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Dragon Quest I

Dragon Quest I

  • PlataformaAND7.5IPH7.5IPD7.5
  • GéneroRPG
  • DesarrolladorSquare Enix
  • Lanzamiento11/09/2014
  • TextoInglés

Dragon Quest I

El primer gran J-RPG de Enix y Chunsoft para NES y MSX, Dragon Quest, vuelve a nuestros días gracias al port de los remakes de Super NES y Game Boy Color, una adaptación táctil con toda la magia del original que llega a nuestros dispositivos iOS y Android a cargo de Square Enix; descubramos el primer gran éxito del género en nuestro análisis.

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La clásica saga Dragon Quest sigue abriéndose paso en la AppStore y Google Play gracias a las diferentes adaptaciones táctiles de los títulos aparecidos en diferentes plataformas; así, hace poco recibíamos la cuarta parte, Dragon Quest IV: Chapters of the Chosen, y anteriormente uno de los mejores representantes del género y un must have de PlayStation 2, Dragon Quest VIII: Journey of the Cursed King, versiones notables pero con algunos altibajos y lo más importante, unos precios decididamente altos. Square Enix se ha decidido ahora ha retroceder hasta los inicios y por ello nos trae Dragon Quest I, uno de los primeros J-RPG en lograr cierto éxito comercial con su versión de NES y MSX allá por 1986 y que recibía sendos remakes en los años 1993 y 2000 para Super Nes y Game Boy Color, respectivamente, en un pack junto a la segunda parte. Veamos en nuestro análisis si este nuevo port iOS y Android mantiene la excelencia del original a un precio, esta vez sí, más atractivo para el gran público.

El legado de Erdrick
Estamos, nada más y nada menos, ante el origen de toda una saga de referencia en el género de los J-RPG, uno de los primeros títulos en lograr gran éxito comercial en Japón para su versión original de NES y MSX y que sirvió de punto de partida para las siguientes entregas y otras míticas sagas como Final Fantasy. Y es que ya en 1986 sentaba las bases de lo que todo juego de rol basado en turnos debía ofrecer: un argumento fantástico, un joven héroe contra el poder oscuro, exploración, diálogos con infinidad de personajes o intensos combates por turnos son sólo algunos ejemplos de lo que haría de Dragon Quest todo un éxito a nivel de crítica y ventas. Y sin ser el más refinado o más completo, sí marcó un antes y un después con todo lo que ello conlleva para los más nostálgicos.

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Para los que desconozcan el original y sus posteriores versiones, estamos ante un port de los remakes lanzados para Super NES y Game Boy Color, título que llegaba en un pack bajo el nombre Dragon Quest I & II que, a su vez, recogía la entrega original aparecida en 1986 para NES y MSX. Como curiosidad, no saldría de Japón para llegar al mercado estadounidense hasta 1989 bajo el nombre de Dragon Warrior ‒cambio obligado por problemas de copyright‒ y con alguna que otra mejora gráfica y un sistema de guardado tradicional en lugar del vetusto sistema nipón mediante contraseñas. Así, la obra creada por Yuji Horii junto al compositor Koichi Sugiyama y el mundialmente famoso Akira Toriyama ‒el cual se encargó del diseño artístico ya desde la primera entrega para seguir ligado al proyecto en entregas posteriores‒ llegaba a las tiendas niponas para revolucionar los J-RPG para siempre.

Como no podía ser de otra manera, Dragon Quest presentaba un argumento que serviría de base para la mayoría de J-RPG que vendrían durante los años siguientes; así, el reino de Alefgard ha sucumbido al Dragonlord, un malvado señor de las tinieblas que ha robado la esfera de luz que mantenía a raya a las fuerzas de la oscuridad. Ahora, y como joven heredero del legendario héroe Erdrick, debemos luchar por devolver la paz a nuestro hogar y derrotar al malvado Dragonlord. Ya a nivel de jugabilidad nos daremos cuenta de que presenta una estructura clásica aunque algo primitiva en varios aspectos. Así, deberemos subir de nivel a nuestro personaje de una forma un tanto tediosa para tener un mínimo de posibilidades en el tramo final de una aventura algo corta, que no sobrepasará las 15 horas de juego para un jugador medio.

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Esta primera entrega es bastante accesible para los jugadores no iniciados en el género, lo que puede ser una gran oportunidad para iniciarse en la saga y en los J-RPG de corte clásico. Apenas tenemos opciones de personalización y la lista de objetos y equipamiento se reduce a una por pueblo que visitemos, es decir, básicamente sustituiremos la anterior por la nueva, algo mejor. Por otro lado, los combates por turnos son bastante sencillos, dejando de lado la estrategia y apostando por la acción directa y frontal; sobrevive el más fuerte, así de sencillo y accesible resulta un sistema de enfrentamientos bastante elemental. Y es que no sería hasta entregas posteriores cuando se aplicarían novedades en este aspecto para hacer de los combates un elemento más atractivo para el jugador.

Más allá de estas consideraciones sobre su jugabilidad, tanto los míticos diseños de Akira Toriyama como la maravillosa banda sonora de Koichi Sugiyama siguen ahí, y podemos decir que han envejecido bastante bien, estando totalmente vigentes casi tres décadas después. Eso sí, su aspecto retro-pixelado puede resultar extraño para los más jóvenes, puesto que la versión que nos ocupa se basa directamente en los remakes de Super NES y Game Boy Color; así, el inconfundible estilo 16 bits sigue presente en su presentación, aunque las actuales pantallas HD de nuestros dispositivos táctiles potencian el efecto pixelado de sobremanera, mostrando enormes píxeles tanto en escenarios como en personajes. A nivel de jugabilidad se ha optado por el sistema visto en las anteriores adaptaciones táctiles de la saga, es decir, jugamos en posición vertical con un considerable joystick virtual situado en la  parte inferior de la pantalla.

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A decir verdad, esta disposición es algo incómoda y resultará extraña para aquellos que esperaban jugar en un modo tradicional, es decir, en posición horizontal o apaisada. Es sólo cuestión de tiempo y adaptación, aunque resulta poco natural y adolece de cierta imprecisión en las secciones de exploración, no así en los combates, con menús táctiles claros e intuitivos. Eso sí, tal y como ocurría con los remakes, podemos guardar la partida en cualquier momento, algo que favorece el juego portátil. Y siguiendo con la tradición de Square Enix con sus diferentes adaptaciones táctiles, los textos llegan totalmente localizados al inglés, algo que puede resultar molesto si no se tiene un buen dominio del idioma, puesto que los diálogos son bastante numerosos.

7.5

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.