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Army of Two: The Devil's Cartel

Más brutal, más abierto, más dinámico y más cooperativo. Army of Two: The Devil's Cartel amortiza el Frostbite 2 en una de las mejores experiencias shooter en pareja de todos los tiempos. Visceral Games recompone la ira antidroga en un Nuevo México tomado por la violencia y la tiranía guerrillera.

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Electronic Arts tuvo una excelente idea con el primer Army of Two y 40th Day. La cooperación en third person shooters todavía estaba empezando a desarollarse y sus creadores pusieron en pie un buen ejemplo de cómo debía ser un juego de disparos en pareja, con tantas exigencias de coordinación como de puntería, un equilibrio crucial entre acción y atención al compañero. Army of Two: The Devil’s Cartel es la nueva entrega de aquel par de odiseas de tiros y rescates mutuos de hace ya cuatro años, un juego mucho más crudo y esbelto a cargo de Visceral Games (padres de Dead Space) y aprovechando la mejor herramienta programadora que ha tenido EA nunca, el motor Frostbite 2. Llegará en el primer trimestre de 2013, y junto a su director hemos recorrido una de las primeras misiones en Nuevo México, comprobando por qué este nuevo Army of Two apunta bastante alto y sabe reenfocar sus peores puntos.

La división T.W.O., formada por dos enmascarados agentes de élite -todavía no confirmados si serán en todo momento los ya conocidos Ríos y Salem- se enfrenta en esta ocasión a una banda de asesinos y narcotraficantes que está asolando el estado mexicano con sus conductas ultra violentas, formando un "cártel infernal" donde la población aterrorizada poco o nada puede hacer para enfrentarse a este gran colectivo. Se hacen llamar La Guadaña y están verdaderamente armados y bien organizados. Pero dos hombres, solo dos, bien acostumbrados a trabajar en equipo se abrirán paso por las calles y guaridas de las ciudades que tiene tomadas este comando para poner fin a su tiranía y opersión política. No será fácil, hasta el Gobierno corrupto está manchado por esta dominación intimidatoria.

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La destrucción de escenarios y juegos de partículas que permite el engine de EA DCIE que se estrenó el año pasado da a un título de coberturas y espectacularidad como éste un acabado formidable, magnificado una vez más por el contundente sonido y la robusta fluidez gráfica para mover polígonos y texturas sin resentimiento, aun en consolas, donde lo hemos probado. The Devil’s Cartel seguirá siendo una ruta lineal dividida en misiones en distintos puntos reales -más allá de México- donde los dos protagonistas comparten mucho más que tiros y ayudas en una trama que esta vez quiere ser bastante más macabra y visceral pero sin dar de lado por ello el aspecto humano de los personajes, que se ven envueltos en una guerrilla sin cuartel donde la violencia de La Guadaña destroza cada esquina. Es un juego duro y extremo, que no se corta en mostrar barbaridades en pantalla y que deja claro que el ser humano llevado a su peor amenaza es capaz de casi todo.

En busca de la espectacularidad cinematográfica y la variedad de situaciones y sorpresas, Visceral ha creado un montón de cinemáticas y scripts distintos que suponen auténticas puestas al límite, también del desbordado jugador, que tendrá ante sí un shooter muy rápido y ágil, que en manejo recuerda sin lugar a dudas a los mejores del género como Gears of War, Uncharted o Max Payne 3, solo que con un tono más brutal. El pasillismo se mantiene pero se han abierto algunas partes de los escenarios y potenciado los momentos en que los personajes separan sus rutas pero trabajan en un bien compartido, a la vez que deben actuar rápido para que su acompañante no quede desprotegido. Y ése parece que será un importantísimo acierto de The Devil’s Cartel, que seamos el personaje que seamos siempre tendremos la sensación de tener un gran peso en la consecución de los objetivos, de que todo depende de nuestros actos y de que debemos cuidar del otro, aunque él esté sintiendo lo mismo. Hay una perfecta dualidad heroica, y no por ello se sacrifica el componente ético que caracterizó a 40th Day.

