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Películas de terror para pasar miedo en Halloween

Si no eres de los que se disfrazan y prefieres pasar Halloween con buen cine, aquí van unas recomendaciones que seguro que sacian tus necesidades. Terror puro, psicológico o simplemente, cine del que te agarra y no te suelta hasta el final.

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Halloween es una fiesta que de un tiempo a esta parte parece haber adquirido cierta fuerza en nuestro país, un concepto extraído del extranjero que hemos visto en docenas de ocasiones en películas, series y otro tipo de ficciones principalmente norteamericanas, en las que vemos cómo los niños se disfrazan para ir casa por casa pidiendo caramelos a los vecinos. En España de momento la cosa se queda en la intención: gente que se pone el traje de monstruo y sale a la calle, como una especie de extensión del carnaval resumido a un día único, pero eso no quita de que cada uno lo celebre a su manera: unos se visten de Drácula o Frankenstein y otros, quizá, prefieran echarse unas partidas a su survival horror de cabecera o quedar con los amigos para hacerse una maratón de cine de terror. Si eres de estos últimos y no te queda muy claro qué puedes "programar", esta es una serie de recomendaciones: largometrajes de género o suficientemente inquietantes como para que no fallen en un día como el de hoy. Es más: su calidad es suficientemente alta como para que, más allá de la excusa del Halloween, te merezca la pena recuperarlas en cualquier momento del año. Ahí van, ordenadas de forma cronológica.

Los ojos sin rostro (1960)

Georges Franju comenzó su carrera como documentalista, filmando algunos trabajos que ya podían considerarse de puro horror, como "La sangre de las bestias" (1949). Sin embargo fue con esta "Los ojos sin rostro" donde se adscribió de forma oficial a un género que seguiría explorando de forma ya periférica en el futuro. ¿De qué va? De un cirujano con una psicopatía muy avanzada que se dedica a quitarles la piel a jovencitas para poder injertársela en la cara a su hija, deformada tras un accidente fatal. La película tiene estilo, personalidad y no abunda en el gore por lo que no esperés algo explífico: es más un film de ambientes y de personajes, un cuento de terror muy recomendable que Pedro Almodóvar homenajeó en su (también recomendable) "La piel que habito".

Suspense (1961)

Cuando Henry James publicó "Otra vuelta de tuerca" en 1898, el cine apenas acababa de nacer y seguramente jamás pensó que su obra fuese a ser adaptada a ese medio que nacía. Sin embargo, Jack Clayton tuvo a bien llevar aquella historia a la gran pantalla contando con nada menos que Truman Capote para adaptar el texto a guión cinematográfico, saldándose el resultado como una de las mejores películas de terror de la historia. Aún efectiva hoy día, si juego de claroscuros funciona como un reloj y su solidez no se basa únicamente en sus valores puramente cinematográficos sino en cómo se consigue que nos interesemos por una historia que arranca como otra de tantas (una institutriz que debe cuidar de dos niños en una casa que parece estar encantada) y al mismo tiempo se genere tensión y terror al ver avanzar al personaje de Deborah Kerr por esos pasillos oscuros. "Los otros" de Amenábar es su versión ramplona, para que nos entendamos.

Repulsión (1965)

Mucho antes de hacer películas 'oscarizables' y con actores ganadores del citado premio, Roman Polanski cursó sus estudios de cine en Polonia, donde realizó un buen puñado de cortos y algún largometraje que le permitiría moverse entre Reino Unido y Francia para financiar sus siguientes proyectos cinematográficos. En estas sedes nació su trilogía de terror, que arrancó con esta "Repulsión", un film extraordinariamente atmosférico que partía de la base de presentar a un personaje femenino con completa respulsión hacia los hombres, y cómo sus demonios eran capaces de presentarse ante ella en forma de alucinaciones perturbadoras. Polanski atrapa a este personaje en edificio y lo ahoga en numerosas secuencias de una intensidad rara vez vista en el cine. La trilogía por cierto se completaría con "El quimérico inqilino", producida en Francia, y "La semilla del diablo", rodada en Estados Unidos. Ambas, sobra decirlo, también muy buenas.

La noche de Halloween (1978)

Los setenta fueron una década de cambios en el cine norteamericano y el cine de terror se vio muy beneficiado de las nuevas olas de cineastas. Cuatro años antes de que John Carpenter lanzase esta "La noche de Halloween", el mito de Leatherface nació con otro film magnífico como "La matanza de Texas". En ambos casos son ya trabajos clásicos del slasher pero aunque el film de Tobe Hooper sea más terrorífico e inquietante, es imposible dejar pasar la oportunidad de recomendar el nacimiento de Mike Myers en una fecha tan señalada como esta. Una película de alumbramientos, en general, pues la conversión de Jamie Lee Curtis en la scream queen del momento nació en este trabajo capital del cine de terror, que aún hoy mantiene un estilo único. Su arranque, en primera persona, es ya uno de los más importantes del género y su música minimalista sigue siendo escalofriante. Si el año de producción os echa para atrás, siempre podéis ver el remake de Rob Zombi ("Halloween, el origen", 2007), que sin ser tan bueno como el original mantenía un nivel bastante sólido.

