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Civilization: Beyond Earth

Sid Meier's Civilization: Beyond Earth se encuentra en la recta final de su lanzamiento. Solamente un mes nos separa de la última entrega de este clásico de construcción y gestión de imperios, que ahora se aleja de nuestro planeta Tierra y sus civilizaciones para encontrar un futuro mejor... En un planeta muy, muy, lejano.

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Aunque su versión final no llegará hasta los últimos días de octubre, en MeriStation hemos podido probar las últimas novedades del 4X de Firaxis Games. Civilization: Beyond Earth es un 'spin-off de la saga habitual -puesto que no continúa con la línea de desarrollo de su quinta entrega- aunque el parecido con ella es casi total. De hecho, el nuevo título comparte motor gráfico y muchas de las mecánicas que hemos podido disfrutar durante Civilization V. Sin embargo, nos esperan algunos cambios, y el primero de ellos es la ambientación: Decimos adiós al planeta Tierra y/o sus culturas habituales, para sumergirnos de lleno en una nueva aventura a varios años luz de distancia. Formaremos parte de una expedición destinada a hallar y colonizar un planeta inhóspito, lidiando tanto con las criaturas nativas como con el resto de colonizadores enviados por otras potencias.

Para comenzar la partida, se nos permite configurar distintos parámetros sobre nuestro equipo de expedición. A diferencia de Civilization V, Beyond Earth no ofrece demasiadas facciones predeterminadas, si no que se basa en 4 criterios para configurar nuestro bando: Mecenas, colonizadores, nave espacial y carga. El primer parámetro es la potencia que ha financiado nuestra exploración, a elegir entre un conjunto de naciones terrestres futuristas -casi todas basadas en superpotencias nacidas a raíz de la unión de varios países- como la Cooperativa Panasiática, Franco-Iberia, Polistralia, Protectorado Kavithano, Brasilia, Unión Africana, CRA o la Federación Eslava. Cada una proporciona diversos modificadores a recursos, construcción o combate, aunque no existen diferencias más allá de dichas bonificaciones.

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El tipo de colonizadores -científicos, refugiados, aristócratas, ingenieros o artistas- también ofrecerá nuevos modificadores y ventajas a nuestra facción. La nave espacial o, mejor dicho, su tecnología única, nos otorgará una ventaja al iniciar la partida: Desde comenzar con más energía, hasta conocer el perfil del planeta a colonizar, o las zonas habitadas por alienígenas. Lo mismo ocurre con la carga que transporte la nave, que nos proporcionará población adicional, tropas, trabajadores, tecnología o un edificio al empezar la partida. La configuración de estos parámetros iniciales, nos proporciona un variado elenco de posibilidades para comenzar nuestra misión, que podrá ser llevada a cabo en 3 tipos básicos de planetas. Proteanos (con una gran masa terrestre, al estilo Pangea) o bien Terranos (similares al nuestro) o Atlantes (predominantemente acuático) aunque existe la posibilidad de comenzar en configuraciones más complicadas y arriesgadas.

La mecánica del juego será extremadamente familiar para todos los que hayan pasado algún rato frente a Civilization V. El nuevo planeta estará plagado de criaturas autóctonas, que en primera instancia no tienen que ser necesariamente hostiles, pero que no tardarán en reaccionar a nuestra expansión. También hay elementos peligrosos, como los miasmas, que causarán daños a nuestra unidades si se colocan en un hexágono cubiertos de estas emanaciones, por otro lado inofensivas para los habitantes del planeta. Al igual que en la versión más tradicional del juego de Sid Meier, tendremos que ir expandiendo nuestras fronteras mientras nos enfrentamos con estos seres, y jugando a la diplomacia con el resto de facciones que han llegado aquí con nuestras mismas intenciones. Y eso significa, tener aliados y enemigos a partes iguales.

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Decimos con las mismas intenciones, pero no necesariamente con la misma filosofía. Civilization: Beyond Earth nos presenta 3 Afinidades, que iremos desarrollando según nuestras decisiones durante la partida. Armonía, para los que creen en la integración total con el planeta extraterrestre. Supremacía, para aquellos convencidos de que la única manera de salir victoriosos, es adaptando este entorno a nuestras necesidades. Y Pureza, para los que creen en la conservación de la humanidad y sus tradiciones. Conforme vayamos desarrollando estos tres caminos, iremos obteniendo beneficios con cada nivel de avance: Mejoras de combate, adquisición de recursos... incluso disminuir los efectos del miasma, hasta llegar a revertirlos. Las Afinidades se desarrollan según nuestras decisiones y las elecciones a la hora de investigar.

Porque la ciencia también sufre cambios en esta entrega, y es que pasamos de la Edad de Piedra a un futuro de ciencia-ficción. Pero más allá del nombre de las tecnologías, también cambia el funcionamiento de esta mecánica. Cada opción -que nos otorgará el acceso a nuevos edificios, ventajas, ...- contiene a su vez dos especializaciones adicionales. Podemos conformarnos con el estudio más general, y obtener así sus ventajas, o podemos seguir ahondando en dicha ciencia para desbloquear nuevas opciones. Por poner un ejemplo, la Genética se divide, posteriormente, en Formas de Vida Alienígenas y Cartografía Genética. Podemos estudiar únicamente la principal y, posteriormente y si lo deseamos, cualquiera de las otras dos ramas extra... Incluso las dos, si queremos. Eso sí, su coste suele ser mayor.

