[E3] The Legend of Zelda: Phantom Hourglass, Impresiones

En la Games Developer's Conference del pasado marzo, se mostró un vídeo del nuevo The Legend of Zelda para Nintendo DS. Phantom Hourglass. En el E3 hemos podido probar una demo que muestra cómo el propio Link es capaz de sacarle mucho partido a las capacidades de la portátil.

La nueva aventura parece estar situada a continuación de Wind Waker, dado el aspecto gráfico y la aparición de navegación en barco. La novedad más destacable es que se juega únicamente a través de la pantalla táctil, por medio del stylus. La demo ofrece la posibilidad de elegir entre cuatro niveles distintos: Mar, Campo, Mazmorra y Jefe. En realidad están entrelazados entre sí, pero el límite de diez minutos impuesto para agilizar la cola no te permite jugarlo todo del tirón.

El nivel de Mar arranca con Link a bordo de un barco equipado con un cañón. En todo momento tenemos un icono en la parte inferior de la pantalla que nos permite acceder a un menú y a través de él, al mapa. Una vez seleccionado, éste baja de la pantalla superior a la táctil, con un icono de pluma encima del barco. Si tocamos dicho icono podemos dibujar la ruta que queremos que siga el barco.

Podemos elegir entre dos velocidades o dejarlo parado y modificar la ruta en cualquier momento. En la esquina superior derecha tenemos el objeto que podemos utilizar en ese momento, y se activa simplemente tocándolo. A bordo del barco usaremos bombas que dispararemos tocando en la pantalla dónde queramos que vayan. Podemos mover la cámara libremente mientras el barco sigue su ruta establecida. El nivel acaba con un enorme bicho al que hay que disparar en movimiento (es la única manera para que abra el ojo, su punto vulnerable).

Desembarcaremos en un poblado costero, que es dónde se sitúa el nivel de Campo. Aquí podremos entrar en casas o hablar con los habitantes. El control es muy sencillo. Link va dónde Navi está, a quién controlamos con el stylus. Basta con tocar un punto de la pantalla y Link se dirigirá hacia allí. Si queremos hablar con alguien, tocamos al personaje en cuestión, si deseamos levantar un objeto, tocamos el objeto (para lanzarlo indicamos hacia dónde queremos que lo lance con otro toque), y para atacar a un enemigo tocamos al enemigo. Para todas estas acciones Link se moverá si no llega desde su posición actual. Es intuitivo y sencillo. Para moverse rápido basta con no despegar el stylus de la pantalla e ir trazando el camino. Si tocamos a Link, éste dará un espadazo, y si dibujamos un círculo alrededor de él, efectuará su característico ataque giratorio.

Al final del poblado, entramos en una mazmorra, que corresponde a otro de los niveles del juego. Aquí encontramos más situaciones clásicas de un Zelda, sólo que nos enfrentamos a ellas de una manera nueva. El mapa sigue estando accesible de la misma manera que a bordo del barco, y se nos permite anotar cualquier dato o marcar puntos en él que puedan sernos útiles más tarde. En las diferentes salas de la mazmorra, podemos resolver puzzles sencillos (al menos en la demo), y hacernos con una nueva arma, el boomerang. Una vez equipado, dibujamos la trayectoria que deseamos que siga. Ésta puede  expandirse más allá de lo que tenemos a la vista al empezarla, pero tiene un límite. Hay que ir con cuidado, pues si toca cualquier pared, el arma volverá prematuramente a manos de Link.

Finalmente accedemos a la sala del Jefe de la mazmorra. Esta misión aprovecha las dos pantallas de la portátil para plantear una lucha en dos niveles. Nuestro enemigo se encuentra flotando en la parte de arriba, a la que Link no alcanza. Nos ataca con pequeños tornados, que aprovechamos ya que lanzando bombas dentro de ellos éstas suben a la pantalla superior. Si acertamos en el monstruo, caerá aturdido y es el momento de atacarle a espadazos. Repetimos esta rutina hasta que acaba cayendo derrotado, y ganamos nuestra merecida recompensa, un nuevo Contenedor de Corazón.

Dos de las cuatro Nintendo DS Lite dispuestas para probar el juego sólo daban acceso al modo multijugador, y estaban conectadas entre sí mediante wireless. En este modo, uno de los jugadores maneja a Link y el otro a tres guardias con armadura. Link se encuentra a uno de los dos lados de un pequeño laberinto y tiene que lograr conseguir alguna de las gemas esparcidas por él y llevarla a su base. El otro jugador ve la acción en la pantalla superior y en la inferior tiene un mapa del laberinto en el que Link aparece intermitentemente.

Para manejar a los guardias, dibujamos las rutas que queremos que siga cada uno, e intentamos que alguno de ellos intercepte a Link. Estas rutas las podemos ir modificando. Cuando alguno de ellos lo alcanza, cambian los roles y así alternativamente. Al final del enfrentamiento, el ganador obtenía una funda para la Nintendo DS Lite de mano de una de las simpáticas azafatas del stand. Este modo de juego es sencillo pero resulta muy divertido, y no sabemos aún si en la versión definitiva incluirá soporte para más jugadores a la vez, otros tipos de minijuegos (¿a lo mejor una aventura a la Four Swords?) o incluso soporte para la Conexión Wi-Fi de Nintendo.

El juego presenta un aspecto gráfico maravilloso. El uso de Cel-shading que ya vimos en la versión de GameCube tiene una pinta excelente en Nintendo DS. El juego mezcla la acción en 2D con personajes en 3D. La jugabilidad se ha trasladado perfectamente a la pantalla táctil, y estamos ansiosos de conocer más detalles del juego, cómo por ejemplo el número de mazmorras o la función del reloj de arena que le da título.