El resplandor (1980)

Clásico de Kubrick, que nos llevaba a los pasillos del hotel Overlook y nos ponía en pantalla a una familia norteamericana estandar que veía cómo uno de sus miembros perdía la cordura en un proceso lento y tortuoso. Su fama de película maldita, repleta de mensajes y metáforas ocultas (exploradas en el documental "Room 237" de Rodney Ascher), es sólo una excusa para revisitar una vez más la película en la que Jack Nicholson creaba un personaje memorable, un Jack Torrance histérico y salvaje, en un film que puede ser considerado -en el plano de terror- lo mejor que ha surgido de las páginas escritas por Stephen King. El escritor por cierto no quedó muy conforme con esta versión y se lanzó a reescribir la suya propia para televisión con Mick Garris a los mandos. Ahora bien, ¿quién se acuerda de aquella y en qué lugar ha quedado la película de Kubrick? Es una pregunta retórica. Un film memorable.

Pesadilla antes de navidad (1995)

Asumamos alguna cosas: es imposible no caer en lugares comunes. Si por presión moral debíamos recomendar el film capital de John Carpenter, no podemos hacer menos con esta obra maestra de la animación dirigida por Henry Selick (no, no fue Tim Burton) y que es una película idónea no sólo para la navidad, sino también para halloween. Su nombre: Pesadilla antes de navidad. Sus logros: múltiples. No es sólo que esté animada de forma excepcional en un stop-motion absurdamente preciso, que aún hoy (casi veinte años después) se mantiene fresco, como si se hubiera hecho anteayer, es que la calidad del guión, de sus números musicales y el carisma de sus personajes no se han superado desde entonces. Si no caéis rendidos ante su magia siempre podéis seguir explorando la obra de Selick, que hace unos años entregó otro trabajo de orfebrería magnífico llamado "Los mundos de Coraline": sin canciones, pero con el mismo acercamiento al terror e idéntica técnica de animación.

Perfect Blue (1997)

Satoshi Kon fue un genio, un realizador único que no daba el brazo a torcer para satisfacer a la audiencia. Y esta "Perfect Blue" es un ejemplo de una filosofía que rara vez se da en una industria como la de la animación japonesa, sobre todo en los últimos tiempos. El gancho era presentar a unas idols y cómo una de ellas abandonaba el grupo para probar otras cosas, pero bajo esa premisa encontrábamos una  verdadera deconstrucción de la personalidad, el qué somos o a qué aspiramos, con un toque puramente lynchiano que remitía al horror psicológico o al drama más personalizado. El anime arriesgaba por aquel entonces, era la época post Ghost in the Shell, Evangelion estaba muy reciente y había una corriente de autores que aspiraban a remover los estereotipos. "Perfect Blue" es uno de los clásicos del anime de los noventa pero va mucho más allá, porque lo que cuenta y el lenguaje con el que lo hacen son simplemente atemporales.

Audition (1999)

Otra cosa no, pero el director japonés Takashi Miike es uno de los que más trabajan. Si bien su ritmo ha bajado desde lo que hacía en los 90 (entre cinco y seis películas, según el año), ahora realiza un par por ejercicio y le salen, dicho sea de paso, bastante bien. No obstante "Audition" quizá siga siendo su mejor obra, un film que nos llegó en el momento idóneo a España, aquel en el que el j-horror (y producciones asiáticas en general, coreanas o chinas, por ejemplo; todo se introdujo en esta oleada de terror nipón) inundó los cines y videoclubs del país, siendo el film de Miike un soplo de aire fresco. Sin querer parecerse a "The Ring" o "La maldición", por citar sólo dos de aquella época que además, no casualmente, eran muy notables (de sus continuaciones y remakes es mejor no hablar), en "Audition" el ritmo era reposado, tranquilo, presentando una historia de añoranza que podría recordar al "Vértigo" de Hitchcock en esa búsqueda obsesiva de un hombre para dar con una mujer. Sin embargo, como todos los que la han visto saben, la cosa daba un giro hacia la locura en un tercer acto que aún hoy pone los pelos de punta. Si no la habéis visto: paciencia, porque no es una película de terror al uso. Pero al final, el viaje merece la pena.

Mulholland Drive (2001)

No, no nos hemos vuelto locos. Que sea Halloween no significa que haya que recomendar películas con monstruos, fantasmas o criaturas del más allá. El objetivo de este artículo, como se ha dicho, es más ofrecer alternativas y "Mulholland Drive" de David Lynch es una bastante sólida, no sólo por su tratamiento de 'lo real', algo que el autor de "Carretera perdida" domina a la perfección, sino por la forma en que aborda una historia que parece sencilla y que esconde en su interior más de un misterio. Si le sumamos a dos actrices maravillosas, una comentadísima secuencia subida de tono y más importante, un guión que deja pistas pero no de forma evidente para adivinar lo que está pasando en pantalla, tenemos una película-puzle de esas que además se disfrutan cada vez más en futuros revisionados. En opinión de este redactor es una obra maesra rotunda, pero ya sabéis lo que se suele decir: sobre gustos... En cualquier caso, un programa doble magnífico con "Perfect Blue" de Kon.

