, amén de un modo multijugador para ocho jugadores del que no se han precisado más detalles de momento.

Cuando iniciemos la partida en Dead Island 2 tendremos que elegir entre una de las cuatro clases disponibles (más una extra que habrá en PlayStation 4), diferenciadas por sus habilidades y utilidad en los enfrentamientos, como no podía ser de otra forma. Las que se conocen por ahora son el Speeder, caracterizado por su velocidad y dominio de las armas cortantes (pensad en Michonne de The Walking Dead); Hunter, que como indica su nombre es un cazador bastante bueno en los ataques de rango, usando armas como una ballesta (con flechas electrificadas, de fuego, etcétera); Berserker, una especie de bombero de gran tamaño, que usa armas a dos manos como martillos, capaz de golpear a varios enemigos a la vez con su armamento pesado; y el Bishop, que sería el personaje de soporte. Su función será la de curar al resto del grupo o haciendo, con las habilidades oportunas, bastante daño en espacios amplios. La intención de YAGER es mantenre así el estándar de la saga y definir la identificación hasta el punto de que quede claro qué personajes usar en todo momento.


 

El combate variará dependiendo de la clase que elijamos, por supuesto, pero habrá puntos en común. Así, todos podrán hacer uso de armas para acabar con los enemigos tanto blancas (cuchillos, machetes, martillos, etc.) como de fuego, además de combinar objetos del escenario para crear otras más poderosas mediante un sistema de crafteo del que, una vez más, aún desconocemos detalles específicos. En la demo a puerta cerrada del E3 se pudo ver cómo por ejemplo los proyectiles disparados por una ballesta cambiaban en base a qué tipo de material utilizásemos para mezclar las flechas. Crear todo tipo de herraminetas será clave para derrotar no sólo a los no muertos, sino a otras facciones de humanos que aparecerán por la zona para intentar arrebatarnos nuestras bases seguras. Así habrá numerosos peligros a los que hacer frente, para lo cuál habrá que aprovecharse de todo lo que esté en nuestra mano. Esto incluye, además de lo ya citado, interactuar con el escenario o utilizar vehículos. Entre estos últimos, además de los evidentes (coches, furgonetas, motos) veremos otros como un carrito de golf.

La interacción con el escenario se ha llevado en Dead Island 2 a un nivel más avanzado, recordando por ejemplo a la forma en que Far Cry 3 gestionaba recursos como la hierba y la maleza, pudiendo quemarse para hacer un daño extra a los enemigos. El mundo será -como en los anteriores- abierto por lo que la experiencia podría variar dependiendo de cómo lo afrontemos, sin scripts forzados que conviertan el avance de los jugadores en desarrollos clónicos. Más allá de lo citado no se sabe mucho más de Dead Island 2 a nivel de mecánicas, al menos nada realmente innovador que no estuviera en los anteriores. Aquí la intención es, una vez más, pulir las bases de la saga y no tanto revolucionarla en concepto principal, pero lo que se ha visto en la feria promete bastante.


 

Cabe señalar eso sí que la versión que se ha mostrado como bloque jugable pertenecía a 2013 y que no representaba demasiado bien la potencia de las máquinas de nueva generación, para la cuales está siendo desarrollada esta entrega. Después del segmento jugable si que se enseñó una versión actual del título en un par de vídeos que demostraban cómo el motor había evolucionado hasta el punto de contar ya con un acabado más sólido a nivel de escenarios (profundidad, efectos de luz, partículas, recreación del agua, movimiento de la vegetación) y animaciones, más definidas en este título por motivos evidentes. Dead Island 2 llegará a las tiendas en primavera de 2015 para PC, PlayStation 4 (con, como hemos comentado previamente, una clase de personaje exclusiva) y Xbox One. El juego se podrá jugar en el futuro en eventos como el PAX o la Gamescom, por lo que antes de que salga a la venta deberíamos tener mucha más información sobre esta secuela. ¿Cómo os suena de momento? ¿qué opináis de que YAGER coja las riendas de una franquicia que parece ahora virar hacia derroteros más humorísticos?