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Avance de Xenoblade Chronicles 2

Monolith Soft no se quiere perder el primer año de Switch y pretende cerrar 2017 con el nuevo Xenoblade. Así regresa una de las sagas roleras más consolidadas de la última década.

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Todavía cuesta creerlo, pero Nintendo ha insistido en ello una vez más: Xenoblade Chronicles 2 llegará a Switch en las navidades de 2017. Y cuesta creerlo no porque tengamos el piloto automático configurado para desconfiar de las promesas de las grandes compañías en tiempos de E3 (aunque un poco de prudencia nunca sobra), sino porque estamos acostumbrados a sufrir importantes retrasos con la localización de esta clase de juegos. Xenoblade Chronicles X llegó a Occidente siete meses después del lanzamiento japonés, y eso que supuso una mejora respecto al año y pico que tuvimos que esperar por el original. Claro que los tiempos cambian, y resulta cada vez más evidente que la saga de Monolith Soft ha venido para quedarse. Dos secuelas, un port y un lugar destacado en el último Smash Bros son un auténtico éxito para una franquicia que diez años atrás sólo existía en la mente de su creador, Tetsuya Takahashi. Tras su paso por Square (Xenogears) y Namco (Xenosaga), Takahashi parece haber encontrado en Nintendo un lugar ideal para dar rienda suelta a su imaginación, y los juegos de su estudio no hacen más que aumentar en escala y posibilidades.

Además, el hecho de que este nuevo tráiler ya haya venido doblado al inglés (aunque el trabajo parece algo irregular y no definitivo) puede indicar que se prepara el terreno para un lanzamiento simultáneo (Xenoblade X no empezó a mostrar tráilers en inglés hasta después del estreno en Japón), o al menos con un lapso mucho mejor ajustado entre las diferentes regiones. Especulaciones aparte, incluso de recibir en los meses venideros la desagradable noticia de al final sí nos toca esperar a inicios de 2018, tampoco dejaría de ser un logro que Monolith Soft haya sido capaz de preparar otra de sus mastodónticas producciones en menos de tres años. Evidentemente, todavía no hemos hecho más que arañar la superficie y no conocemos su alcance real en términos de calidad o cantidad de contenido. Pero a tenor de lo visto y los precedentes del estudio con esta misma saga, no es una apuesta demasiado arriesgada decir que Xenoblade Chronicles 2 aspira a convertirse en uno de los juegos más grandes y completos que veremos en todo el ciclo vital de Switch.

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Secuela por sorpresa

Retrocediendo un instante a enero de este año, momento en el que Xenoblade 2 se reveló por primera vez en la gran puesta de largo de Switch, a la sorpresa del anuncio hubo que añadir la incertidumbre por el uso de ese 2 en una saga que ahora va por la tercera entrega. Y más teniendo en cuenta que fue precisamente X, y no tanto el original de Wii, el que concluyó dando pie a una continuación directa. Aunque las intenciones detrás de esta decisión se podían vislumbrar en aquel tráiler, Takahashi ha entrado más al detalle durante la demostración del Nintendo Treehouse de esta semana: mientras que el primer Xenoblade disponía de un desarrollo lineal, empujado por la trama (a pesar de su gran flexibilidad con el backtracking y las misiones secundarias), Xenoblade X fue un juego mucho más orientado a la exploración de un mundo abierto. Sin embargo, para este tercer juego el equipo ha decidido optar de nuevo por el formato original, lo que también ha motivado un regreso a la ambientación y tono general del título de Wii, que ahora conecta ambos a la vez que marca diferencias con X.