Amanecer de los muertos (2004)

George A. Romero no creó lo zombis pero desde luego los convirtió en lo que son hoy en día, y si bien sin él no tendríamos a las criaturas come-cerebros de la actualidad, mucho menos existiría una película tan notable como "Amanecer de los muertos" de Zack Snyder. El director de éxitos posteriores como "300", "Watchmen" o la discutida "El hombre de acero" debutó con este film nervioso, salvaje y agitado que arrancaba con una secuencia espectacular en un pequeño distrito norteamericano y ganaba en brutalidad según pasaban los minutos. La relectura del clásico de Romero homónimo se servía aquí de un sustrato social que actualizaba el contenido del original, añadiendo secuencias de puro terror y una textura sucia y realista que aleja el film de otras películas de zombis contemporáneas. Cumple ahora diez años (cómo pasa el tiempo) por lo que no es un mal momento para recuperarla y pasar miedo de verdad con los zombis de marras. Ah, y si queréis hacer algo más que 'ver', podéis poneros Dead Rising en la consola y 'jugar' en el mismo escenario. Dos por uno.

[•REC] (2007)

Ahora que se estrena "REC 4" no está de más recordar el origen de la franquicia de terror española más internacional, pues ha contado ya con un remake y una continuación (por libre) del mismo en tierras estadounidenses. Aquel primer film de Jaume Balagueró y Paco Plaza demostró que se podía hacer buen cine de terror apostando por la escala pequeña: una comunidad de vecinos, una infección sospechosa y los bomberos, acompañados por una reportera, llegando al lugar a detener los problemas. Pero con su llegada, no habían hecho más que empezar. Realismo con la cámara en mano, comedia negrísima que satirizaba ciertos estereotipos de las vecindades que todos conocemos y mucha sangre para una película realmente sólida que aún hoy se mantiene como la mejor de la tetralogía: la más sólida y robusta y la que, asumámoslo, sigue poniendo de los nervios en según qué secuencias.

Eden Lake (2008)

Si habéis visto "La mujer de negro", sabréis que el realizador británico James Watkins sabe construir atmósferas. Pero esto ya lo demostró con su debut, "Eden Lake", un film de terror que se acerca más a la experiencia de supervivencia humana que a los códigos del género, monstruo mediante. Aquí la amenaza son unos adolescentes bastante salvajes que persiguen a una mujer, Kelly Reilly, por las inmediaciones del citado lago, y no se detendrán hasta dar con ella. Como secundario, un Michael Fassbender que por aquel entonces aún no se había convertido en la estrella que es hoy, y como colofón, uno de los finales más agridulces que se recuerdan dentro del género. ¿Cine social, comprometido? En parte sí, pero sobre todo un viaje a las profundidades del ser humano y cómo el mal reside en todos nosotros, en una media u otra.

Maniac (2012)

Los remakes pueden salir bien, y "Maniac" de Franck Khalfoun lo demuestra. El director de "Parking 2" consiguió aquí su mayor logro con un film que tiene la gran particularidad de estar rodado en primera persona, desde el punto de vista de su protaginista un psicópata protagonizado por el mismísimo Frodo (Elijah Wood) en un registro que podría recordar al de su pequeño papel de "Sin City". La película no da miedo de forma extricta pero es un slasher diferente, a su manera -formal- experimental, que merece la pena recuperar y que además presenta una banda sonora retro al estilo "Drive" que hace que las cosas suban aún más el tono. Pese a su acercamiento formal al material del original, es un film que pasea por los mismos territorios que aquel y el gore y la violencia no están desaparecidos en ningún sentido. Simplemente, están realizados con un estilo diferente. Muy recomendable.

Expediente Warren (2013)

La mejor película de terror de los últimos años, dicho así de forma categórica. James Wan ya se había ganado al público con "Saw", pero fue con "Insidious" cuando empezó a acercarse al estilo clásico aportando nueva sangre a la narración tradicional de las casas encantadas. Con "Expediente Warren" (The Conjuring) la cosa se llevó al extremo, creando una atracción de feria con numerosas paradas por los hitos del horror, y logrando no sólo demostrar una capacidad envidiable para reinventarse sino generando momentos de verdadero terror, totalmente efectivos. Da miedo, está bien hecha, su reparto es fantástico y dura los justo para que los ojos puedan mantenerse fijamente mirando a la pantalla. Será un clásico, como lo son ahora "La profecía" o "Al final de la escalera"; y si no, al tiempo.