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También encontramos Virtudes, que se originan con los puntos de Cultura. Sirven para desbloquear nuevas ventajas conforme llevamos nuestro imperio colonial en alguna de las direcciones marcadas: Poder, Prosperidad, Conocimiento o Industria. En cuanto a recursos, la Energía será el equivalente al Oro de anteriores entregas, si bien podemos explotar algunas materias primas del nuevo planeta: Petróleo, titanio, xenomasa, piedra flotante o firaxita. Estas se utilizarán en la construcción de tropas y edificios concretos, y son extraídas si encontramos una fuente y disponemos de los medios para usarla, generalmente tras investigar y asignar un trabajador a explotar el hexágono. Por cierto, en cuanto al uso de estos, o la gestión de las ciudades, es muy similar al que pudimos jugar en Civilization V.

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No así las unidades, si bien el combate es igual. Existen unos pocos tipos de unidades -soldados, a distancia, vehículos de combate, artillería, aéreos, ...- que podremos ir evolucionando según avancemos en los caminos de las Afinidades. De hecho, se permite una Modernización de Unidades cada vez que una Afinidad se vuelve predominante en nuestra colonia. Así, en función de cuál de ellas sea, las unidades cambiarán a un tipo u otro, y podremos elegir entre dos ventajas extra para terminar de configurar el nuevo estado de dicho tipo de tropas. Un Marine, por ejemplo, puede evolucionar a Luchador, Centinela o Discípulo según la Afinidad predominante. Por lo tanto, podréis comprobar que la mecánica de las Afinidades marcará, en gran medida, el rumbo que tomará nuestro nuevo imperio en el planeta a colonizar.

Las criaturas locales también cambiarán su actitud en función de nuestra Afinidad, pero sobre todo en respuesta a nuestros ataques. Si somos pacíficos, será raro que se comporten de forma violenta, y si atacamos de vez en cuando solamente obtendremos alguna que otra ofensiva. Pero si se sienten amenazadas de continuo, no tardarán en lanzarse contra nuestras tropas y ciudades. Y no es que sean moco de pavo, precisamente. Algunas son gigantescas y muy peligrosas, capaces de destrozar unidades completas y vehículos con un único golpe. Por suerte, también contamos con el apoyo de las Unidades Orbitales: Una suerte de satélites que podemos lanzar para obtener mejoras ofensivas, defensivas o de apoyo. Su única pega es que su funcionamiento tiene fecha de finalización y no son eternas, pero nada nos impide lanzar otra.

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Gráficamente, apenas se nota un salto respecto a Civilization V. El estilo visual es muy similar, salvando la necesidad de crear una interfaz y unidades de aspecto futurista. La forma de mostrar la información es la misma, así como la configuración hexagonal del mapa. Al haber pocas unidades -no existen tantas culturas con tropas distintas- el color juega un papel fundamental para reconocerlas, y sí que vendría bien un poco más de diferenciación según la facción. En cuanto al sonido, cuenta con voces en castellano, además de que cada facción tiende a soltar algún que otro comentario en su idioma natal. Este es uno de los puntos que siempre han enriquecido el trabajo auditivo de Civilization V, adornado además por una espléndida banda sonora digna de una película de ciencia ficción.

A las novedades comentadas, hay que añadir una gran cantidad de eventos emergentes que nos ofrecen distintas opciones de decisión. Como si se tratase de una especie de línea argumental, Civilization: Beyond Earth nos va enfrentando a distintas situaciones, y tras la descripción se nos pide escoger una opción. No suele existir una buena y una mala, las dos suelen ser bastante decentes, por lo que terminaremos escogiendo en función de lo que más nos beneficie en un momento dado, o siguiendo nuestras inquietudes como civilización, dando así forma a la identidad de nuestra expedición. Suele haber bastantes de estas elecciones, lo que otorga más variabilidad al juego. Si a eso sumamos la cantidad de combinaciones iniciales, casi podemos asegurar que será muy complicado que dos partidas tengan un desarrollo igual.

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Por supuesto, todavía faltan unas pocas semanas antes de tener el juego completo en nuestras manos, pero la versión que hemos jugado es bastante avanzada. Lo cierto es que, en primera instancia, es un cambio agradable para Civilization... Si bien, quizás habría sido posible integrarlo con su quinta entrega, como fase adicional después de llegar a cierto estado de civilización. Tampoco hemos podido llegar al punto de comprobar si posteriormente podremos acceder a nuevos planetas, una vez hayamos colonizado completamente el inicial, o si toda la partida se reduce a un único lugar. Sea como sea, en menos de un mes acabaremos de responder estas preguntas, y todas aquellas que puedan surgir hasta entonces.

Civilization: Beyond Earth

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Civilization: Beyond Earth, desarrollado por Firaxis Games y distribuido por 2K Games para PC y Mac, es una nueva entrega de la popular franquicia de estrategia por turnos Civilization, esta vez ambientada en un futuro lejano en el que la humanidad explora y conquista nuevos planetas a la vez que se enfrenta con otras facciones humanas y diferentes razas alienígenas.

Carátula de Civilization: Beyond Earth
8.5