Frente a la ciencia ficción más futurista utilizada en Wii U, Xenoblade 2 retoma una fantasía donde las espadas y los ambientes naturales no están tan eclipsados por los avances tecnológicos. La dirección artística bebe directamente del primer juego, y aunque hay un claro cambio en el diseño de personajes (a cargo de un autor diferente, Masatsugu Saito), los entornos y enemigos caen mucho más en línea con los del Xenoblade original. De hecho, en la demo mostrada en el Treehouse se han dejado ver varias especies que regresan desde Wii sin cambios más allá de la renovación gráfica. Esto puede provocar que el salto visual, si bien apreciable, sea menos llamativo que el dado en su día por X, donde casi todo era nuevo y se experimentó con diseños más exóticos. Incluso a un nivel puramente técnico, Xenoblade 2 no parece desmarcarse de la entrega de Wii U y presenta popping y altibajos en modelados o texturas, aunque a meses del lanzamiento y habiendo visto una porción tan pequeña es prematuro sacar cualquier conclusión. Eso ya sin entrar en que el trabajo de Monolith Soft siempre ha brillado más por la gestión de la escala y el trabajo artístico que por el músculo técnico.

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Titanes entre las nubes

Por otro lado, si más allá de esta conexión estética también existe una argumental es algo que probablemente no sabremos a ciencia cierta hasta el lanzamiento (si se esconde tras una revelación tardía es normal que intenten ocultarlo el mayor tiempo posible). Por lo pronto, el punto de partida parece ser el de una historia tan independiente como puede ser la de un Dragon Quest o Final Fantasy numerado respecto a sus predecesores, aunque al menos sí comparten un concepto que ayuda a hermanarlos: la idea de explorar cuerpos de criaturas tan grandes que tienen su propio hábitat se revisita y zarpa hacia nuevas direcciones. Ahora en vez de dos (los originales Bionis y Mekonis) visitaremos una selección más amplia de titanes, que por lógica también serán más pequeños, pero a cambio contarán con sus propias ambientaciones, civilizaciones y faunas para mantener la aventura variada e impredecible a lo largo de las horas.

Además de para sacudir un poco la fórmula, esto servirá para desplazar algo más el foco hacia lo que se extiende entre estos gigantes. Si bien en el primer Xenoblade estaban rodeados por un océano infinito que no tenía relevancia más allá de llenar con algo el horizonte, Xenoblade 2 se ubica en un mar de nubes por el que transitan barcos voladores que pueden recordarnos al genial Skies of Arcadia de Dreamcast, o incluso los Baten Kaitos que firmara la propia Monolith Soft en GameCube. No tenemos muchos detalles sobre hasta qué punto se le sacará partido a este nuevo elemento, si habrá batallas aéreas (más allá de las secuencias de la historia, algo que sí ya se puede ver en el último tráiler) o navegación libre. En cualquier caso, promete no quedarse en algo anecdótico, puesto que en el mismo Treehouse también se ha revelado la existencia de mareas de nubes que varían en función de los ciclos diarios (justo como la aparición de enemigos o NPCs en las ciudades), facilitando o negando la entrada a algunas zonas de este mar celestial en el proceso.

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La dualidad de los combates: Drivers y Blades

Un componente argumental cuya repercusión jugable sí conocemos es la división de los protagonistas en Drivers y Blades. Los Drivers son los típicos héroes/personajes controlables de cualquier buen J-RPG, ya se manifiesten en forma de humanos u otras razas, como los recurrentes nopón. Los Blade, por su parte, son una figura algo más misteriosa. Aunque también pueden tener aspecto humano, son de diferente procedencia y actúan como unidades de apoyo para los Drivers, que pueden “equiparlos” tras conseguir y romper unos cristales. La historia da inicio con la alianza entre Rex, nuestro primer Driver, y Pyra, nuestra primera Blade, aunque más personajes de ambas clases se irán uniendo a ellos para aumentar tanto la complejidad del argumento como de las peleas. Esta asociación es la encargada de reformular el sistema de combate: las artes, diversas técnicas de ataque y defensa que se pueden activar tras un tiempo de espera (el movimiento de todos los Xenoblade es en tiempo real, pero el uso de habilidades se rige por estas recargas), ya no están asociadas al personaje en cuestión, sino al Blade que lo apoya en cada momento.