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Los comportamientos de los enemigos intensifican todo esto, con una IA que llega a desafiar con trucos como flanqueos rápidos en grupo, destrucción voluntaria de nuestras coberturas o posibles puntos a desplazarnos, escondite para hacer ataques por sorpresa… y todo ello en un realismo más claro que nos hará morir y matar de dos o tres tiros, lo que consigue peligrosidad para las puestas a descubierto. Los escenarios cambiantes totalmente ingame hacen que la planificación estratégica y repartos de zonas que hayamos consensuado con nuestro compañero se puedan venir abajo, teniendo que actuar con reflejos y revalorando cómo vamos a salir de situaciones de auténtica inferioridad. Y es que los rivales, muy armados, de este nuevo Army of Two no vienen en pequeños grupos y por una misma compuerta, aquí los escenarios están pensados para ser abarrotados de adversarios y tomados por varios sitios al unísono.

Vehículos, granadas, torretas, trampas explosivas y demás material bélico juega un importante papel en el discurrir de cada una de las misiones. En la que hemos jugado todo empieza en una especie de plaza en ruinas en lo alto de alguna ciudad costera, con fuentes secas, cajas apiladas y demás elementos que sirven para escondernos, aunque también hay trincheras de sacos, que se pueden reventar y echar abajo disparando a éstos.  Un helicóptero cerraba el acto de unos 15 minutos, nivel donde permanecer espalda con espalda vuelve a ser clave, siempre que sea posible, pues hay momentazos como un descuelgue con los dos disparando, puertas que solo abrir entre los dos, o separación por un derrumbe con uno corriendo al punto de encuentro mientras el otro aguanta el tipo en una desbordante emboscada.

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A pantalla dividida o a través de internet, la experiencia conjunta de Army of Two se renueva gracias a la tecnología de hoy, que en este juego pone al Frostbite 2 con excelentes resultados en consola, sobre todo por la capacidad de este motor de crear espectáculo en entornos estrechos y cerrados. Por supuesto, se podrá jugar en solitario con una hábil IA preparada para nuestro acompañante virtual, el aliado, al que podremos dar algunas órdenes básicas pero que no tendremos demasiada necesidad de gestionar, pues promete ser realista y coherente en actos, efectividad y protección, de manera que no diste demasiado la experiencia de jugarlo junto a alguien. Por otro lado, habrá diversos modos adicionales para prolongar la vida útil del título así como un buen puñado de desafíos ingame que nos reportarán mejoras a medida que los vayamos cumpliendo, también desarrollando a los personajes y el armamento.

Los anteriores Army of Two fueron títulos notables que supieron buscar su sitio dentro de las experiencias cooperativas. Éste quiere ser por fin sobresaliente, llama a valores de producción más alto y va a beneficiarse del Frostbite como pocos. Compite en una liga muy dura y algunos aspectos, como su linealidad o repetición, todavía tienen que ser puestos a prueba. Divertido es como él solo y sabe desafiar con su propuesta dura y realista, sin tartamudeos con la violencia ni con las situaciones límite que expone. En pocos meses veremos de qué han sido capaces los creadores de Dead Space con una marca entre manos como ésta, The Devil's Cartel llegará en una época llena de grandes títulos y no quiere quedarse atrás, siendo quizá el último gran TPS cooperativo de esta generación de consolas, pues de momento no tiene planes en PC.

Army of Two: The Devil's Cartel

  • 360
  • PC
  • PS3
  • Acción

Army of Two: The Devil's Cartel, desarrollado por Visceral Games y distribuido por Electronic Arts, es la tercera entrega de la violenta serie cooperativa de acción en tercera persona Army of Two, que, en esta ocasión, nos situará en mitad de la guerra Mexicana de los cárteles de la droga.

Carátula de Army of Two: The Devil's Cartel
7.3