Explicado así puede resultar confuso, pero un vistazo a las imágenes muestra cómo el clásico selector de artes, antes situado en el centro, se ha desplazado a la esquina derecha y reconvertido en una pequeña interfaz que funciona como acceso directo de los cuatro botones principales. Esto, que parece limitar las opciones, trabaja en conjunción con otra interfaz similar en el extremo opuesto, donde podemos cambiar el Blade asociado y, como consecuencia, tanto el arma de nuestro Driver como las artes disponibles en la derecha. De este modo, las posibilidades aumentan en vez de reducirse, pero sin la necesidad de desplazarse continuamente de izquierda a derecha por el menú central. La cantidad de Blades disponibles será elevada, y estarán centrados en técnicas de ataque, curación o “aggro” (atraer la atención de los enemigos) según su tipo, lo que promete ofrecer gran variedad de tácticas una vez contemos con hasta tres Drivers peleando de forma simultánea. Lamentablemente, de nuevo sólo un personaje podrá ser controlado de forma directa (no tiene por qué ser Rex), aunque al igual que en anteriores Xenoblade podremos dar órdenes a los demás, e incluso activar elaborados combos bajo determinadas circunstancias.

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Música de ensueño para un mundo de fantasía

Xenoblade Chronicles 2 parece buscar un equilibrio adecuado entre tradición y novedades, aunque si hay un cambio que seguramente ningún fan le perdonaría es no disponer de una banda sonora que elevase a otro nivel esta aventura entre nubes y colosos habitables. La música del primer Xenoblade fue uno de sus grandes puntos fuertes, y aunque no todos estuvieron igual de conformes con el cambio de registro que Monolith Soft propuso años después en Xenoblade X (Hiroyuki Sawano optó algo más futurista y experimental, acorde a la nueva temática), la mayor parte del equipo original regresa ahora para tratar de replicar unas sensaciones similares en Xenoblade 2. Algunos podrán echar de menos el nombre de Yoko Shimomura en la lista, pero la presencia de ACE y Manami Kiyota (creadores del grueso de temas en Wii), así como del mismísimo Yasunori Mitsuda (al que Takahashi debe la inolvidable banda sonora de Xenogears), debería asegurar algo a la altura de las circunstancias. Aprovechando el E3, Nintendo ha actualizado la web del juego con cuatro melodías, por lo que ya nos podemos hacer una idea de lo que nos espera a finales de año.

Y he ahí de nuevo la gran duda. ¿Será realmente este año? Esperemos que sí. Huelga decir que siempre sería preferible sufrir un pequeño retraso, por amargo que resultase, a comprometer la calidad de un juego que necesita tiempo y atención si quiere cumplir las altísimas expectativas creadas por sus antecesores. Por suerte Monolith Soft, aunque no sea el mayor exponente de la maestría gráfica, sí ha demostrado una gran eficiencia sacando petróleo de los hardwares más recientes de Nintendo en periodos razonables de tiempo. Así que de momento hay esperanza. Esperanza de recorrer estos gigantescos mundos vivientes antes de comer las uvas, y esperanza de que al hacerlo Takahashi nos re-confirme que tanto él como su equipo aún son capaces de sorprendernos y ofrecer algunos de los mejores J-RPGs que podemos disfrutar en la actualidad. Tachad eso: en cualquier época. Xenoblade Chronicles 2 tiene no pocas cosas que demostrar, pero cuenta con el talento necesario detrás como para conseguirlo. Así que por ahora sólo queda esperar y dejar que Monolith Soft haga lo suyo. Eso mismo que le ha convertido en uno de los mejores estudios de Nintendo esta década.

Xenoblade Chronicles 2

  • NSW
  • RPG
  • Acción

Xenoblade Chronicles 2, desarrollado por Monolith Soft y distribuido por Nintendo para Nintendo Switch, sigue las aventuras de acción y rol de Xenoblade Chronicles y Xenoblade Chronicles X. Explorarás un océano infinito de nubes entre las que perviven los restos de una civilización sobre los lomos de enormes bestias llamadas titanes. Descubre la historia de Rex y su nueva amiga Pyra, un ser misterioso ser conocido como Blade que le otorga enorme poder. Juntos emprenderán la búsqueda del hogar perdido de Pyra, el Elíseo, la cuna de la humanidad.

Carátula de Xenoblade Chronicles 2
9.2